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Aventuras. Acción
Año 1890. A Frank T. Hopkins (Viggo Mortensen), un legendario soldado de caballería, se le considera el mejor jinete del Far West, a pesar de lo cual se ve obligado a trabajar en el circo de Buffalo Bill. Un día recibe una oferta de un jeque árabe (Omar Sharif), propietario de caballos de pura raza, que puede ayudarle a recuperar su dignidad y prestigio: Frank y su caballo Hidalgo son invitados a participar en una carrera conocida como ... [+]
11 de julio de 2023
11 de julio de 2023
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"Hidalgo", el título de la cinta en su versión original, es el nombre de un caballo mesteño español, un descendiente de los primeros equinos que llegaron de España a América desde los inicios de su colonización. También conocido como mustang español, hoy es considerado símbolo viviente del espíritu pionero del Oeste.
No está mal que una interesante película de aventuras lleve por título el nombre español de un caballo español como el mesteño.
Y eso que comparte estrellato con un legendario jinete, Frank Hopkins (Mortensen), que malvive y se emborracha en el Circo de Búfalo Bill cuando es invitado a participar en la gran carrera de los "Océanos de fuego" del desierto de Arabia. Vamos, como a Tom Cruise en "El último samurái" (2003).
O con el gran jeque Riyadh (Sharif), un guiño a "Lawrence", que cuida con mimo una casta de caballos árabes mientras se deleita secretamente con la lectura, no de "Las mil y una noches", no, sino de las aventuras del "salvaje Oeste americano".
Caballos y monturas en la soledad del desierto, auténticos "Centauros" que se enfrentan a un entorno hostil, a trampas y pruebas de supervivencia límite. Aventuras, riesgos, peligros. También amistad, solidaridad, trampas y traiciones. "Dicen que Dios hizo a todos los hombres iguales. El Sr. Colt también".
El guion importa poco, la historia se ve venir pronto, lo que vale la pena es el festival de imágenes, de paisajes de dunas, de ciudades eternas al borde del desierto mientras suena una música que recuerda a Indiana Jones. Otro guiño.
Magnifica ambientación y fotografía con preciosos contraluces y juegos de sombras.
Mortensen y Sharif dos colosos de la interpretación.
¿Qué más da lo azucarado del desenlace o la convencionalidad del argumento? Para una vez que los americanos se acuerdan de nuestros viejos caballos no vamos a ponernos tan estupendos.
No está mal que una interesante película de aventuras lleve por título el nombre español de un caballo español como el mesteño.
Y eso que comparte estrellato con un legendario jinete, Frank Hopkins (Mortensen), que malvive y se emborracha en el Circo de Búfalo Bill cuando es invitado a participar en la gran carrera de los "Océanos de fuego" del desierto de Arabia. Vamos, como a Tom Cruise en "El último samurái" (2003).
O con el gran jeque Riyadh (Sharif), un guiño a "Lawrence", que cuida con mimo una casta de caballos árabes mientras se deleita secretamente con la lectura, no de "Las mil y una noches", no, sino de las aventuras del "salvaje Oeste americano".
Caballos y monturas en la soledad del desierto, auténticos "Centauros" que se enfrentan a un entorno hostil, a trampas y pruebas de supervivencia límite. Aventuras, riesgos, peligros. También amistad, solidaridad, trampas y traiciones. "Dicen que Dios hizo a todos los hombres iguales. El Sr. Colt también".
El guion importa poco, la historia se ve venir pronto, lo que vale la pena es el festival de imágenes, de paisajes de dunas, de ciudades eternas al borde del desierto mientras suena una música que recuerda a Indiana Jones. Otro guiño.
Magnifica ambientación y fotografía con preciosos contraluces y juegos de sombras.
Mortensen y Sharif dos colosos de la interpretación.
¿Qué más da lo azucarado del desenlace o la convencionalidad del argumento? Para una vez que los americanos se acuerdan de nuestros viejos caballos no vamos a ponernos tan estupendos.