La nueva película de Tarantino se parece mucho más a un western que su anterior "Django desencadenado", pero en este caso, aunque tiene los típicos excesos y locura tarantiniana, se nota mucho más cómo ha entrado en el género de la intriga de lleno. Podría dividirse en tres partes bien diferenciadas:

Primera parte: Los paisajes llenan la pantalla, y la acción nos traslada sin duda a las películas del oeste de hace medio siglo, los personajes y escenarios que van apareciendo, junto con una música que suena a antiguo nos suena a puro western

Segunda parte: Cuando ya comenzamos a tener a todos los personajes en escena y vamos conociéndolos, la atmósfera poco a poco se va cerrando y haciendo bastante oclusiva, parece una novela de misterio donde el protagonismo va cambiando de un personaje a otro y nadie parece ser quien dice ser.

Tercera parte: Para mí quizá es la parte que menos cuadra con el resto de la película, ya que el climax parece haberse alcanzado por lo menos media hora antes del final de la película, y conforme te acercas al final se da rienda suelta a los excesos tarantinianos que comentaba.

Pero en resumen, enormemente destacable el trabajo de fotografía y música durante toda la película, sobre todo la música hace que sientas el misterio e intriga mucho más. Los diferentes planos, y sobre todo los movimientos de cámara también son de enorme calidad y le dan el dinamismo que necesita una acción que transcurre en un espacio tan cerrado.

Qué decir de los personajes, todos los actores parecen disfrutar cada una de las líneas de diálogo que salen por sus bocas. Te das cuenta conforme avanza la naración, que no sabes qué sorpresas te van a dar y cuál de ellos es más sádico que el anterior, los vas descubriendo poco a poco.

Para mí una película prácticamente redonda, con un guión que aparentemente se ahoga a mitad de la película pero a partir de entonces es cuando se empieza a enrevesar y atar cabos. Parece totalmente una novela de misterio contada en clave de teatro por Tarantino.