Me sentía obligada a ver la última película porque en general me gusta Almódovar a pesar de que las últimas no conectaron contigo. La habitación de al lado me pareció demasiado fría con ese final desangelado y el corto Extraña forma de vida, ese homenaje al western, no me convenció. Así que hoy, teniendo dos de los componentes de éstas dos últimas: en inglés y Tilda, iba yo al cine con cierto temor. Pero ha sido empezar los primeros fotogramas y enamorarme.
La película es preciosa fotográficamente como es habitual en Almodóvar, aunque Eduard Grau no es un habitual de sus películas, y nos presenta un Nueva York precioso con una decoración muy Almódovar, impagables esas decoraciones elegantes y extravagantes y ese precioso cuadro en el comedor de Tilda que nos lleva directamente a La Mancha, en pleno NY. Y entre esos skylines y travellings los primeros planos maravillosos de las interpretaciones de Julianne Moore y Tilda Swinton. Ambas excelsas, contenidas y expresivas, en duelo interpretativo de miradas y gestos. Ese subir todos los días los peldaños para ver si la vida o la muerte amanecían con los pájaros..
Un placer ver a John Turturro en esta película, que lo tenía un poco perdido en el cine que a mi me gusta. Sorpresa al ver a Victoria Luengo y a Juan Diego Botto, y a Raúl Arévalo en la cuota española de la película.
La historia es previsible desde el inicio, pero no por ello deja de ser interesante. Siempre un paso adelante con la Eutanasia, que debería ser libre y una opción digna ante la muerte. Todo hay que decir, que ésta es una eutanasia de ricos, dónde uno puede retirarse a un lugar de ensueño y diseño para encontrar el momento para hacerlo. Los demás mortales no podemos acceder a la “píldora” mágica ni podemos alquilar el resort. Tenemos que conformarnos con cocktails de fármacos y como mucho retirarnos al monte, con riesgo de ser comidos por algún animal salvaje. Pero lo que importa es el principio que se defiende y como os decía, SIEMPRE SI.
La música delicada es un must de Almodóvar, una vez más de la mano de Alberto Iglesias.
Lo más bonito de la película… el valor y enaltecimiento de la amistad en una misión difícil cuando es un delito ayudar a alguien a lograr este objetivo. Y este si es un valor que no tiene que ver con las clases sociales.
Y un paralelismo fácil, se desmorona tu vida ante la muerte y el mundo se desmorona ante la acción del hombre sobre el mismo. Este punto de vista lo expresa el personaje de Turturro y su pesimismo existencial.
Bravísimo este nuevo Almodóvar que se nos va a los USA en su edad madura, como en su día vino Woody Allen a Europa. Precioso intercambio de culturas que demuestra que el cine… está por encima de todo y los grandes directores pueden desarrollarse en cualquier lugar.

León de Oro Mejor Película, Festival de Venecia en 2024