Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Fej Delvahe
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por Fej Delvahe
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Fej Delvahe:
8

Voto de Fej Delvahe:
8
6,7
58
26 de septiembre de 2010
26 de septiembre de 2010
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película en blanco y negro que nos cuenta, con el estilo asequible del director Hiroshi Shimizu, una historia sobria o elemental pero llena de segmentos profundos que encogen el corazón.
Nos situamos en el Japón de finales de los años treinta. Nobuko (interpretada por la elegantísima Mieko Takamine) es una maestra contratada como tal en un colegio o internado de muchachas japonesas. Como todo docente tiene que vérselas con un alumno que trata de llamar la atención haciéndose el gracioso y comportándose de forma díscola y provocativa contra el orden y las buenas maneras educacionales. En este caso la escolar problemática se llama Eiko (interpretada por Mitsuko Miura).
Lo que en principio no entiende la maestra Nobuko es por qué la escuela con su directora y demás profesoras le permiten a la alumna Eiko sus continuas tonterías, desconsideraciones e indocilidad (por lo que ya es conocida desde antes de la llegada de la nueva profesora) y no la frenan disciplinariamente. Más tarde se dará cuenta que el padre de Eiko es un hombre importante que aporta un gran apoyo económico o monetario al proyecto de esta escuela y en consecuencia los docentes no quieren contrariarle disciplinando a su consentida hija. No obstante Nobuko le pondrá los puntos sobre las íes a esta muchacha zafia que, en sus ansias de convertirse en el centro de atención de todos los integrantes de la escuela, reaccionará con un comportamiento extremadamente peligroso.
A la vez hay otros detalles o circunstancias muy a tener en cuenta en la película. Por ejemplo, Nobuko, como no es de la ciudad sino que viene del campo, a veces para o se aloja en una casa de geishas —en Japón, geishas son muchachas que danzan, cantan, tocan instrumentos musicales y realizan la ceremonia del té, además de otras cosas más carnales, para animar a los hombres que las solicitan o las contratan— cuya regente es tía suya. Allí, Nobuko también verá el drama de una aprendiz de geisha, con la edad de sus alumnas, que es instruida para esa profesión tan limitada cuando lo lógico sería que estuviese yendo a la escuela con las jóvenes de su edad y formándose para ser una mujer culta y con más oportunidades de futuro. Ocurre además, que a veces su tía le envía un bocadillo a la escuela con algunas de sus geishas, quienes generan con su sola presencia un cierto escándalo en el pudoroso ambiente del internado, con el consiguiente apuro para Nobuko.
En fin, una película notable, llamativa, exótica y digna de ser contemplada por el contenido magistral que encierra.
Fej Delvahe
Nos situamos en el Japón de finales de los años treinta. Nobuko (interpretada por la elegantísima Mieko Takamine) es una maestra contratada como tal en un colegio o internado de muchachas japonesas. Como todo docente tiene que vérselas con un alumno que trata de llamar la atención haciéndose el gracioso y comportándose de forma díscola y provocativa contra el orden y las buenas maneras educacionales. En este caso la escolar problemática se llama Eiko (interpretada por Mitsuko Miura).
Lo que en principio no entiende la maestra Nobuko es por qué la escuela con su directora y demás profesoras le permiten a la alumna Eiko sus continuas tonterías, desconsideraciones e indocilidad (por lo que ya es conocida desde antes de la llegada de la nueva profesora) y no la frenan disciplinariamente. Más tarde se dará cuenta que el padre de Eiko es un hombre importante que aporta un gran apoyo económico o monetario al proyecto de esta escuela y en consecuencia los docentes no quieren contrariarle disciplinando a su consentida hija. No obstante Nobuko le pondrá los puntos sobre las íes a esta muchacha zafia que, en sus ansias de convertirse en el centro de atención de todos los integrantes de la escuela, reaccionará con un comportamiento extremadamente peligroso.
A la vez hay otros detalles o circunstancias muy a tener en cuenta en la película. Por ejemplo, Nobuko, como no es de la ciudad sino que viene del campo, a veces para o se aloja en una casa de geishas —en Japón, geishas son muchachas que danzan, cantan, tocan instrumentos musicales y realizan la ceremonia del té, además de otras cosas más carnales, para animar a los hombres que las solicitan o las contratan— cuya regente es tía suya. Allí, Nobuko también verá el drama de una aprendiz de geisha, con la edad de sus alumnas, que es instruida para esa profesión tan limitada cuando lo lógico sería que estuviese yendo a la escuela con las jóvenes de su edad y formándose para ser una mujer culta y con más oportunidades de futuro. Ocurre además, que a veces su tía le envía un bocadillo a la escuela con algunas de sus geishas, quienes generan con su sola presencia un cierto escándalo en el pudoroso ambiente del internado, con el consiguiente apuro para Nobuko.
En fin, una película notable, llamativa, exótica y digna de ser contemplada por el contenido magistral que encierra.
Fej Delvahe
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Preciosa la escena en la que la maestra Nobuko sale con sus alumnas de paseo o marcha por el campo, van andando todas por una carretera comarcal, estrecha y de tierra a cuyo lado derecho transcurre un riachuelo, entonces la cámara se centra en las dos protagonistas principales de la película, en el diálogo de tira y afloja que en ese momento se da entre ambas.