El remake de "Chicas Malas" nos presenta a Cady Heron, interpretada por Angourie Rice, como la recién llegada que se adentra en el mundo complejo y a veces cruel de la jerarquía social del instituto. Las Plásticas, lideradas por la astuta Regina George (Reneé Rapp), toman el centro del escenario como reinas de la escuela secundaria.

La dirección, a cargo de Samantha Jayne y Arturo Perez Jr., se mantiene fiel a la esencia del material original. Si bien no ofrece innovaciones notables, logra capturar la esencia de las interacciones adolescentes y presenta una representación moderna de los desafíos de la adolescencia.

Las actuaciones son sólidas, aunque quizás carezcan del brillo distintivo de la versión original. Angourie Rice lleva con confianza el papel de Cady, mientras que Reneé Rapp entrega una Regina George convincente. El reparto en general se desempeña bien, aunque inevitablemente se compara con las interpretaciones icónicas de la película original.

A medida que la película avanza, queda claro que este remake adopta un tono ligeramente diferente al abordar la historia. El guion, aunque sigue las líneas generales del original, suaviza algunos de los aspectos más oscuros y crueles de la trama, inclinándose más hacia el humor y la comedia. Esta elección puede atraer a una nueva audiencia y ofrece una perspectiva refrescante para aquellos familiarizados con la versión anterior.

En cuanto a los aspectos técnicos, la película sigue una fórmula básica pero efectiva. La cinematografía y la banda sonora contribuyen a establecer el ambiente, aunque no destacan particularmente. La esencia visual y auditiva sigue siendo fiel al espíritu de la historia.

Es un remake que captura la esencia de la película original mientras le da un giro fresco y moderno. Aunque puede carecer de la mordacidad del clásico, ofrece una perspectiva más liviana y cómica que puede resonar con una nueva generación.