La ópera prima de George Miller y uno de los mitos del cine australiano, que procuraría fama internacional al actor Mel Gibson. Una especie de western futurista de trasfondo fascistoide, propio de la vena estadounidense, y presupuesto ajustado. El protagonista es Max Rockatansky, policía de una patrulla especial enfrentada a una banda de sádicos motorizados. En el apartado estético encontraremos elementos de cómic e indumentaria de tipo sadomasoquista.



"Dicen que el pueblo ya no cree en héroes ni valientes."