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Terror. Fantástico
Un campesino tiene la desgracia de ser séptimo hijo. En virtud de esta generosidad genealógica, recae sobre él una maldición, que lo convierte en lobizón (hombre lobo de las Pampas) durante la luna llena. Sin embargo ha estado toda su vida viviendo alegremente sin tener problemas, hasta que se enamora de una joven rubia del pueblo. A partir de ese momento, se le aparece el Diablo, quien le advierte que el amor provoca un efecto negativo ... [+]
23 de agosto de 2010
23 de agosto de 2010
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como es habitual en el director, Favio comienza su ejercicio con una voz en off que nos pone en antecedentes. Quizás aquí la encuentre más necesaria que en otras de sus primeras obras, puesto que nos encontramos en una adaptación de las leyendas licántropas gauchas desconocidas para muchos espectadores. No esconde pues, el tono folclórico de la cinta, cementado por una impresionante fotografía antes de que la era digital convirtiera el filtro en artilugios anacrónicos.
Encuentro un error tremendo de casting la elección de Nazareno (Juan José Camero) y Griselda (Marina Magalí). Dos actores a los que no descubro emoción alguna en un apasionado romance de planos maravillosos (en la playa). Alfredo Alcón, por contra, da una lección interpretativa, ganada de mano por un papel maravilloso de diablo fatigado. Cansado de zangolotear de un lado a otro y de cascar la desgracia ajena. Deprimido por no ser padre y olvidado por aquel que le dio su poder. Alcón no sólo tiene presencia, es que hace que te enamores del Mal y no de la Griselda rubia oxigenada sin gracia alguna.
Hasta la aparición de Alcón, la película no me despierta demasiado interés. Ciertos planos de la calidad que atesora este realizador y poca cosa más. Favio aburre en la parte del romance, con un uso desmedido de la música y la perentoria necesidad de mostrarnos al macho arando campos sin gracia alguna. Toda esta parte del romance me parece demasiado edulcorada y su final no deja de ser una prolongación de toda esta miel que deja pringada la película.
Juanita Lara interpreta a Fidelia, la eterna niña que acompaña a la bruja Lechiguana, es un personaje de oscuridad arrolladora pero que Favio no termina de aprovechar.
El manejo y cuidado del acervo popular, en lugar de encasillar la película le da un tono atemporal, como de leyenda mitológica griega medio real y medio ficticia. Leonardo Favio siempre se ha mostrado interesado por el folclore popular hasta el punto de involucrar de manera eficiente al espectador en cada cuento y leyenda como es el caso.
Encuentro un error tremendo de casting la elección de Nazareno (Juan José Camero) y Griselda (Marina Magalí). Dos actores a los que no descubro emoción alguna en un apasionado romance de planos maravillosos (en la playa). Alfredo Alcón, por contra, da una lección interpretativa, ganada de mano por un papel maravilloso de diablo fatigado. Cansado de zangolotear de un lado a otro y de cascar la desgracia ajena. Deprimido por no ser padre y olvidado por aquel que le dio su poder. Alcón no sólo tiene presencia, es que hace que te enamores del Mal y no de la Griselda rubia oxigenada sin gracia alguna.
Hasta la aparición de Alcón, la película no me despierta demasiado interés. Ciertos planos de la calidad que atesora este realizador y poca cosa más. Favio aburre en la parte del romance, con un uso desmedido de la música y la perentoria necesidad de mostrarnos al macho arando campos sin gracia alguna. Toda esta parte del romance me parece demasiado edulcorada y su final no deja de ser una prolongación de toda esta miel que deja pringada la película.
Juanita Lara interpreta a Fidelia, la eterna niña que acompaña a la bruja Lechiguana, es un personaje de oscuridad arrolladora pero que Favio no termina de aprovechar.
El manejo y cuidado del acervo popular, en lugar de encasillar la película le da un tono atemporal, como de leyenda mitológica griega medio real y medio ficticia. Leonardo Favio siempre se ha mostrado interesado por el folclore popular hasta el punto de involucrar de manera eficiente al espectador en cada cuento y leyenda como es el caso.