David Lean dirige esta majestuosa película bélica ganadora de siete Oscars recordada todavía hoy en día entre otras cosas por la melodía que los soldados silbaban cuando marchaban a trabajar. La película basada en la novela de Pierre Boulle nos traslada en plena Segunda Guerra Mundial al área del Pacífico donde un grupo de soldados británicos y unos cuantos norteamericanos comandados por el coronel Nicholson permanecen prisioneros en un campo de concentración japonés, todos son obligados a construir un puente para cruzar el rio Kwai, mientras el coronel se lo toma como algo personal el oficial norteamericano interpretado por William Holden tiene en mente otros planes.
Rodada en Malasia, Tailandia y Birmania la película muestra con claridad la inutilidad de la guerra así como la compleja y a veces ridícula actitud de los mandos militares durante una situación de conflicto. Las interpretaciones son brillantes, sobre todo por parte de Alec Guinnes como el coronel Nicholson por la cual obtuvo el Oscar, William Holden y Sessue Hayakawa que interpreta al testarudo comandante japonés.
Es en definitiva una de las grandes películas no solo del cine bélico si no del cine en general. Muy recomendable.