Debe ser uno de los subgéneros más infravalorados del cine, pero las peliculas de adolescentes han sido capaz de marcar a generaciones por varias décadas y de aquello se alimenta la nueva propuesta de Netflix, la cual deja la sensación de que aquel golpe para su final, no es lo suficiente contundente como merecía ser.

Una chica popular destronada en una escuela privada hace un acuerdo secreto con una nueva estudiante para vengarse de los enemigos de ambas..

Lo sorprendente de Do Revenge, es su astucia a la hora de presentarnos a sus dos personajes principales. Partamos dejando en claro que no son los personajes ideales para adorar y amar, realmente son dos brujas por las que cuesta tomar partido, pero la inteligencia con que están retratadas hace que terminemos siendo parte de su grupo íntimo. Gran responsabilidad de que funcionen en pantalla cae en los pies de las dos estupendas interpretaciones de Camila Mendes y Maya Hawke, que digamos de paso son un tanto mayor para ser adolescentes, pero las actrices logran cautivarte en su mundo de escolares.

Retomando, la sorpresa que genera el buen guion por parte de Celeste Ballard y Jennifer Kaytin Robinson, en donde aquel gustillo al humor negro brinda una variada adicción a lo que vemos en pantalla y esos momentos son realmente poderosos.

La sensación de que transitamos por icónicas peliculas del subgénero que han marcado pauta es inevitable y a la vez se recibe como un perfecto homenaje a ese cine del cual se alimenta la propuesta de que ahora somos parte.

Es obvio también pensar que no estamos ante una película perfecta, tiene varias decisiones que pueden ser cuestionables, sin embargo, son bastante intrascendentes en su núcleo central, salvo la forma en que sus guionistas deciden proponernos su parte final que termina siendo el gran punto en contra para que Do Revenge termine convirtiéndose en una icónica película del género en 2022.

Aquella decisión de terminar complacientemente todo aquello que han construido de gran manera en un principio, deja la sensación que buscaron contenerse para satisfacer a todo el público al cual quieren llegar y es aquello lo que te deja sensaciones encontradas, no es un desastre, pero pudieron ser mejor aquellas decisiones.

Lo importante es que nos quedamos con una película atrevida, sorprendente, inteligente y que las cosas que sabe manejar las hace con total prestancia y aquellas en que se limita a ser correcta es quizás su decisión más cuestionable. Sin embargo, vale la pena ver esta nueva propuesta de Netflix y seguir valorando uno de los subgéneros más icónicos en una cultura cinéfila llamada pop.