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Voto de Paleocinéfago:
7

Voto de Paleocinéfago:
7
6,1
2.157
Terror. Fantástico. Thriller. Acción. Drama
Un misterioso descubrimiento avivan la sed de venganza de una mujer que ha perdido a toda su familia. Episodio especial de Kingdom, centrado en el personaje de Ashin, que apareció brevemente al final de la segunda temporada. (FILMAFFINITY)
13 de agosto de 2021
13 de agosto de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kingdom: la historia de Ashin (Kim Seong-hoon, 2021)
Es un capítulo especial a modo de precuela de la serie coreana Kingdom (2019) auspiciada Netflix. Es una buena oportunidad para desempolvar la cuanta de Netflix, y ya de paso hablar de sus virtudes y defectos.
El capítulo especial funciona muy bien, pues cuenta una historia que nos interesa conocer. Es un relato autoconclusivo que a su vez conecta con el final de la segunda temporada. Da el lore necesario para el universo ficticio y a la continuidad de la serie. Tiene una estructura muy bien pensada de dos partes muy marcadas. Una para presentar el contexto del país, previo al de la serie, y otra donde se centra en su protagonista. Además, tiene el acierto de ser autónoma a la serie, lo que permite atraer a nuevos espectadores. Pese a todo esto, me genera una sensación de espada de doble filo, ya que se disfruta sin necesidad de la serie pero se resalta una de los problemas principales: los personajes. Esto no es necesariamente culpa del formato porque la serie adolece de lo mismo, solo que al ser, valga la redundancia, una serie, por cansancio se les coge apego.
En ningún caso son malos personajes, en la serie tienen arcos de personajes bien definidos y en el capítulo especial se entiende a Ashin como una especie de antihéroe. Pero en toda la primera parte hay un caos bastante importante en el resto de personajes que son marionetas en el decorado de la historia. Con la elipsis temporal, esto se corrige en parte, porque Ashin se convierte en protagonista pero sigue siendo fría, distante y poco carismática. En la serie ocurre lo mismo, a excepción de dos personajes contados. Puede ser perfectamente que haya una barrera cultural al ser un producto oriental de época y, siendo yo un blanquito occidental, me pierda matices. Con todo, si hay una evidente falta de profundidad en los temas que se plantean, quizás porque la serie vaya a otros lugares y use estos temas como aderezo de la acción.
Por ir a la comparación fácil, the walking dead se centraba (o se centra, la serie la dejé hace mucho) en el juego psicológico de los personajes en un mundo salvaje. El género de Zombies va un poco a esas premisas, explorar aún más radicalmente lo que el bélico toca en las guerras, los límites de la humanidad ante acontecimientos extremos. George A. Romero creo este género con "la noche de los muertos vivientes" (1968) con un sentido más alegórico que literal, dándole transfondos sociales y literales. La comparación de Romero es como el capitalismo boraz nos transforma, pero en Kingdom no hay esa intención alegórica.
Pero dejando de lado lo que no es, lo que es innegable, es la factura técnica de ambos productos. Kim Seong-hoon tiene una dirección elegante en sintonía con la naturaleza debido a la importancia de esta en la narrativa. La fotografía es desde el primer momento deslumbrante, con grandes espacios naturales a la par que grandes bastiones militares. Se aleja del enclaustramiento de pequeños espacios de the walking dead. Kingdom posee una lente más abierta y menos íntima, dejando ver esas temáticas también más amplias de disputas palaciega y en la falsa hegemonía del poder en un reino.
Específicamente del capítulo especial, cabe resaltar que en los momentos de caza con animales se quieren tener la fluidez en movimientos de cámara de Emmanuel Lubezki en "El Renacido" (Iñárritu, 2019). No llegan a tal nivel por la falta de presupuesto en efectos visuales (VFX) pero sabe como crear tensión sin mostrar o mostrar a medias, haciendo que las escenas de acción con el tigre zombie, por ejemplo, ganen bastante por el uso del fuera de campo. Por ir a la comparación fácil, otra vez, esta bastante mejor planificado y ejecutado que la escena de acción de otro tigre zombie en "Army of the dead" (Zack snyder, 2021), donde desarrolla de la manera más procedimental.
Esta comparación resume mi tesis de Kingdom: una obra con una planificación y ejecución notable a la que se suma una gran producción de vestuarios, localizaciones de exteriores y efectos especiales (FX). Si mostrará más atención a sus personajes podría escalar más alto, pero dentro de la parrilla cada vez más mediocre de Netflix, destaca ver sus valores de producción.
Es un capítulo especial a modo de precuela de la serie coreana Kingdom (2019) auspiciada Netflix. Es una buena oportunidad para desempolvar la cuanta de Netflix, y ya de paso hablar de sus virtudes y defectos.
El capítulo especial funciona muy bien, pues cuenta una historia que nos interesa conocer. Es un relato autoconclusivo que a su vez conecta con el final de la segunda temporada. Da el lore necesario para el universo ficticio y a la continuidad de la serie. Tiene una estructura muy bien pensada de dos partes muy marcadas. Una para presentar el contexto del país, previo al de la serie, y otra donde se centra en su protagonista. Además, tiene el acierto de ser autónoma a la serie, lo que permite atraer a nuevos espectadores. Pese a todo esto, me genera una sensación de espada de doble filo, ya que se disfruta sin necesidad de la serie pero se resalta una de los problemas principales: los personajes. Esto no es necesariamente culpa del formato porque la serie adolece de lo mismo, solo que al ser, valga la redundancia, una serie, por cansancio se les coge apego.
En ningún caso son malos personajes, en la serie tienen arcos de personajes bien definidos y en el capítulo especial se entiende a Ashin como una especie de antihéroe. Pero en toda la primera parte hay un caos bastante importante en el resto de personajes que son marionetas en el decorado de la historia. Con la elipsis temporal, esto se corrige en parte, porque Ashin se convierte en protagonista pero sigue siendo fría, distante y poco carismática. En la serie ocurre lo mismo, a excepción de dos personajes contados. Puede ser perfectamente que haya una barrera cultural al ser un producto oriental de época y, siendo yo un blanquito occidental, me pierda matices. Con todo, si hay una evidente falta de profundidad en los temas que se plantean, quizás porque la serie vaya a otros lugares y use estos temas como aderezo de la acción.
Por ir a la comparación fácil, the walking dead se centraba (o se centra, la serie la dejé hace mucho) en el juego psicológico de los personajes en un mundo salvaje. El género de Zombies va un poco a esas premisas, explorar aún más radicalmente lo que el bélico toca en las guerras, los límites de la humanidad ante acontecimientos extremos. George A. Romero creo este género con "la noche de los muertos vivientes" (1968) con un sentido más alegórico que literal, dándole transfondos sociales y literales. La comparación de Romero es como el capitalismo boraz nos transforma, pero en Kingdom no hay esa intención alegórica.
Pero dejando de lado lo que no es, lo que es innegable, es la factura técnica de ambos productos. Kim Seong-hoon tiene una dirección elegante en sintonía con la naturaleza debido a la importancia de esta en la narrativa. La fotografía es desde el primer momento deslumbrante, con grandes espacios naturales a la par que grandes bastiones militares. Se aleja del enclaustramiento de pequeños espacios de the walking dead. Kingdom posee una lente más abierta y menos íntima, dejando ver esas temáticas también más amplias de disputas palaciega y en la falsa hegemonía del poder en un reino.
Específicamente del capítulo especial, cabe resaltar que en los momentos de caza con animales se quieren tener la fluidez en movimientos de cámara de Emmanuel Lubezki en "El Renacido" (Iñárritu, 2019). No llegan a tal nivel por la falta de presupuesto en efectos visuales (VFX) pero sabe como crear tensión sin mostrar o mostrar a medias, haciendo que las escenas de acción con el tigre zombie, por ejemplo, ganen bastante por el uso del fuera de campo. Por ir a la comparación fácil, otra vez, esta bastante mejor planificado y ejecutado que la escena de acción de otro tigre zombie en "Army of the dead" (Zack snyder, 2021), donde desarrolla de la manera más procedimental.
Esta comparación resume mi tesis de Kingdom: una obra con una planificación y ejecución notable a la que se suma una gran producción de vestuarios, localizaciones de exteriores y efectos especiales (FX). Si mostrará más atención a sus personajes podría escalar más alto, pero dentro de la parrilla cada vez más mediocre de Netflix, destaca ver sus valores de producción.