El slasher ha vuelto. O mejor dicho Viernes 13 esta aquí de nuevo. Volvemos a tener un Jason imparable que una vez que despierta empieza con un reguero de sangre inaudito.

Con una imagen muy parecida a los grandes clásicos, de los 70 y los 80, esta producción canadiense, nos regala un nuevo y atormentado malo, que hará la delicias de los amantes del género. Con unas muertes muy sorprendentes. Y con una historia que no le da muchas vueltas, va rápida y a buen ritmo, sin dejarse atrapar por un relleno de argumento muy habitual en la actualidad.

Si hay que ponerle un pero, es la falta de una melodía que acompañe a nuestro asesino, como la mítica que acompañaba a nuestro queridísimo Jason, pero entonces estaríamos hablando de una obra redonda a la primera. Esperando a que nuestro Johnny se convierta en el heredero de los míticos Jason, Freddy y Michael. Ya hay anunciada una nueva entrega.