Con pocas palabras y un guión brillante a la forma que debe desempeñar un western se presenta una película que realmente resucita el sabor de la arena seca de los desiertos de Estados Unidos mezclados con el olor a pólvora, es decir, a las pelis de vaqueros. Hay un factor importantísimo por lo que la cinta funciona -al menos a mi gusto-, se trata de Everett Hitch, un personaje que interpreta a la perfección Viggo Mortensen y que según van avanzando los minutos, te vas dando cuenta de cómo actuaría Hitch en según qué situación, ya que pincelan el personaje de una forma increíble. Los gestos de Mortensen, su forma de mirar, y esas palabras tan precisas y oportunas como sus balas hacen que Everett Hitch sea un tipo realmente duro.
El personaje de Ed Harris aunque menos detallado, también consigue representar su rol; es la sabiduría y experiencia del oeste otorgándole la mejor sombra con rifle que pudo tener... Everett Hitch.
No se trata de una de estas películas aburridas que no saben expresar con la imagen dando la sensación que absolutamente todo lo tienen que contar.