He visto muchas películas realmente malas, pero de verdad que hay muy pocas (por no decir ninguna) que puedan superar semejante bazofia. Creía haberlo visto todo o casi todo, inocente de mí, pero el momento de la aparición de Leonardo Dantés, entre otras escenas que no tienen desperdicio alguno, me hicieron darme cuenta de lo equivocada que estaba.

Sinceramente, no esperaba encontrarme con tamaña cagada en la base de datos... ¿A esto ahora se le llama película? Yo lo llamo insulto. La serie Z exige un mínimo y lo siento, Julián, pero ni te has acercado.

Siempre he sido muy fan de Wes Craven y de sus películas que, no sé muy bien por qué, la gente se empeña en clasificar dentro del género de "terror" (véase, Cursed, Scream, Swamp thing, etc.) cuando, en mi opinión, más bien encajarían en el de "aventuras". Por eso, a pesar de que sus películas no son aptas para menores de 18, recuerdo verlas cuando era pequeña y pasármelo bien. Y con "El sótano del miedo" no fue menos.

Una pseudo-comedia con ligeros tintes de "terror" (muy entre comillas). Eso sí, los malos son malos de verdad. Más que malos, son de esos psicópatas que acojonan. Por lo demás... nada que destacar.

¿La historia? Interesante, pero poco aprovechada.
¿El desarrollo? Empiezas pensando que va a ser una peli con psicópatas, mucha sangre y algún que otro monstruo y, bueno, poco a poco te vas poniendo cómodo en el sofá y disfrutando de una película que, en ocasiones, recuerda a "Solo en casa" (aunque el Macaulay Culkin de turno es un niño negro del ghetto).
¿Y el final? Ay el final... De esos finales que hasta le enternecen a uno.

Resumiendo: le he puesto un 5 por el cariño que le tengo a las películas de Wes Craven en general; porque, a pesar de que viéndola ahora pueda parecernos cutre, en el año 91 era una película de aventuras en toda regla; y porque sí, porque en ocasiones me gustan las cutreces.

Momentazos dignos de mención:

Tengo que reconocer que, sólo viendo el título, me esperaba otra típica película de zombies, pero me llevé una grata sorpresa al ver que no, que Robin Campillo se había "atrevido" a ir más allá de las historias a las que tan acostumbrados estamos: sangre, casquería y podredumbre (cosas que, por otra parte, siempre me han fascinado).


Se nos plantea una situación en la que quizás muchos de nosotros ni habíamos caído antes: ¿qué pasaría si los muertos reviviesen y se reintegrasen en la vida cotidiana? Por eso digo que el argumento, en mi opinión, es excelente, pero creo que Campillo no ha sabido sacarle todo el jugo que le podía sacar y nos deja una película, a mi parecer, insulsa.