Novocaine ha sido una película que sin parecerme una maravilla, ha cumplido como entretenimiento gracias a su divertida propuesta.

En esta, se nos presenta a Nathan Caine, un chico bastante torpe y tímido que tiene la peculiaridad de no sufrir dolor, todo debido a una enfermedad que hace que su sistema nervioso no funcione. Un día, atracan el banco donde él trabaja y se llevan a su novia como rehén. Así que sin pensárselo dos veces, el irá a rescatarla aunque tenga que esquivar la ley.

A partir de esta base, la cinta de Dan Berk y Robert Olsen nos ofrece un gamberro, simpático y ameno entretenimiento en el que se mezclaran múltiples géneros, desde el thriller, la acción y la comedia negra. También ha destacar el reparto, todos ellos muy entregados en sus papeles, pero el que más destaca es Jack Quaid como nuestro protagonista Nathan Caine (alias Novocaine).

El guión e historia pueden ser obvios y predecibles, pero es una película que va de menos a más, con golpes de humor más directos, tanto por el humor negro como algunas frases ingeniosas. Mención honorífica a la toda esa parte que ocurre en la casa con trampas. El resto de apartados como la dirección, banda sonora y fotografía son simplemente correctos, pero destaco la gran cantidad de violencia y asesinatos creativos que hay en la peli.

Es verdad que su concepto se parece al de Kick-Ass y que la película a veces se puede volver pesada por culpa de ese inicio tan lento, pero en términos generales Novocaine no está nada mal. Una cinta palomitera con algo de encanto y personalidad, algo que se agradece entre tanta secuela insulsa y remake.

Merece la pena echarle un vistazo, aunque solo sea para pasar el rato.