Las teorías conspirativas de que en realidad en 1969 no se llegó a la Luna, sino que fue un montaje para ganarle la carrera espacial a los rusos rodando en un plató un alunizaje ficticio filmado por Stanley Kubrick, gana fuerza en esta película. Sabemos que el director neoyorkino había rodado el año anterior  "2001, una odisea del espacio" con ayuda de la NASA. En el documental "Room 237" se analizan supuestas "señales" de que fue un engaño. También Peter Hyams en 1978 rodaba "Capricornio Uno", una estupenda película que también dejaba caer esta teoría conspiratoria.

Fly me to the moon (el título hace alusión a la canción de Frank Sinatra) y en un tono divertido se convierte en una comedia romántica de una timadora que realiza trabajos de relaciones públicas consiguiendo con sus artes la atención del mundo sobre la carrera espacial y así conseguir fondos, ya que la guerra de Vietnam acaparaba toda la atención en las noticias.

Kelly Jones es contratada por un personaje que realiza operaciones encubiertas del gobierno para que le dé una nueva imagen a los próximos lanzamientos de los Apolo 10 y 11, la burocracia está dilatando la entrada de dinero y quieren llegar a la luna lo más rápido posible. Cuando llega a Florida tendrá que colaborar con el director de lanzamiento de la NASA y el personal, ya que no ofrecen entrevistas y son bastante herméticos. Pero los fracasos de las últimas expediciones generan dudas de que realmente se pueda llegar, por lo que idean un plan B al que llaman "Proyecto Artemisa" (Artemisa era la hermana gemela de Apolo).

Está rodada con un tono distendido y a veces poco creíble por Greg Berlanti (Con amor Simon) algo que tampoco te termina de importar, ya que lo que quieres ver es una comedia tierna y no que te cuenten aspectos técnicos de la misión. La puesta en escena está muy lograda, así como el vestuario y peinados de la época. Interesante también el papel de Woody Harrelson como el encargado de Nixon de hacer lo que sea necesario para conseguir el éxito del proyecto.

La química entre Scarlett Johansson y Channing Tatum es bastante buena, pero el romance no aporta nada nuevo a la historia. Lo más interesante desde luego es que puede resultar simpática esta sátira sobre la política manipuladora de cualquier gobierno en las noticias para hacer de la mentira una verdad.
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