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Voto de TANOMUERTO:
7

Voto de TANOMUERTO:
7
6,8
17.305
31 de diciembre de 2024
31 de diciembre de 2024
32 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuarta película de Robert Eggers, que en esta ocasión se ha atrevido a adaptar la historia de Nosferatu, que, recordemos, no es la historia de Drácula, sino una versión hecha para teatro y luego llevada a cine por Murnau en 1922, para aprovechar el éxito de la novela de Stoker, de la cual no tenían los derechos.
Y este es el principal fallo de la película de Eggers: que ha mezclado las dos historias, la de Drácula y la de Nosferatu, como si fueran la misma, que no lo son, ni de lejos. Digamos que es una gran película, pero como adaptación, es bastante regular, una lástima, porque no he ido al cine a que me cuenten otra vez la historia de Stoker.
Llevo toda la vida esperando ver una buena adaptación de la novela de Stoker, que de miedo de verdad y se dejen del tema romántico que no existe en la novela por ningún lado. Esta se acerca, pero ni de lejos lo consigue.
He visto las cuatro películas de Eggers hasta ahora, y ninguna me ha decepcionado, me encanta el feeling visual que desprende, y en esta película no se queda atrás. La peli es a color, pero tan oscura, tan “gris“, que buena parte del metraje prácticamente es como si fuera en blanco y negro. Visualmente, la cinta es para quitarse el sombrero, sin lugar a dudas.
Otra cosa que no me ha gustado nada, pero nada en la película, que casi me han dado ganas de irme del cine en algunos momentos, es el diseño del vampiro. Es horroroso. Ese no es Nosferatu. Murnau diseñó a Nosferatu en 1922, dándole una nueva personalidad a este vampiro, muy distinto al creado por Stoker. “Nosferatu“ no es el nombre del vampiro, el Nosferatu se llama Conde Orlok. No es un nombre, es un tipo de vampiro, distinto a los convencionales. Sin pelo, encorvado, con largos dedos con largas uñas. Un tipo de vampiro que hemos visto en otras versiones de la historia, como en la exquisita versión de Herzog del 79, o incluso en otras películas, como en Salem“s Lot, donde el vampiro que sale es un Nosferatu. El Nosferatu de Egger, con bigote, me da verdadera vergüenza ajena. Es horroroso, y no en el sentido de dar miedo, sino de mal hecho.
La historia... pues bueno, ya lo he dicho antes. Han cogido un poco de Nosferatu, mucho de Drácula y han metido todo el rollo de la protagonista por medio, totalmente inventado. ¿Hacía falta una nueva versión modificada de la historia?, ni de coña. La historia ya se hizo en 1922 y se completó en el 79. No la cambies, Eggers, sólo haz un remake, que es lo que tenías que hacer.
Lo dicho: como película, muy bien hecha, en el apartado visual, sobre todo. Como adaptación: suspenso.
Y este es el principal fallo de la película de Eggers: que ha mezclado las dos historias, la de Drácula y la de Nosferatu, como si fueran la misma, que no lo son, ni de lejos. Digamos que es una gran película, pero como adaptación, es bastante regular, una lástima, porque no he ido al cine a que me cuenten otra vez la historia de Stoker.
Llevo toda la vida esperando ver una buena adaptación de la novela de Stoker, que de miedo de verdad y se dejen del tema romántico que no existe en la novela por ningún lado. Esta se acerca, pero ni de lejos lo consigue.
He visto las cuatro películas de Eggers hasta ahora, y ninguna me ha decepcionado, me encanta el feeling visual que desprende, y en esta película no se queda atrás. La peli es a color, pero tan oscura, tan “gris“, que buena parte del metraje prácticamente es como si fuera en blanco y negro. Visualmente, la cinta es para quitarse el sombrero, sin lugar a dudas.
Otra cosa que no me ha gustado nada, pero nada en la película, que casi me han dado ganas de irme del cine en algunos momentos, es el diseño del vampiro. Es horroroso. Ese no es Nosferatu. Murnau diseñó a Nosferatu en 1922, dándole una nueva personalidad a este vampiro, muy distinto al creado por Stoker. “Nosferatu“ no es el nombre del vampiro, el Nosferatu se llama Conde Orlok. No es un nombre, es un tipo de vampiro, distinto a los convencionales. Sin pelo, encorvado, con largos dedos con largas uñas. Un tipo de vampiro que hemos visto en otras versiones de la historia, como en la exquisita versión de Herzog del 79, o incluso en otras películas, como en Salem“s Lot, donde el vampiro que sale es un Nosferatu. El Nosferatu de Egger, con bigote, me da verdadera vergüenza ajena. Es horroroso, y no en el sentido de dar miedo, sino de mal hecho.
La historia... pues bueno, ya lo he dicho antes. Han cogido un poco de Nosferatu, mucho de Drácula y han metido todo el rollo de la protagonista por medio, totalmente inventado. ¿Hacía falta una nueva versión modificada de la historia?, ni de coña. La historia ya se hizo en 1922 y se completó en el 79. No la cambies, Eggers, sólo haz un remake, que es lo que tenías que hacer.
Lo dicho: como película, muy bien hecha, en el apartado visual, sobre todo. Como adaptación: suspenso.