Si tuviese que clasificarla en un solo género, no lo haría en comedia, sino en drama. Ahí es donde se hace fuerte. Si, tendrá sus momentos graciosos, pero están lejos de ser gags como los de American Pie diseñados para hacer reír a carcajadas a adolescentes. La comedia que se maneja acá es comedia negra, en particular una comedia que te va a incomodar, pero creo yo, en el buen sentido de la palabra. Vas a conectar con los protagonistas y vas a sentir vergüenza ajena, te van a dar pena y hasta tristeza. Y por ahí es donde está lo mejor, cuando se aleja de la comedia y entra al drama. Cuando ves cómo se forja la amistad entre los protagonistas. Cuando ves como luchan y se arrastran por la inmundicia para alcanzar su peculiar sueño. Cuando fracasan y fracasan.

Para mí es una de las mejores películas que se pudieron ver en este 2020 que pasó. Pero no, esta no es una película hecha para llamar la atención de la Academia. No es una película para todos. Por ejemplo no estoy seguro si una mujer podría empatizar con estos dos perdedores. Tal vez muchos hombres tampoco puedan. Es una película que se mete en lo más sucio y patético del mundo del porno. Algunos podrían decir que le faltó tocar el tema de las actrices porno, sus vidas, sus motivos, sus sentimientos. Para mí eso es un tema en el que se puede profundizar en la totalidad de otra película o serie. Pero esta apunta en otra dirección para contar algo que al menos yo nunca había visto y que probablemente nunca se vuelva a hacer. Esta es una película basada en una tragicómica historia real de dos mopes.