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Voto de JohnWhite:
9

Voto de JohnWhite:
9
5,8
12.104
9 de noviembre de 2020
9 de noviembre de 2020
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de entrar en la película en sí, lo que más me ha impresionado al entrar aquí es observar la cantidad de críticas que le dan un 1 de nota alegando que Borat se ha vendido, que ahora es propaganda anti conservadora y que por estas razones básicamente, es una basura.
Ahora bien, la única razón por la que una persona pudiera pensar que este no es el mismo Borat, es que de verdad creyera que es un reportero de Kazakhstan antisemita, misógino, sexista y básicamente un retrasado social. Lo que me lleva a que si de verdad les gustó la primera película creyendo eso, es que se identificaban con Borat, y ahora, 14 años después, al ver una evolución de personaje que va en paralelo al de la sociedad, esta gente se ha quedado atrás, en ese antisemitismo, racismo y machismo que al parecer tanto les gustaba.
La película está perfectamente construida, no para servir de propaganda anti Trump, que también, sino para exponer de manera perfecta y sin esfuerzo las miseras más grandes de la sociedad actual. Y es curioso que estas críticas solo se centren en lo mucho que les ha dolido los chistes contra Trump, y sin embargo pasen por alto otras escenas igual de importantes. Las expongo en los spoilers para no estropear la película, pero retratan uno de los mayores problemas que experimentamos ahora, el hecho de que todo da igual.
Los gags funcionan porque sabes que es verdad, porque no fuerza a nadie a hacer o decir lo que dicen o hacen, Borat es un personaje ridículo que queda eclipsado por la gente absurda que le rodea.
Es probablemente la película más feminista de este año y probablemente sea eso lo que pica. Expone los tabúes aún existentes con la sexualidad femenina, aparte de hacer un recorrido necesario por esta sociedad que, por suerte, ya no gobierna pero que puebla el mundo en el que la mujer, y más si es joven, se le considera más ganado o un trofeo, que persona.
En definitiva, necesaria, descojonante, brutal y más que comedia, es terror. Porque la gente que sale en ella existe y no se esconden, solo hay que leer los comentarios de esta página. Hace falta más Borat y más Sacha Baron Cohen.
Ahora bien, la única razón por la que una persona pudiera pensar que este no es el mismo Borat, es que de verdad creyera que es un reportero de Kazakhstan antisemita, misógino, sexista y básicamente un retrasado social. Lo que me lleva a que si de verdad les gustó la primera película creyendo eso, es que se identificaban con Borat, y ahora, 14 años después, al ver una evolución de personaje que va en paralelo al de la sociedad, esta gente se ha quedado atrás, en ese antisemitismo, racismo y machismo que al parecer tanto les gustaba.
La película está perfectamente construida, no para servir de propaganda anti Trump, que también, sino para exponer de manera perfecta y sin esfuerzo las miseras más grandes de la sociedad actual. Y es curioso que estas críticas solo se centren en lo mucho que les ha dolido los chistes contra Trump, y sin embargo pasen por alto otras escenas igual de importantes. Las expongo en los spoilers para no estropear la película, pero retratan uno de los mayores problemas que experimentamos ahora, el hecho de que todo da igual.
Los gags funcionan porque sabes que es verdad, porque no fuerza a nadie a hacer o decir lo que dicen o hacen, Borat es un personaje ridículo que queda eclipsado por la gente absurda que le rodea.
Es probablemente la película más feminista de este año y probablemente sea eso lo que pica. Expone los tabúes aún existentes con la sexualidad femenina, aparte de hacer un recorrido necesario por esta sociedad que, por suerte, ya no gobierna pero que puebla el mundo en el que la mujer, y más si es joven, se le considera más ganado o un trofeo, que persona.
En definitiva, necesaria, descojonante, brutal y más que comedia, es terror. Porque la gente que sale en ella existe y no se esconden, solo hay que leer los comentarios de esta página. Hace falta más Borat y más Sacha Baron Cohen.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los momentos a los que me refería antes:
Un hombre pone clavos en una caja para encerrar a una niña, sin preguntar nada.
Un médico anti aborto dice que no importa en ese momento que su padre le haya dejado embarazada, que es obra de Dios.
Un médico de cirugía plástica no solo va a operar a una niña de 15 años sino que dice que se la tiraría si no estuviera su padre.
Pero el problema es que es una película anti Trump. Ya.
Y sí, lo de Rudy Giulani es de locos por la sencilla razón de que tiene 76 años, se supone que casado, y ya sabemos su pasado y gusto por las chicas jóvenes.
Un hombre pone clavos en una caja para encerrar a una niña, sin preguntar nada.
Un médico anti aborto dice que no importa en ese momento que su padre le haya dejado embarazada, que es obra de Dios.
Un médico de cirugía plástica no solo va a operar a una niña de 15 años sino que dice que se la tiraría si no estuviera su padre.
Pero el problema es que es una película anti Trump. Ya.
Y sí, lo de Rudy Giulani es de locos por la sencilla razón de que tiene 76 años, se supone que casado, y ya sabemos su pasado y gusto por las chicas jóvenes.