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Voto de Yoamoalcine:
6

Voto de Yoamoalcine:
6
5,6
1.248
27 de abril de 2025
27 de abril de 2025
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gareth Evans vuelve a dar rienda suelta a su maestría detrás de la cámara a la hora de rodar secuencias de acción descarnadas y magistrales. Esta vez de la mano de Netflix se sube abordo de una de las películas de acción que seguramente no entrara entre lo más destacado del año, no por ser una película totalmente redonda, sino más bien por ser un auténtico pasatiempo para los amantes de la sangre, la bestialidad y las balas.
Con un Tom Hardy inspirado y en plena forma nos sumergimos por un recorrido de policías corruptos con toda la astucia de un director que si bien no está en el nivel de The Raid, sí mantiene un tono a sus Gangs of London. Evans nuevamente brinda secuencias extraordinarias con toda esa inteligencia que tiene el director para plasmar en imágenes toda esa acción desenfrenada y llena de sangre. Si bien se excede un tanto en el CGI, no podemos criticar dos grandes secuencias de acción que son una barbaridad en puesta en escena, por más que sea en el ámbito digital.
Es una película de acción de serie B, elevado gracias a un director singular, que permite darle su propio sello sin tener reparos en que por más que la película parezca no tener cierta destreza en cuanto a sus líneas de guion, su director ofrece grandes secuencias que establecen que la película es una pasada absoluta por la entretención. La acción está realizada con maestría en esta oda a las películas de acción más legendarias, donde el baño de sangre es alimento principal de nuestras emociones.
Un sólido trabajo de cámara y coreografías de acción magníficas que permiten disfrutar de una película acertada y bien lograda que quizás tiene su fallo principal en sus líneas argumentativas, pero en este caso son compensadas con secuencias entretenidas y una acción desbordada que hacen pasar por alto cualquier reflexión moral de un diálogo bien planteado. Quizás merecía pasar por pantalla grande para disfrutar aún más del trabajo de dirección de Evans, pero Netflix se gasta su caballito de batalla en una de sus mejores películas de esta primera parte del año, no por su intensidad de historia, sino más bien por ser un pasatiempo digno de disfrutar y gozar al ritmo de un director y un reparto que se luce al servicio de compensar al espectador con lo que quiere disfrutar y con lo que viene a buscar, sangre desmedida, golpes maravillosos y muchas balas a nuestro alrededor.
Una buena y correcta película de acción con uno de los mejores directores del género que vuelve a dar secuencias que valen cada segundo. No es su obra más redonda, pero sí es un gran pasatiempo con el sello Gareth Evans.
Con un Tom Hardy inspirado y en plena forma nos sumergimos por un recorrido de policías corruptos con toda la astucia de un director que si bien no está en el nivel de The Raid, sí mantiene un tono a sus Gangs of London. Evans nuevamente brinda secuencias extraordinarias con toda esa inteligencia que tiene el director para plasmar en imágenes toda esa acción desenfrenada y llena de sangre. Si bien se excede un tanto en el CGI, no podemos criticar dos grandes secuencias de acción que son una barbaridad en puesta en escena, por más que sea en el ámbito digital.
Es una película de acción de serie B, elevado gracias a un director singular, que permite darle su propio sello sin tener reparos en que por más que la película parezca no tener cierta destreza en cuanto a sus líneas de guion, su director ofrece grandes secuencias que establecen que la película es una pasada absoluta por la entretención. La acción está realizada con maestría en esta oda a las películas de acción más legendarias, donde el baño de sangre es alimento principal de nuestras emociones.
Un sólido trabajo de cámara y coreografías de acción magníficas que permiten disfrutar de una película acertada y bien lograda que quizás tiene su fallo principal en sus líneas argumentativas, pero en este caso son compensadas con secuencias entretenidas y una acción desbordada que hacen pasar por alto cualquier reflexión moral de un diálogo bien planteado. Quizás merecía pasar por pantalla grande para disfrutar aún más del trabajo de dirección de Evans, pero Netflix se gasta su caballito de batalla en una de sus mejores películas de esta primera parte del año, no por su intensidad de historia, sino más bien por ser un pasatiempo digno de disfrutar y gozar al ritmo de un director y un reparto que se luce al servicio de compensar al espectador con lo que quiere disfrutar y con lo que viene a buscar, sangre desmedida, golpes maravillosos y muchas balas a nuestro alrededor.
Una buena y correcta película de acción con uno de los mejores directores del género que vuelve a dar secuencias que valen cada segundo. No es su obra más redonda, pero sí es un gran pasatiempo con el sello Gareth Evans.