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Voto de Lizz Christie:
5

Voto de Lizz Christie:
5
6,4
17.318
Drama. Thriller. Comedia
Mientras lucha por encontrar su lugar en la Universidad de Oxford, el estudiante Oliver Quick se ve arrastrado al mundo del encantador y aristocrático Felix Catton, que le invita a Saltburn, la extensa finca de su excéntrica familia, para pasar un verano inolvidable. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2024
1 de enero de 2024
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Saltburn, dirigida por Emerald Fennell, es una película que evoca reminiscencias de novelas clásicas como "El talento de Mr. Ripley" de Patricia Highsmith, aunque realmente está basada en la novela "Retorno a Brideshead" de Evelyn Waugh, publicada antes que la obra de Highsmith. Ambas novelas han tenido múltiples adaptaciones cinematográficas, y Saltburn se suma a esta tradición, pero buscando sorprender y hacerse viral en redes sociales para atraer al público.
Lo que caracteriza a Saltburn (2023) es que cada pocas escenas busca impactar con escenas morbosas (¿Uy, pero qué está haciendo Ollie?"), y frases de un humor negrísimo. No es una película erótica o romántica, aunque puede dar esa impresión en el tráiler.
La cinematografía de Saltburn es destacable, con localizaciones impresionantes que realzan la estética visual. La banda sonora, que combina temas indie pop electrónico y piezas orquestales, aporta una capa adicional de profundidad, especialmente en momentos dramáticos.
En cuanto a las actuaciones, Rosamund Pike brilla una vez más en el papel de Elspeth, recordando a sus interpretaciones anteriores, como en "Gone Girl". Archie Madekwe entrega una sólida actuación como Farleigh, pero es Barry Keoghan quien se roba el espectáculo como Oliver Quick, en una actuación excelente, como me tiene acostumbrada desde que lo vi por primera vez en El sacrificio de un ciervo sagrado de Yorgos Lanthimos. Keoghan ha demostrado ser un actor talentoso, y en Saltburn no es la excepción.
Sin embargo, el guion no me ha gustado, deja mucho que desear. Me ha faltado más diálogo entre personajes, más desarrollo (por lo menos) del personaje principal que es Oliver, más desarrollo de dinámicas entre personajes clave. Creo que tenía el metraje suficiente para impactar con escenas morbosas debido a que el protagonista usa mucho el sexo para manipular ciertos personajes, a la vez que, desarrollaban más la historia para que fuera un melodrama con humor negrísimo, más redondo (un ejemplo podría ser Match Point, y otros ejemplos serían, novelas mexicanas famosas por ser tan dramáticamente exageradas que al final no podías evitar reírte)
Para mí la historia se queda plana, y sin sentido para varias de las acciones de su protagonista. Me desconecta, me importa menos lo que pase y a quién le pase. Ese sentido del protagonista puede ser retorcido, fantasioso, el que sea, y ha estado ausente en esta película. La historia carece de un sentido coherente en las acciones de su protagonista, pero es muy atractiva de ver, eso sí.
Lo mejor: Barry Keoghan (ha estado de 10), la fotografía y la banda sonora.
Lo peor: Explicaciones finales, más de la mitad del guion, lo poco aprovechado que está la duración del su metraje.
Lo que caracteriza a Saltburn (2023) es que cada pocas escenas busca impactar con escenas morbosas (¿Uy, pero qué está haciendo Ollie?"), y frases de un humor negrísimo. No es una película erótica o romántica, aunque puede dar esa impresión en el tráiler.
La cinematografía de Saltburn es destacable, con localizaciones impresionantes que realzan la estética visual. La banda sonora, que combina temas indie pop electrónico y piezas orquestales, aporta una capa adicional de profundidad, especialmente en momentos dramáticos.
En cuanto a las actuaciones, Rosamund Pike brilla una vez más en el papel de Elspeth, recordando a sus interpretaciones anteriores, como en "Gone Girl". Archie Madekwe entrega una sólida actuación como Farleigh, pero es Barry Keoghan quien se roba el espectáculo como Oliver Quick, en una actuación excelente, como me tiene acostumbrada desde que lo vi por primera vez en El sacrificio de un ciervo sagrado de Yorgos Lanthimos. Keoghan ha demostrado ser un actor talentoso, y en Saltburn no es la excepción.
Sin embargo, el guion no me ha gustado, deja mucho que desear. Me ha faltado más diálogo entre personajes, más desarrollo (por lo menos) del personaje principal que es Oliver, más desarrollo de dinámicas entre personajes clave. Creo que tenía el metraje suficiente para impactar con escenas morbosas debido a que el protagonista usa mucho el sexo para manipular ciertos personajes, a la vez que, desarrollaban más la historia para que fuera un melodrama con humor negrísimo, más redondo (un ejemplo podría ser Match Point, y otros ejemplos serían, novelas mexicanas famosas por ser tan dramáticamente exageradas que al final no podías evitar reírte)
Para mí la historia se queda plana, y sin sentido para varias de las acciones de su protagonista. Me desconecta, me importa menos lo que pase y a quién le pase. Ese sentido del protagonista puede ser retorcido, fantasioso, el que sea, y ha estado ausente en esta película. La historia carece de un sentido coherente en las acciones de su protagonista, pero es muy atractiva de ver, eso sí.
Lo mejor: Barry Keoghan (ha estado de 10), la fotografía y la banda sonora.
Lo peor: Explicaciones finales, más de la mitad del guion, lo poco aprovechado que está la duración del su metraje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No voy a hablar aquí de las escenas que más impactan, creo que es mejor que sean una sorpresa porque, si no, ¿qué le queda para ofrecer la película?
La trama intenta mostrar al personaje de Oliver como un "lobo en la piel de un cordero", perspicaz y persuasivo a un nivel que es capaz de poder influenciar y controlar a los que viven en Saltburn, pero la inteligencia y perspicacia del resto de personajes no hace que esas características de Oliver tengan que destacar durante toda la historia y le hagan salir airoso del reto que tiene entre manos. Lo que más veo que usa Oliver a lo largo de la historia es el sexo y tener un rol de víctima con frases repetitivas, que se resumen en dos palabras muy utilizadas como título en muchas películas y novelas: sexo y mentiras. Hasta que le pillan la mentira, y acto seguido, le bajan la inteligencia o perspicacia a ese personaje.
Las explicaciones finales de que Oliver lo tenía todo planeado parece el típico diálogo de villano (y de los malos) que le explica a otro personaje lo que él ha planeado y lo que va a suceder. Es innecesario para la trama, al igual que los flashbacks de esas escenas. No aportan nada, ni desarrollan las motivaciones de Oliver que es lo que faltó a lo largo de la película.
Toda esta parte de villano, de ser persuasivo y explicar lo que ha pasado y lo que va a suceder, creo que sí lo desarrollan muy bien en una película anterior de la filmografía de Keoghan, "El sacrificio de un ciervo sagrado" de Yorgos Lanthimos. Se puede ver cómo el personaje que interpreta Keoghan manipula a toda una familia y les explica lo que tiene entre manos, no se resta inteligencia al resto de personajes y a lo largo de la historia vas entendiendo el porqué lo hace, aunque sea retorcido (sin flashbacks, ni sobre explicaciones).
También me da la sensación de que había subtramas que de desarrollarlas hubieran mejorado la película, como la de Carey Mulligan como Pamela o la del personaje de Farleigh.
Ver el baile de Barry (Ollie) al final, después de no entender lo que estaba viendo y una vez acabada la historia, he disfrutado de la coreografía que se marca Keoghan. No sé si es como un premio por llegar hasta el final. No la voy a suspender y va a ser por su actuación.
La trama intenta mostrar al personaje de Oliver como un "lobo en la piel de un cordero", perspicaz y persuasivo a un nivel que es capaz de poder influenciar y controlar a los que viven en Saltburn, pero la inteligencia y perspicacia del resto de personajes no hace que esas características de Oliver tengan que destacar durante toda la historia y le hagan salir airoso del reto que tiene entre manos. Lo que más veo que usa Oliver a lo largo de la historia es el sexo y tener un rol de víctima con frases repetitivas, que se resumen en dos palabras muy utilizadas como título en muchas películas y novelas: sexo y mentiras. Hasta que le pillan la mentira, y acto seguido, le bajan la inteligencia o perspicacia a ese personaje.
Las explicaciones finales de que Oliver lo tenía todo planeado parece el típico diálogo de villano (y de los malos) que le explica a otro personaje lo que él ha planeado y lo que va a suceder. Es innecesario para la trama, al igual que los flashbacks de esas escenas. No aportan nada, ni desarrollan las motivaciones de Oliver que es lo que faltó a lo largo de la película.
Toda esta parte de villano, de ser persuasivo y explicar lo que ha pasado y lo que va a suceder, creo que sí lo desarrollan muy bien en una película anterior de la filmografía de Keoghan, "El sacrificio de un ciervo sagrado" de Yorgos Lanthimos. Se puede ver cómo el personaje que interpreta Keoghan manipula a toda una familia y les explica lo que tiene entre manos, no se resta inteligencia al resto de personajes y a lo largo de la historia vas entendiendo el porqué lo hace, aunque sea retorcido (sin flashbacks, ni sobre explicaciones).
También me da la sensación de que había subtramas que de desarrollarlas hubieran mejorado la película, como la de Carey Mulligan como Pamela o la del personaje de Farleigh.
Ver el baile de Barry (Ollie) al final, después de no entender lo que estaba viendo y una vez acabada la historia, he disfrutado de la coreografía que se marca Keoghan. No sé si es como un premio por llegar hasta el final. No la voy a suspender y va a ser por su actuación.