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Voto de Fructu Navarro:
4

Voto de Fructu Navarro:
4
28 de marzo de 2025
28 de marzo de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película en general es plana, lineal, a veces resulta algo artificial; la interconexión entre los actores principales, futuros enamorados, funciona a trompicones. Falta ese feeling del amor romántico típico de este cine, alguna lágrima y emoción hubiese ayudado. Un intento, de asomar algunos detalles sutiles, apoyados por la altura del plano y la iluminación, en general, la presentación es pobre, le falta un gancho, o una emoción, drama, efecto de cuando en cuando.
La película es entretenida y se enmarca en el género de las historias de amor, aunque en este caso puede parecer demasiado presuntuosa. Mezcla detalles realistas con otros que son difícilmente creíbles en un mundo actual lleno de oportunidades para conocer a personas, especialmente en un periodo tan extenso como es un año. No se termina de entender la relación entre Nadie de Santiago (Nerea) y Luis Fernández (Hugo), quien, por momentos, deja al espectador casi convencido de su interés en ella.
¿Se puede recuperar el amor de tu vida? Seguro que no es lo habitual, pero podría ser posible. Digo “podría” porque no somos robots y cada ser humano es único, con sus propios esquemas y emociones.
En cuanto a la composición, la fotografía y la escenografía, son aceptables, pero nada destacable. La película sigue un orden lineal y respeta lo que se busca, aunque salvo algún plano que se salga de lo normal, todo es bastante estándar.
La música sí actúa como un constante hilo conductor a lo largo de la película. Es como un concierto continuo de piano, con melodías que apoyan, que tratan de apoyar el romanticismo que se pretende transmitir.
Recomendaría la película como una opción para pasar un rato de ocio y distracción, sin esperar nada extraordinario en casi ningún aspecto. Digo “casi” porque creo que hay que destacar un mensaje: “la pereza es la madre de la pobreza”, y esta pobreza no se refiere solo al dinero, sino a los resultados en cualquier ámbito, ya sea amor, aprendizajes o ilusiones. A veces, se necesita un hilo conductor, y en esta película, los personajes principales lo encuentran entre ellos.
La película es entretenida y se enmarca en el género de las historias de amor, aunque en este caso puede parecer demasiado presuntuosa. Mezcla detalles realistas con otros que son difícilmente creíbles en un mundo actual lleno de oportunidades para conocer a personas, especialmente en un periodo tan extenso como es un año. No se termina de entender la relación entre Nadie de Santiago (Nerea) y Luis Fernández (Hugo), quien, por momentos, deja al espectador casi convencido de su interés en ella.
¿Se puede recuperar el amor de tu vida? Seguro que no es lo habitual, pero podría ser posible. Digo “podría” porque no somos robots y cada ser humano es único, con sus propios esquemas y emociones.
En cuanto a la composición, la fotografía y la escenografía, son aceptables, pero nada destacable. La película sigue un orden lineal y respeta lo que se busca, aunque salvo algún plano que se salga de lo normal, todo es bastante estándar.
La música sí actúa como un constante hilo conductor a lo largo de la película. Es como un concierto continuo de piano, con melodías que apoyan, que tratan de apoyar el romanticismo que se pretende transmitir.
Recomendaría la película como una opción para pasar un rato de ocio y distracción, sin esperar nada extraordinario en casi ningún aspecto. Digo “casi” porque creo que hay que destacar un mensaje: “la pereza es la madre de la pobreza”, y esta pobreza no se refiere solo al dinero, sino a los resultados en cualquier ámbito, ya sea amor, aprendizajes o ilusiones. A veces, se necesita un hilo conductor, y en esta película, los personajes principales lo encuentran entre ellos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película presenta una historia con pocos personajes, ambientada en un entorno cotidiano donde dos adultos con mentalidad independiente y altos valores humanos se conocen al descubrir que están leyendo el mismo libro, “365+1”. Se sienten atraídos el uno por el otro e inician un romance que culmina en una boda.
Sin embargo, la presión que siente Hugo en su trabajo como enfermero en una clínica de oncología infantil lo lleva a volverse introspectivo, obviando la bonita relación que ha construido hasta el punto de que esta se rompe. A pesar de esto, los protagonistas deciden seguir adelante con sus vidas, aunque dejan entrever un interés mutuo subyacente.
Una profesora de piano se convierte en la “celestina” de la historia, ya que, al enseñarle a tocar el piano a Hugo, logra atraer de nuevo a su antigua esposa y reconquistar el amor perdido.
Sin embargo, la presión que siente Hugo en su trabajo como enfermero en una clínica de oncología infantil lo lleva a volverse introspectivo, obviando la bonita relación que ha construido hasta el punto de que esta se rompe. A pesar de esto, los protagonistas deciden seguir adelante con sus vidas, aunque dejan entrever un interés mutuo subyacente.
Una profesora de piano se convierte en la “celestina” de la historia, ya que, al enseñarle a tocar el piano a Hugo, logra atraer de nuevo a su antigua esposa y reconquistar el amor perdido.