Las leyendas americanas dicen que se cuentan con películas como estas. Un drama de crimen de esos de la América profunda en la década de los 30s.

Dreamland, es una interesante película que nos trae los años 30s reflejados estupendamente en el lente de Miles Joris-Peyrafitte y en la mágica fotografía de Lyle Vincent. Estamos ante un trabajo técnico maravilloso, tanto dirección como fotografía son retratos de colores, imágenes y escenas que siempre tienen algo para mostrar. Un apartado técnico que demuestra la originalidad de un prometedor director que en su segundo trabajo viene a presentar un sello. Si bien tiene mucho de Malick en esta película, el director logra hacer propia una película que cinematográficamente es un lujo de ver.

El trabajo del director se ve reforzado por una brillante y sutil Margot Robbie que cada vez demuestra lo magnífica actriz que es. Finn Cole también presenta créditos en una acertada interpretación.

El problema viene en que la película carece un tanto de crudeza. Se deja llevar por la simplicidad de un drama con muchos clichés y “Homenajes” a clásicos como “Days of Heaven” , “Badlands” y “Bonnie and Clyde”. Es ahi donde Dreamland pierde un poco de su identidad y cae en la simplicidad de lo antes mencionado.

A pesar de lo mencionado anteriormente, no deja de ser una interesante película que cumple en su hora cuarenta de duración. Nos brinda un par de escenas brillantes y de pura arte (memorable aquella escena en el motel). Una película que técnicamente es un placer ver.