Corea del Sur sigue haciendo aproximaciones al universo zombi, ahora desde la óptica millenial. Un joven Youtuber que vive rodeado de tecnología se encuentra atrapado en su piso mientras en el exterior se desata un apocalipsis zombi. Nada preparado para sobrevivir por sí solo, verá pasar los días sin esperanza de rescate.

La cinta francesa de 2018 "La Noche Devora El Mundo" tenía un planteamiento parecido, pero siendo francesa solo podía resultar un producto inane y pretencioso. En #Alive, sin mayores rodeos, apenas tardamos unos minutos en pisar el acelerador, sin presentaciones absurdas porque el número de personajes tampoco lo requiere. El cartel promocional y el aspecto de nuestro protagonista, con su pelo teñido de amarillo, podría dar pie a pensar que estamos ante una comedia de terror, pero pronto la esperanza de desvanece. Es un survival urbano en toda regla, cosa que se lamenta, porque humor es justo lo que le hacía falta a la función. Sobre todo para hacer más llevaderas ciertas incongruencias, como pasar días sin comida ni agua y que ni se note en tu aspecto, y otros momentos que rozan la idiotez, como caer inconsciente por una simple caída, y justo cuando más inconveniente resulta (forzadísimo momento de tensión).

Sobre los zombis, pues como suelen venderlos en Corea de Sur, acelerados y vivarachos. Pero con trampa, porque aquí conservan cierta huella de inteligencia, pero solo cuando conviene al guión. Cuando no es así son tan animalescos y disparatados como en otras producciones de ese país. Se atisba un asomo de crítica social en el retrato del protagonista, que vive con sus padres, muy ducho con toda la tecnología moderna pero un inútil integral si le quitan el elemento humano que le soluciona las necesidades más básicas. Y otro relativo a la sobrepoblación urbana. El final mejor lo vamos a dejar porque es un anti clímax de cajón, hollywoodiense a morir. Es entretenida, no lo vamos a negar, pero deja insatisfecho y con la sensación de oportunidad desperdiciada.