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Voto de Lafuente Estefanía:
6

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6
5,3
22
28 de agosto de 2021
28 de agosto de 2021
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Hija de un acaudalado señor de Ciudad Juárez, Adela Velarde Pérez se sintió pronto inclinada hacia la medicina y en 1915 se incorporó a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca, creando el grupo paramilitar de "Las Adelitas" que se dedicaba a atender a los heridos de la Revolución.
Se le atribuye un intenso romance con el sargento Antonio Gil de Río Armenta que militaba en el ejército de Pancho Villa, que cada noche la rondaba acompañado de su guitarra. Herido de gravedad murió en los brazos de su amada "soldadera" dejándole como regalo postrero el famoso corrido "La Adelita" que sirve de base argumental a la cinta que nos ocupa. Aunque, al parecer fue compuesto por otras manos y con otra fuente de inspiración.
Sea o no cierta la historia, "Adelita", "las Adelitas" muestran la importancia de la mujer en la revolución mexicana.
La versión que hemos visto de la película de Urueta es muy larga, casi dos horas, con extensos créditos iniciales y postreros. Larga y lenta. Un melodrama musical a mayor gloria de Jorge Negrete que interpreta a Pancho Portilla, militar villista y enamorado de Adela Maldonado (Marín) que vive en Hidalgo del Parral.
Si añadimos los abundantes números musicales (amorosos o los tópicos revolucionarios) al ya de por sí ritmo pausado de la acción, nos encontramos con una obra que en algún momento aburre.
Aunque hay algunos escenarios exteriores con abundancia de extras en los enfrentamientos bélicos mientras suena "La cucaracha" como fondo, dominan las escenas de interior que dan a la obra un aspecto un tanto teatral. Aquí destaca bastante la labor del fotógrafo, sobre todo en los primeros planos de Adela y en algunos juegos de sombras. La iluminación se nota un poco rudimentaria incluso para la época.
En cuanto a los personajes, se enfatiza mucho la masculinidad de los hombres, su machotismo, "¿Tienes alguna idea de lo que es un hombre de verdad?" Interpretaciones correctas, Negrete incluido, con un sobresaliente para Gloria Marín que borda su papel.
Hay unas cuantas escenas interesantes como el primer encuentro entre Adela y Pancho con la reja de por medio, la boda de los protagonistas en la soledad de la noche o el desfile militar que sirve de fondo al corrido que da título a la cinta, mientras dos perros, uno blanco y otro negro, contemplan con curiosidad su paso a medio plano.
La cinta nada dice de la actividad sanitaria de Villa. Si menciona su belleza y su condición de mujer coqueta, por eso alguna de las coplas que le cantan desea que padezca viruela loca, el baile de San Vito o una boca infectada. Los envidiosos de la suerte amorosa de Pancho lamentarán no poder deshacerse de él "ni con estricnina".
En conjunto nos ha parecido una cinta interesante pese al superprotagonismo de Negrete. Recomendable sobre todo para quienes deseen adentrarse en el cine mexicano aunque, lo advertimos, los corridos suenan como cañonazos.
Se le atribuye un intenso romance con el sargento Antonio Gil de Río Armenta que militaba en el ejército de Pancho Villa, que cada noche la rondaba acompañado de su guitarra. Herido de gravedad murió en los brazos de su amada "soldadera" dejándole como regalo postrero el famoso corrido "La Adelita" que sirve de base argumental a la cinta que nos ocupa. Aunque, al parecer fue compuesto por otras manos y con otra fuente de inspiración.
Sea o no cierta la historia, "Adelita", "las Adelitas" muestran la importancia de la mujer en la revolución mexicana.
La versión que hemos visto de la película de Urueta es muy larga, casi dos horas, con extensos créditos iniciales y postreros. Larga y lenta. Un melodrama musical a mayor gloria de Jorge Negrete que interpreta a Pancho Portilla, militar villista y enamorado de Adela Maldonado (Marín) que vive en Hidalgo del Parral.
Si añadimos los abundantes números musicales (amorosos o los tópicos revolucionarios) al ya de por sí ritmo pausado de la acción, nos encontramos con una obra que en algún momento aburre.
Aunque hay algunos escenarios exteriores con abundancia de extras en los enfrentamientos bélicos mientras suena "La cucaracha" como fondo, dominan las escenas de interior que dan a la obra un aspecto un tanto teatral. Aquí destaca bastante la labor del fotógrafo, sobre todo en los primeros planos de Adela y en algunos juegos de sombras. La iluminación se nota un poco rudimentaria incluso para la época.
En cuanto a los personajes, se enfatiza mucho la masculinidad de los hombres, su machotismo, "¿Tienes alguna idea de lo que es un hombre de verdad?" Interpretaciones correctas, Negrete incluido, con un sobresaliente para Gloria Marín que borda su papel.
Hay unas cuantas escenas interesantes como el primer encuentro entre Adela y Pancho con la reja de por medio, la boda de los protagonistas en la soledad de la noche o el desfile militar que sirve de fondo al corrido que da título a la cinta, mientras dos perros, uno blanco y otro negro, contemplan con curiosidad su paso a medio plano.
La cinta nada dice de la actividad sanitaria de Villa. Si menciona su belleza y su condición de mujer coqueta, por eso alguna de las coplas que le cantan desea que padezca viruela loca, el baile de San Vito o una boca infectada. Los envidiosos de la suerte amorosa de Pancho lamentarán no poder deshacerse de él "ni con estricnina".
En conjunto nos ha parecido una cinta interesante pese al superprotagonismo de Negrete. Recomendable sobre todo para quienes deseen adentrarse en el cine mexicano aunque, lo advertimos, los corridos suenan como cañonazos.