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17 de diciembre de 2023
17 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
... Dos mil moscas acudieron. Como en la fábula de Samaniego, solo que en este caso la miel la pone Wanda (Sevilla) y sus esculturales hermanas y las moscas que acuden son los vecinos del lugar y el moscón de D. Florencio (López Vázquez), un salido mental sexualmente obsesionado con Wanda que impone su voluntad represora al resto del pueblo.
Cero al guion con una primera parte madrileña horrorosa, luego la cosa se anima un poco al volver al pueblo (Zafra en el rodaje). Realización tan vulgar como la historia que se cuenta.
¿Comedia? sin la menor gracia, golpes zafios y destape.
Lo mejor son los números musicales metidos a empujones a mayor gloria de Carmen, que está bien. Ojo, según los créditos las letras de las canciones son de Antonio Gala, "El corazón es un panal de cera y miel". Suponemos que se refiere al escritor cordobés de Brazatortas.
La realización plantea algunos símiles interesantes como los cirios-falos que cuelgan en el mostrador, la raja de melón que lascivamente come Wanda y que luego rebusca en el suelo D. Florencio como un cerdo más de los que aparecen en las imágenes, la leche que sorbe ella para tomar el somnífero, los melones de la frutera, el dedo atravesando el orificio en la lona que separa en la piscina la parte de los hombres y de las mujeres, o la pirámide de pacas de paja a la que se sube en calzoncillos D. Florencio.
En cualquier caso una cinta chabacana y vulgar que muestra una España sexualmente reprimida que nada tiene que ver con la realidad de la época.
Huir. No hay más cera que la que arde.
Cero al guion con una primera parte madrileña horrorosa, luego la cosa se anima un poco al volver al pueblo (Zafra en el rodaje). Realización tan vulgar como la historia que se cuenta.
¿Comedia? sin la menor gracia, golpes zafios y destape.
Lo mejor son los números musicales metidos a empujones a mayor gloria de Carmen, que está bien. Ojo, según los créditos las letras de las canciones son de Antonio Gala, "El corazón es un panal de cera y miel". Suponemos que se refiere al escritor cordobés de Brazatortas.
La realización plantea algunos símiles interesantes como los cirios-falos que cuelgan en el mostrador, la raja de melón que lascivamente come Wanda y que luego rebusca en el suelo D. Florencio como un cerdo más de los que aparecen en las imágenes, la leche que sorbe ella para tomar el somnífero, los melones de la frutera, el dedo atravesando el orificio en la lona que separa en la piscina la parte de los hombres y de las mujeres, o la pirámide de pacas de paja a la que se sube en calzoncillos D. Florencio.
En cualquier caso una cinta chabacana y vulgar que muestra una España sexualmente reprimida que nada tiene que ver con la realidad de la época.
Huir. No hay más cera que la que arde.