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Miniserie

6,2
3.589
5
15 de septiembre de 2024
15 de septiembre de 2024
54 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si estás leyendo esta reseña, muy probablemente sea porque ya has visto la serie, así que no perderé el tiempo contando de qué va. Me ceñiré a una lista de “Lo mejor / Lo peor” y una pequeña conclusión.
LO MEJOR:
- La premisa. Desconozco si se ha hecho algo así antes.
- Las canciones con las que abren cada episodio.
- La cantidad de guiños, parodias y cameos.
- La pelea en el colegio.
- Que no sale Carmen Machi haciendo de sí misma.
- Que no sale Antonio Resines haciendo de sí mismo.
- Que no sale Leo Harlem haciendo de sí mismo.
- Que no sale Dani Rovira haciendo de sí mismo.
- Que no sale Ernesto Sevilla haciendo de sí mismo.
- Que solamente son 6 capítulos.
- Que podría entenderse como autoconclusiva.
- La crítica social, que nos recuerda a la pandemia de 2020 y la reacción por parte de distintos ciudadanos/grupos, como los negacionistas (por poner un ejemplo)
- La moraleja final (la escribo en Spoilers)
LO PEOR:
- La idea inicial pronto se deshincha. El escenario que plantea el “apocalipsis” pasa a un segundo plano, y la acción principal se centra en la relación interna de la familia protagonista. Nos quedamos con ganas de ver más ejemplos de este mundo loco, gamberro y desenfrenado.
- Capítulos que se antojan un poco largos para lo que tienen que contar (quizá esta fuese una decisión tomada “desde arriba” por Amazon, en contra de sus creadores)
- Algunos personajes que podrían dar más juego se sienten desaprovechados (José Antonio, los tipos del cementerio, las pandillas callejeras…)
- Humor de la casa. Dicho de otra forma: Chistes de porros y drogas que te harán reír si tienes 16 años o si la ves con los colegas mientras fumáis y/o bebéis. También abusa de chascarrillos que supuestamente deben hacernos gracia solamente porque los cuenta alquien con algún acento andaluz.
- Demasiadas actuaciones lamentables, aunque me pregunto si es a propósito.
En conclusión, es gamberra y lo hace notar (recalco mi aplauso a la pelea en el colegio, ya que esto es algo que en otros países ni se les ocurriría) aunque a veces se siente demasiado “políticamente correcta” para todo lo que podría haber sido. Es probable que de haber sido una producción 100% Sainz y CIA, le hubiesen metido más ácido y mala leche, pero Amazon les hubiera echado el freno (“Malviviendo” me parece de 10) Ojalá tenga éxito y aunque así como está pueda ser autoconclusiva, nos den una segunda parte con mayor presupuesto, pero sobre todo más libertad para sus creadores.
LO MEJOR:
- La premisa. Desconozco si se ha hecho algo así antes.
- Las canciones con las que abren cada episodio.
- La cantidad de guiños, parodias y cameos.
- La pelea en el colegio.
- Que no sale Carmen Machi haciendo de sí misma.
- Que no sale Antonio Resines haciendo de sí mismo.
- Que no sale Leo Harlem haciendo de sí mismo.
- Que no sale Dani Rovira haciendo de sí mismo.
- Que no sale Ernesto Sevilla haciendo de sí mismo.
- Que solamente son 6 capítulos.
- Que podría entenderse como autoconclusiva.
- La crítica social, que nos recuerda a la pandemia de 2020 y la reacción por parte de distintos ciudadanos/grupos, como los negacionistas (por poner un ejemplo)
- La moraleja final (la escribo en Spoilers)
LO PEOR:
- La idea inicial pronto se deshincha. El escenario que plantea el “apocalipsis” pasa a un segundo plano, y la acción principal se centra en la relación interna de la familia protagonista. Nos quedamos con ganas de ver más ejemplos de este mundo loco, gamberro y desenfrenado.
- Capítulos que se antojan un poco largos para lo que tienen que contar (quizá esta fuese una decisión tomada “desde arriba” por Amazon, en contra de sus creadores)
- Algunos personajes que podrían dar más juego se sienten desaprovechados (José Antonio, los tipos del cementerio, las pandillas callejeras…)
- Humor de la casa. Dicho de otra forma: Chistes de porros y drogas que te harán reír si tienes 16 años o si la ves con los colegas mientras fumáis y/o bebéis. También abusa de chascarrillos que supuestamente deben hacernos gracia solamente porque los cuenta alquien con algún acento andaluz.
- Demasiadas actuaciones lamentables, aunque me pregunto si es a propósito.
En conclusión, es gamberra y lo hace notar (recalco mi aplauso a la pelea en el colegio, ya que esto es algo que en otros países ni se les ocurriría) aunque a veces se siente demasiado “políticamente correcta” para todo lo que podría haber sido. Es probable que de haber sido una producción 100% Sainz y CIA, le hubiesen metido más ácido y mala leche, pero Amazon les hubiera echado el freno (“Malviviendo” me parece de 10) Ojalá tenga éxito y aunque así como está pueda ser autoconclusiva, nos den una segunda parte con mayor presupuesto, pero sobre todo más libertad para sus creadores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La moraleja final: Vivimos vidas en las que todos los días son iguales, y solamente empezamos a vivir de verdad cuando sabemos que tenemos los días contados.
Muy similar a aquella de “Tenemos dos vidas, y la segunda empieza cuando nos damos cuenta de que sólo tenemos una”.
Muy similar a aquella de “Tenemos dos vidas, y la segunda empieza cuando nos damos cuenta de que sólo tenemos una”.

4,4
1.282
1
26 de abril de 2023
26 de abril de 2023
29 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos ante una película de estas que se etiquetan como “experimentales”. Además, ya me la había cruzado antes en alguna entrada de blog que recomendaba algunas películas de terror de los últimos años, y por lo que leí no me llamó la atención en absoluto. Tiempo después volví a verla mencionar en algún vídeo de YouTube, algo así como un top del cine de terror contemporáneo, y esta vez despertó mi curiosidad. Eso sí, sabía que no podía ponerla sin más: son de estas películas a las que hay que ir mentalizados. No es para ver tirados en el sofá un domingo después de comer (a no ser que realmente busques la siesta perfecta)
Contaba con que Skinamarink sería lenta e incluso aburrida, pero la sensación que ha dejado en mí roza el insulto. Imaginaba planos muy largos y en silencio, pero las tomas son de unos pocos segundos. Eso sí, casi en silencio, siempre mostrándonos cosas que simplemente están ahí, en esa casa: unos juguetes en el suelo, una puerta cerrada, el techo, una pata de una silla, un tirador de un cajón, un televisor y su luz blanquecina proyectándose en el techo, una puerta abierta, unos juguetes en el suelo, una puerta cerrada, el techo, una pata de una silla, un tirador de un cajón, un televisor y su luz blanquecina proyectándose en el techo, una puerta abierta, unos juguetes en el suelo, una puerta cerrada, el techo, una pata de una silla, un tirador de un cajón, un televisor y su luz blanquecina proyectándose en el techo, una puerta abierta, ¿sigo?
La empecé a ver de noche y la quité porque me dormía. La retomé a la mañana siguiente, y al querer volver a donde la había dejado me sucedió algo que jamás me había pasado antes con ninguna otra película. Me pregunté si ese plano de los juguetes (o la lámpara, o la TV, lo mismo me da) ya lo había visto. Fue ahí cuando me di cuenta del bucle que nos ofrece la primera mitad de Skinamarink.
Daba por hecho que esta sería una película que contaría una historia de una manera no tradicional, centrándose más en los sentimientos y emociones que en el propio guion, pero es que en esto también me ha decepcionado. Las pistas que se dan me resultaron muy escuetas e incluso vagas. Se lee por ahí que “el espectador debe crear el puzzle por sí mismo”. ¿Qué puzzle? Estas “piezas”, si es que podemos llamarlas así, a mí no me encajan.
Aparte del guion, tampoco podemos valorar música o actuaciones porque son inexistentes o anecdóticos. Incluye un par de jumpscares muy pobres que ayudan a romper la monotonía, pero no es suficiente cuando hablamos de un largometraje de 100 minutos. Quizá en un cortometraje de 10 minutos como los que tiene el autor en su canal de YouTube podría haber funcionado, pero una película tan larga era innecesaria.
DATO CURIOSO
El nombre de la película no tiene ningún significado. Existe una canción infantil muy conocida en países de habla inglesa, llamada “Skidamarink”, que es una palabra inventada. En una entrevista, el director de la película dijo que había elegido nombrar a su película “Skinamarink” (cambiando una letra) para que los niños no encontrasen su película en caso de simplemente querer escuchar la canción. Vamos, un movimiento muy ingenioso, de una inteligencia sin igual y una creatividad nunca vista. Estoy deseando ver el remake español, que bien podría llamarse “La Vallina Turuleba”.
Contaba con que Skinamarink sería lenta e incluso aburrida, pero la sensación que ha dejado en mí roza el insulto. Imaginaba planos muy largos y en silencio, pero las tomas son de unos pocos segundos. Eso sí, casi en silencio, siempre mostrándonos cosas que simplemente están ahí, en esa casa: unos juguetes en el suelo, una puerta cerrada, el techo, una pata de una silla, un tirador de un cajón, un televisor y su luz blanquecina proyectándose en el techo, una puerta abierta, unos juguetes en el suelo, una puerta cerrada, el techo, una pata de una silla, un tirador de un cajón, un televisor y su luz blanquecina proyectándose en el techo, una puerta abierta, unos juguetes en el suelo, una puerta cerrada, el techo, una pata de una silla, un tirador de un cajón, un televisor y su luz blanquecina proyectándose en el techo, una puerta abierta, ¿sigo?
La empecé a ver de noche y la quité porque me dormía. La retomé a la mañana siguiente, y al querer volver a donde la había dejado me sucedió algo que jamás me había pasado antes con ninguna otra película. Me pregunté si ese plano de los juguetes (o la lámpara, o la TV, lo mismo me da) ya lo había visto. Fue ahí cuando me di cuenta del bucle que nos ofrece la primera mitad de Skinamarink.
Daba por hecho que esta sería una película que contaría una historia de una manera no tradicional, centrándose más en los sentimientos y emociones que en el propio guion, pero es que en esto también me ha decepcionado. Las pistas que se dan me resultaron muy escuetas e incluso vagas. Se lee por ahí que “el espectador debe crear el puzzle por sí mismo”. ¿Qué puzzle? Estas “piezas”, si es que podemos llamarlas así, a mí no me encajan.
Aparte del guion, tampoco podemos valorar música o actuaciones porque son inexistentes o anecdóticos. Incluye un par de jumpscares muy pobres que ayudan a romper la monotonía, pero no es suficiente cuando hablamos de un largometraje de 100 minutos. Quizá en un cortometraje de 10 minutos como los que tiene el autor en su canal de YouTube podría haber funcionado, pero una película tan larga era innecesaria.
DATO CURIOSO
El nombre de la película no tiene ningún significado. Existe una canción infantil muy conocida en países de habla inglesa, llamada “Skidamarink”, que es una palabra inventada. En una entrevista, el director de la película dijo que había elegido nombrar a su película “Skinamarink” (cambiando una letra) para que los niños no encontrasen su película en caso de simplemente querer escuchar la canción. Vamos, un movimiento muy ingenioso, de una inteligencia sin igual y una creatividad nunca vista. Estoy deseando ver el remake español, que bien podría llamarse “La Vallina Turuleba”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
SPOILER NO SPOILER
¿Y esa manera tan ridícula de enseñarnos cómo desaparecen las ventanas y el váter? ¿No se podría haber hecho a través de un diálogo entre los niños? ¿De verdad tenía que usar ese ridículo efecto de sonido propio de una producción china de serie B de los años 80?
¿Y esa manera tan ridícula de enseñarnos cómo desaparecen las ventanas y el váter? ¿No se podría haber hecho a través de un diálogo entre los niños? ¿De verdad tenía que usar ese ridículo efecto de sonido propio de una producción china de serie B de los años 80?
Cortometraje

4,5
450
3
11 de septiembre de 2011
11 de septiembre de 2011
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Últimamente me ha dado por el terror japonés, en busca de sensaciones diferentes, otros puntos de vista.
Este cortometraje, y 4444444444, ambos del mismo director, a pesar de sus escasos minutos de duración han logrado mantenerme inquieto, en tensión, y eso es algo que agradezco.
¿Qué le pasa a Katasumi (In a Corner)? Pues que solamente hay una cosa que hecho de menos, y es algún "efectazo" final. Quien haya visto 4444444444 sabe de lo que hablo. Por eso le pongo un 3, y no el 5 que le dí al otro cortometraje mencionado.
Ahora me dispongo a ver Ju-On, la del año 2000, ya que vi su propia "revisión", The Grudge (de 2003) en su día y recuerdo que me gustó bastante, por abrirme las puertas a lo que consideré una nueva forma de contar historias de terror.
Este cortometraje, y 4444444444, ambos del mismo director, a pesar de sus escasos minutos de duración han logrado mantenerme inquieto, en tensión, y eso es algo que agradezco.
¿Qué le pasa a Katasumi (In a Corner)? Pues que solamente hay una cosa que hecho de menos, y es algún "efectazo" final. Quien haya visto 4444444444 sabe de lo que hablo. Por eso le pongo un 3, y no el 5 que le dí al otro cortometraje mencionado.
Ahora me dispongo a ver Ju-On, la del año 2000, ya que vi su propia "revisión", The Grudge (de 2003) en su día y recuerdo que me gustó bastante, por abrirme las puertas a lo que consideré una nueva forma de contar historias de terror.

6,5
26.594
4
6 de diciembre de 2022
6 de diciembre de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya sabemos que David Cronenberg es un tipo peculiar que no tiene por qué gustar a todo el mundo, pero su visión es algo que siempre me ha atraído. Sin embargo, esta película para mí se desinfló a los diez o quince minutos por su falta de credibilidad, y eso que soy gran defensor de lo que llamo “dejar que te cuenten el cuento”. Estos personajes son difíciles de creer, y que siempre hablen con susurros no ayuda. Me creo sus parafilias, me creo que vivan juntos en un taller, me creo que sean abiertos hacia la poligamia, me creo que no sientan temor a perder su vida… pero ya está.
Como ya habrás leído en otras reseñas, la película es una sucesión de escenas (eróticas muchas de ellas) y muchas veces el espectador no sabé por qué los personajes están ahí, cómo han llegado hasta ese lugar o situación. No parecen tener un propósito, más allá de buscar el placer carnal cada vez que tienen ocasión. Da igual que sea de día o de noche. Van y vienen como si no tuvieran otras obligaciones o quehaceres.
Y aquí está lo que más suele cortarme el rollo en cualquier película: que ni teniendo en cuenta la existencia de unos marcos ficticios, la historia que nos cuentan sea creíble. No me la creo, y ni los personajes ni la trama lograron engancharme. No estaba deseando que la película avanzase para ver cómo se resolvía todo y saciar mi curiosidad: solamente quería que terminase porque me estaba aburriendo. Cuando miras el reloj, o pausas la película para comprobar cuánto le falta, es que algo va mal.
LO MEJOR:
- La estética noventera, que me encanta. Esto tampoco tiene mucho mérito porque es de 1996, no es que hayan tenido que recrear nada.
- La fotografía en algunas escenas.
- La música, que a pesar de parecer simple encaja perfectamente con el aura de la película.
LO PEOR:
- Personajes que podrían estar más trabajados. Apenas sabemos nada de su pasado o sus intenciones. Desconocemos qué objetivo tienen.
- Aburrida. No hay un interés real por saber qué sucederá después.
- Mirar el reloj a cada rato deseando que termine.
En resumen, “Crash” de David Cronenberg es otra de esas películas que nos encantan o las odiamos, sin que parezca haber un punto intermedio. Tenedlo en cuenta, aunque si has leído hasta aquí probablemente ya la hayas visto.
Por si acaso aún no la has visto y destripo algo, prosigo la reseña en la zona de SPOILERS.
Como ya habrás leído en otras reseñas, la película es una sucesión de escenas (eróticas muchas de ellas) y muchas veces el espectador no sabé por qué los personajes están ahí, cómo han llegado hasta ese lugar o situación. No parecen tener un propósito, más allá de buscar el placer carnal cada vez que tienen ocasión. Da igual que sea de día o de noche. Van y vienen como si no tuvieran otras obligaciones o quehaceres.
Y aquí está lo que más suele cortarme el rollo en cualquier película: que ni teniendo en cuenta la existencia de unos marcos ficticios, la historia que nos cuentan sea creíble. No me la creo, y ni los personajes ni la trama lograron engancharme. No estaba deseando que la película avanzase para ver cómo se resolvía todo y saciar mi curiosidad: solamente quería que terminase porque me estaba aburriendo. Cuando miras el reloj, o pausas la película para comprobar cuánto le falta, es que algo va mal.
LO MEJOR:
- La estética noventera, que me encanta. Esto tampoco tiene mucho mérito porque es de 1996, no es que hayan tenido que recrear nada.
- La fotografía en algunas escenas.
- La música, que a pesar de parecer simple encaja perfectamente con el aura de la película.
LO PEOR:
- Personajes que podrían estar más trabajados. Apenas sabemos nada de su pasado o sus intenciones. Desconocemos qué objetivo tienen.
- Aburrida. No hay un interés real por saber qué sucederá después.
- Mirar el reloj a cada rato deseando que termine.
En resumen, “Crash” de David Cronenberg es otra de esas películas que nos encantan o las odiamos, sin que parezca haber un punto intermedio. Tenedlo en cuenta, aunque si has leído hasta aquí probablemente ya la hayas visto.
Por si acaso aún no la has visto y destripo algo, prosigo la reseña en la zona de SPOILERS.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
De entre todas las escenas faltas de credibilidad, voy a mencionar dos:
1) Fotografiando un accidente. Los protagonistas van en un coche descapotable y pasan junto a unos vehículos accidentados. Los bomberos están usando sus herramientas para sacar a las víctimas. Uno de los protagonistas conduce lentamente a pocos metros de la escena mientras otro hace fotografías, incluso detienen el vehículo para poder hacer fotos con más detalles. En serio, ¿ningún bombero les pide identificación? ¿por qué no les echan del lugar? ¿por qué no hacen el mínimo esfuerzo intentando identificarse como prensa o fotógrafos forenses? Están ahí, haciendo fotos libremente, abriendo las puertas de uno de los coches, hacíendole fotos al cadáver e incluso posando con los vehículos accidentados. Lo siento, pero no me lo creo.
2) El final. En los últimos minutos de la película, el protagonista choca su vehículo contra el de su pareja, de manera consensuada. Están en una autovía en la que no dejan de pasar coches, pero el protagonista detiene su vehículo a un lado de la carretera y se baja para ir a ver el coche de su mujer, que ha caído por una ladera y está junto a otro carril de la autovía. Allí deciden tener sexo, sin que se detenga nadie a socorrer. Yo no digo que la policía o los bomberos deban llegar en un minuto pero, ¿en serio nadie se baja a socorrer? Una vez más, lo siento pero no me lo creo.
1) Fotografiando un accidente. Los protagonistas van en un coche descapotable y pasan junto a unos vehículos accidentados. Los bomberos están usando sus herramientas para sacar a las víctimas. Uno de los protagonistas conduce lentamente a pocos metros de la escena mientras otro hace fotografías, incluso detienen el vehículo para poder hacer fotos con más detalles. En serio, ¿ningún bombero les pide identificación? ¿por qué no les echan del lugar? ¿por qué no hacen el mínimo esfuerzo intentando identificarse como prensa o fotógrafos forenses? Están ahí, haciendo fotos libremente, abriendo las puertas de uno de los coches, hacíendole fotos al cadáver e incluso posando con los vehículos accidentados. Lo siento, pero no me lo creo.
2) El final. En los últimos minutos de la película, el protagonista choca su vehículo contra el de su pareja, de manera consensuada. Están en una autovía en la que no dejan de pasar coches, pero el protagonista detiene su vehículo a un lado de la carretera y se baja para ir a ver el coche de su mujer, que ha caído por una ladera y está junto a otro carril de la autovía. Allí deciden tener sexo, sin que se detenga nadie a socorrer. Yo no digo que la policía o los bomberos deban llegar en un minuto pero, ¿en serio nadie se baja a socorrer? Una vez más, lo siento pero no me lo creo.

6,3
48
8
26 de julio de 2018
26 de julio de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sería lógico que no supiéramos muy bien qué esperar de una película que se proyectó por primera vez hace casi tres años a la hora de escribir estas líneas, y que misteriosamente no tenga ni diez votos. De hecho, cuando escribo esta crítica tiene dos: el mío y el del buen amigo que me la recomendó. ¡Y qué gran acierto!
Lo que encontramos en The Inerasable (Yoshihiro Nakamura, 2015) difícilmente aporta nada nuevo a un género más que trillado pero, ¿cuándo ha sido eso un problema si el producto cumple más que satisfactoriamente su propósito de entretener a los aficionados al terror nipón? La historia que tenemos entre manos es relativamente sencilla: no deja de ser un cuento de fantasmas, con sus almas atormentadas y sus maldiciones. Claro, que ya sabemos que los japoneses tienen su manera de narrar estas leyendas y son todos unos maestros en hacer que se nos ponga la piel de gallina sin grandes artificios, simplemente con unos efectos especiales básicos, una ambientación exclusiva, algo de maquillaje, y un visceral uso del sonido.
Si vas buscando asesinos en serie, sangre y sustos, esta no es tu película. Por el contrario, si te apetece una historia de fantasmas narrada con cariño, lenta pero activa, nada tediosa, y altamente inmersiva (el espectador atento puede llegar a creerse un detective más, otro protagonista) no dudes en prestarle estas escasas dos horas a The Inerasable.
Lo que encontramos en The Inerasable (Yoshihiro Nakamura, 2015) difícilmente aporta nada nuevo a un género más que trillado pero, ¿cuándo ha sido eso un problema si el producto cumple más que satisfactoriamente su propósito de entretener a los aficionados al terror nipón? La historia que tenemos entre manos es relativamente sencilla: no deja de ser un cuento de fantasmas, con sus almas atormentadas y sus maldiciones. Claro, que ya sabemos que los japoneses tienen su manera de narrar estas leyendas y son todos unos maestros en hacer que se nos ponga la piel de gallina sin grandes artificios, simplemente con unos efectos especiales básicos, una ambientación exclusiva, algo de maquillaje, y un visceral uso del sonido.
Si vas buscando asesinos en serie, sangre y sustos, esta no es tu película. Por el contrario, si te apetece una historia de fantasmas narrada con cariño, lenta pero activa, nada tediosa, y altamente inmersiva (el espectador atento puede llegar a creerse un detective más, otro protagonista) no dudes en prestarle estas escasas dos horas a The Inerasable.
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