La directora nos trae un metraje de casi 2 horas que esta repleto de humor, situaciones de comedia y mucha acción. Mila Kunis interpreta a Audrey, que debido a ciertas circunstancias se entera de que su ex es un espía y que ahora tendrá que hacerle un favor antes de que la gente que la busca acabe con ella. Su mejor amiga Morgan (Kate McKinnon), estará con ella para ayudarla y acompañarla en su loca travesía.

El principal problema con esta cinta es el excesivo humor y comedia que se trata de imponer para hacer gracia y termina siendo muy denso y aburrido hasta causar agotamiento en el espectador. Funciona por momentos, pero por muchos otros no. Las escenas de acción y de persecución están muy bien logradas y son bastante entretenidas. Al fin y al cabo estos largometrajes están para esto, para entretener y llenarte el estómago de chistes y acción cada 2 minutos.

Al ser un filme de espías era quizás predecible que en algún momento inserten un giro "inesperado" dentro de la trama, que termina siendo algo casi obvio o que se veía venir. Y que a su vez termina quedando tan mal estructurado y tan escueto, que tampoco podemos tampoco darle demasiada importancia o que realmente cambie el curso de la historia.

En cuanto a los personajes, son todos completamente olvidables y hasta hay algunos innecesarios o que no aportan nada para la trama. El dúo protagónico femenino tiene buena química y es lo más salvable de toda la cinta, las demás interpretaciones son correctas pero nadie va a recordar a estos personajes al terminar la película.

Pero en resumen, "Mi ex es un espía" entra dentro del grupo de películas que entretienen de principio a fin si obviamos la gran mayoría de exceso de comedia y situaciones y actuaciones exageradas y olvidables que terminan abrumando al espectador.

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