"Hot girls wanted" es un interesante documental cuando pretende arrojar luz sobre la industria del mal llamado porno amateur, pero cuando pretende ser moralista y ético tanto sobre dicho mundo como sobre el papel de la mujer en él, se enfanga por indeciso en la postura a defender.
Este documental de Jill Bauer y Ronna Gradus nos muestra el siempre desconocido mundo del porno, o por lo menos el primer escalón de la misteriosa escalinata que es dicho mundo, la del mal llamado porno amateur. "Hot girls wanted" nos presenta ese universo como la única vía de escape para una difícil generación que quiere emanciparse pero no tiene medios para hacerlo, y esta es la salida fácil que escogen un elevado numero de jóvenes americanas. A partir de ahí el documental se desarrolla en dos vertientes. La primera es la de mostrarnos los entresijos de esa especie de cantera hacia el porno, faceta donde "Hot girls wanted" funciona muy bien arrojando demoledores datos. Y luego tiene una segunda vertiente, la de centrarse más en las cinco chicas protagonistas a las que sigue la cámara como entidades individuales dentro de ese mundo. Esta segunda parte es donde para mí más falla el producto. Y fracasa porque no sabemos si Jill Bauer y Ronna Gradus defienden o critican ese microcosmos. No puedo creerme un historia que, a un tiempo te muestra el verdadero florero que son las mujeres en ese entorno, para seguidamente mostrarlas gozosas y casi extasiadas de obtener elevado beneficio económico con "poco" esfuerzo y "fácil" trabajo. Es una contradicción que no beneficia al conjunto, y todo se apoya más si cabe en un indeciso y poco esclarecedor desenlace que te muestra claramente que no hay final malo. Yo entiendo que el porno es un trabajo como otro cualquiera, y lo respeto, pero cuando haces un documental, y más sobre un tema sensible, tienes que tener claro si te posicionas a favor o en contra. Para mí aquí las medias tintas no funcionan. Y ahí "Hot girls wanted" peca de poco claro. Y todo me duele aún más cuando el dúo de realizadores podrían haber convertido este documental en un alegato en defensa de la mujer en un universo que las arrincona como objetos y en una época en la que es más necesario que nunca tal alegato; pero nada, el asunto queda en agua de borrajas.
Luego a "Hot girls wanted" tampoco le beneficia ese tono que maneja a veces de docu-reality, derivando demasiado fácilmente en lo frívolo.
En fin, hay demasiadas sombras en este documental.