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Voto de deivi:
7

Voto de deivi:
7
2009 

7,1
52.816
Animación. Fantástico. Terror
Coraline es una joven aburrida que descubre que la pared tapiada tras una puerta de su piso conduce a otro mundo, con otra madre y otro padre. Todo comienza cuando la joven atraviesa una puerta secreta de su nuevo hogar y descubre una versión alternativa de su vida. A primera vista, esta realidad paralela es muy parecida a su vida real, pero mucho mejor. Pero cuando esta fantástica aventura se vuelve peligrosa y sus falsos padres ... [+]
7 de junio de 2009
7 de junio de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A día de hoy todavía son muchos los que atribuyen la autoría completa de la excelente Pesadilla antes de navidad al reconocido nombre de Tim Burton, no es menos cierto que la mano del creador de Eduardo manostijeras estaba presente en cada fotograma, pero es justo reconocer que algo tendría que ver en todo aquello su verdadero director, Henry Selick, este prestigioso animador merece de una vez por todas la desvinculación total del famoso cineasta y moldear por meritos propios un formidable trabajo en la animación imagen por imagen, siendo un experto consagrado en el stop motion y en contar historias con un exquisito gusto por la literatura popular fantástica, los miedos infantiles reformulados en un cuento gris que podría ser aplaudido como una Alicia en el país de las monstruosidades, el reverso oscuro de la divulgada obra de Lewis Carroll. Los mundos de Coraline certifica la solvencia visual y artística de Selick con un trabajo deslumbrante, basado en la novela de otro cabeza de serie en esto de las historietas legendarias, Neil Gaiman, y con un clarísimo ambiente turbio y hermoso que adosa su cinta a la tradición de los cuentos clásicos de los Hermanos Grimm, con Hansel y Gretel como cabezal primordial de lugares encantados y castillos embrujados, o las pesadillescas baldosas de un Oz alternativo, paralelo a ese triste lugar donde habita Coraline, una niña trotamundos que cree haber atravesado la puerta de los sueños sin saber que ha caído en la peor de las realidades, el lado tenebroso de las cosas y el camino que la hará encontrarse con multitud de extraños y variopintos personajes, un gato que habla y hace las veces de pepito grillo y conejo blanco, un acróbata y su legión de circenses roedores, unas vecinas artistas, y un amigo muy especial, Wyborn, que en su versión clonada será un pobre chico mudo que recuerda nuevamente las alusiones incontables a fabulas milenarias que el film lleva dentro, Blancanieves y los siete enanitos, los niños perdidos de Peter Pan (esas almas encerradas en la casa de la “otra madre”) ciertos aspectos de los relatos de Hans Christian Andersen, donde lo que entonces se insinuaba, ahora queda totalmente destapado, como un cuentacuentos inagotable donde las páginas cobran vida y Selick da elegante personalidad sin menospreciar a ese niño oculto que todo adulto lleva dentro.
Continuo en Spoiler por falta de espacio
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los mundos de Coraline es una seductora experiencia que aunque no del todo redonda, algo menos de metraje le hubiera dado el empuje definitivo, acaba rentando como un relato surrealista y resplandeciente, ejecutado de una forma brillante, con humor negro y deliciosos momentos rodados con un talento audiovisual que roza el malabar, la primera salida de Coraline al jardín del planeta de los botones, el clímax final o la representación teatral de las dos viejecitas con ese platea llena de perros espectadores, acomodador inclusive, y el fuerte sabor bucólico de realismo mágico y cuento de hadas tétrico y misterioso, una película que sirve, al fin, para confirmar, si es que hacía falta, la valía de Henry Selick en la fantasía infantil moderna y las enormes posibilidades que aun tiene la animación en todas sus conversiones, cine en tres D y los trucajes mas artesanales que recuerden al encanto de las producciones de Ray Harryhausen (Simbad y la princesa) de las que Selick se declara un fan entusiasmado.
LO MEJOR: La música de Bruno Coulais, alejándose por completo del estilo Elfman. El gato hablador, un elemento clave en la aventura. Las herramientas, tanto narrativas como visuales, que convierten Coraline en una golosa atracción para los ojos y su burtoniano comienzo confeccionando a una Coraline de trapo.
LO PEOR: Debería haber recortado en algunos minutos la duración de la cinta y disimular así, alguna que otra bajada de ritmo en el recorrido global del viaje.
LO MEJOR: La música de Bruno Coulais, alejándose por completo del estilo Elfman. El gato hablador, un elemento clave en la aventura. Las herramientas, tanto narrativas como visuales, que convierten Coraline en una golosa atracción para los ojos y su burtoniano comienzo confeccionando a una Coraline de trapo.
LO PEOR: Debería haber recortado en algunos minutos la duración de la cinta y disimular así, alguna que otra bajada de ritmo en el recorrido global del viaje.