Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with BGIL77
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de BGIL77:
9

Voto de BGIL77:
9
6,7
11.137
Drama. Comedia
En 1993, un corto de Jim Jarmusch titulado "Coffee and Cigarettes" recibió la Palma de Oro del Festival de Cannes. Once años depués Jarmusch rueda "Coffee and Cigarettes", un conjunto de episodios cortos. Cada secuencia muestra a diversos personajes sentados a una mesa, tomando café, fumando cigarrillos y discutiendo sobre temas tan diversos como la preparación del té inglés, las teorías sobre la conspiración contra Elvis Presley, Abbot ... [+]
12 de julio de 2007
12 de julio de 2007
11 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entras en una cafeteria. Con leche, por favor. ¿Azúcar? Sí, mucho. Clic, clic, clic... la cucharilla al golpear contra la taza mientras remueves, despacito, saboreando el instante. Algo se despierta en tu interior. La situación lo requiere. Es inevitable. Lo siento, pulmones, de verdad, chicos, pero ya me encargaré de vosotros luego. Ahora vamos a lo nuestro. Sacas uno, rebuscas en los bolsillos, una chispa, y..... ufffffffffffffff, el humo se lanza hacia el techo describiendo figuras imposibles, que apenas duran unos segundos. Disfrutas el momento.
A base de diminutos momentos como este, fragmentos aislados de vidas extrañas, escenas que se repiten cientos de veces diariamente, ha construido Jim Jarmusch esta pequeña obra maestra que reúne a una veintena de actores en una serie de cortos de apenas cinco minutos de duración cuyo único nexo en común es el hecho de presentar a los protagonistas ante tazas repletas de café y fumando sendos cigarrillos. Entre ellos, a destacar el protagonizado por los músicos Iggy Pop y Tom Waits, así como el que cuenta con Steve Buscemi en el papel de camarero que no duda a la hora de exponer sus alocadas teorías, u otro con Roberto Benigni y Steven Wright como dos adictos cafeinómanos.
Una galería de personajes surrealistas, salidos de no se sabe dónde y sin ningún destino en particular, mantienen conversaciones sobre temas tan dispares como la cafeína, la música, el inventor Tesla, la popularidad, la medicina alternativa, el dentista, Elvis... que no van a ninguna parte, que no arreglan el mundo ni tampoco lo pretenden. Y en el minimalismo de sus piezas encierra un tremendo homenaje hacia una forma de entender la vida que está desapareciendo en nuestros días, esa contemplación relajada, pausada, de la locura de nuestra época desde el otro lado del cristal de una cafetería, con una taza repleta de cafeína y un paquete lleno de pernicioso tabaco, momentos antes de que un individuo malhumorado nos indique que está prohibido fumar.
Una hora y media para sentarse en un cómodo sillón dispuesto a saborear una buena taza de buen cine americano.
A base de diminutos momentos como este, fragmentos aislados de vidas extrañas, escenas que se repiten cientos de veces diariamente, ha construido Jim Jarmusch esta pequeña obra maestra que reúne a una veintena de actores en una serie de cortos de apenas cinco minutos de duración cuyo único nexo en común es el hecho de presentar a los protagonistas ante tazas repletas de café y fumando sendos cigarrillos. Entre ellos, a destacar el protagonizado por los músicos Iggy Pop y Tom Waits, así como el que cuenta con Steve Buscemi en el papel de camarero que no duda a la hora de exponer sus alocadas teorías, u otro con Roberto Benigni y Steven Wright como dos adictos cafeinómanos.
Una galería de personajes surrealistas, salidos de no se sabe dónde y sin ningún destino en particular, mantienen conversaciones sobre temas tan dispares como la cafeína, la música, el inventor Tesla, la popularidad, la medicina alternativa, el dentista, Elvis... que no van a ninguna parte, que no arreglan el mundo ni tampoco lo pretenden. Y en el minimalismo de sus piezas encierra un tremendo homenaje hacia una forma de entender la vida que está desapareciendo en nuestros días, esa contemplación relajada, pausada, de la locura de nuestra época desde el otro lado del cristal de una cafetería, con una taza repleta de cafeína y un paquete lleno de pernicioso tabaco, momentos antes de que un individuo malhumorado nos indique que está prohibido fumar.
Una hora y media para sentarse en un cómodo sillón dispuesto a saborear una buena taza de buen cine americano.