Más que al legendario personaje ideado por Johnston McCulley en 1919, en la cinta nos encontramos con la familia entera del famoso cánido. "Fuenteovejuna, todos a una".
Después de diez años de matrimonio y de un hijo, una vez resuelta la "feliz anexión" de California a la Unión en 1850 "bendecida" por las urnas en medio del "fervor" de ricos y de pobres, a Diego de la Vega le sigue tirando el disfraz negro, y es que "El zorro pierde el pelo, no las mañas". Pero Elena no está por la labor, lo quiere tener en casa y le monta la escena, "Cada raposa mira por su cola".
Esta vez los malos llegan de lejos para destruir nada menos que los Estados Unidos de América. Una especie de secta, "Orbis Unum", nitroglicerina por medio quiere poner patas arriba a este joven país. Son los Caballeros de Aragón, y eso que de allí "ni buen viento ni mal varón".
El jefe es un aristócrata, como no, que pretende a la coqueta Elena, "Al más zorro se la pegan". Ha montado un gran viñedo con sus bodegas y ofrece una fiesta para presentar sus caldos, "Al zorro no le des las uvas verdes, porque le gustan dulces". Diego, hispano al cabo, se revuelve "como zorro perseguido" y monta el numerito del borracho de la fiesta, "In vino veritas".
Para completar el mensaje familiar aparece en escena un niño repipi, Joaquín, que reproduce las mañas del padre, "De tal palo tal astilla". Cuando es menester los raposos van todos a una, "Zorros en zorrera el humo los echa fuera".
La cinta es una serie continua de aventuras escasamente hilvanadas en un no guion, que distraen el rato sobre todo si la ves con los nietos que no terminan de ver la diferencia entre el Zorro y Capitán América. Al fin y al cabo todos son del mismo equipo pero con diferentes camisetas.
Buena música, excelente ambientación y vestuario, personajes planos e interpretaciones correctas. Tampoco están tan mal Banderas y Zeta-Jones como algunos consideran, con el desenlace esperado por todos. No hay que olvidar que "Astucia de zorro es mejor que olfato de buen cazador". Sobre todo cuando los malos resultan tan tontunos.
Lo dicho, para verla en la tele con los niños.