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7
14 de octubre de 2019
14 de octubre de 2019
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde mi perspectiva, el anime 'yaoi' ha evolucionado, se ha convertido en sinónimo de historias que van más allá del estándar, más arriba del género que representan, con un gran contenido emocional y –hasta me atrevo a decir–, filosófico. Incluso el anime 'shojo' se queda en la media; si, historias románticas entretenidas, con clichés y momentos divertidos, pero no hay ni una que rompa con el molde que la caracteriza, que se atreva a más, que explore de forma diferente las relaciones entre sus protagonistas; siempre los mismos conflictos y las mismas resoluciones. Solo el 'josei' (otro género del anime) y el 'yaoi' se atraven a explorar las complejidades emocionales de sus personajes, sus historias son más apegadas a una realidad más pausible, más creíble y más alejadas de la fantasía. Esta nueva tendencia en los animes 'yaoi' es parte del 'efecto Yuri On Ice' ...lo dijé y lo diré de nuevo Yuri On Ice es un antes y un después en la historia del anime... ya que después nos sorprendieron con 'Banana Fish' y ahora es el turno de 'Given', el anime más hermoso, emotivo y desgarrador desde 'Una Voz Silenciosa'.
Creo que es mejor ver el anime sin saber mucho de su trama, porque es ese factor lo que lo hace tan sorpresivo. Incluso la misma sinopsis no revela mucho en si y eso es la clave; lo único que si revelaré es que si te gustan las bandas musicales este anime es para ti. Cuenta solo con 11 episodios que se pasan en un respiro. Con un inicio atrayente, personajes normales sin caer en estereotipos muy marcados, personajes con personalidades reales y no de fantasía y del mismo modo así son sus acciones. Un anime sencillo en apariencia pero con un trasfondo que simplemente ha tocado mi corazón. En resumen, por muy duro que sea el espectador dudo que lo deje indiferente al terminar. Desearía que el 'shojo' tuviera este tipo de nivel y no el tradicional romance.
A nivel técnico, el anime es estándar, una que otra 'escena clave' es superior al resto, un score aceptable y un soundtrack a la altura de la historia. No voy a comparar 'Given' con 'Kimi no na wa' en ese apartado, pero en lo personal tuvo el mismo efecto. Explico: si sentiste un nudo en la garganta cuando suena 'Sparkle' en 'Your Name' mientras veías lo que sucedía en la escena, en 'Given' es igual, no solo porque no me lo esperaba, también porque es ahí donde nos lanzan la revelación a la cara; por eso digo que fue la misma sensación y que un anime sea cápaz de lograr hacer eso es revelador.
'Given' será uno de esos animes apreciados, recordados y vistos una y otra vez en el futuro. 'Given' hizo que celebrara una vez más que el anime es vida, arte y pasión. Tú solo tienes que sentir y dejarte ir, tal y como lo hizo Mafuyu al dejar ir su dolor expresándolo emitiendo ese tremendo grito.
Creo que es mejor ver el anime sin saber mucho de su trama, porque es ese factor lo que lo hace tan sorpresivo. Incluso la misma sinopsis no revela mucho en si y eso es la clave; lo único que si revelaré es que si te gustan las bandas musicales este anime es para ti. Cuenta solo con 11 episodios que se pasan en un respiro. Con un inicio atrayente, personajes normales sin caer en estereotipos muy marcados, personajes con personalidades reales y no de fantasía y del mismo modo así son sus acciones. Un anime sencillo en apariencia pero con un trasfondo que simplemente ha tocado mi corazón. En resumen, por muy duro que sea el espectador dudo que lo deje indiferente al terminar. Desearía que el 'shojo' tuviera este tipo de nivel y no el tradicional romance.
A nivel técnico, el anime es estándar, una que otra 'escena clave' es superior al resto, un score aceptable y un soundtrack a la altura de la historia. No voy a comparar 'Given' con 'Kimi no na wa' en ese apartado, pero en lo personal tuvo el mismo efecto. Explico: si sentiste un nudo en la garganta cuando suena 'Sparkle' en 'Your Name' mientras veías lo que sucedía en la escena, en 'Given' es igual, no solo porque no me lo esperaba, también porque es ahí donde nos lanzan la revelación a la cara; por eso digo que fue la misma sensación y que un anime sea cápaz de lograr hacer eso es revelador.
'Given' será uno de esos animes apreciados, recordados y vistos una y otra vez en el futuro. 'Given' hizo que celebrara una vez más que el anime es vida, arte y pasión. Tú solo tienes que sentir y dejarte ir, tal y como lo hizo Mafuyu al dejar ir su dolor expresándolo emitiendo ese tremendo grito.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor: El episodio 9. Me hizo sentir. Sentir malditamente mucho... Solo eso puedo decir.
Lo peor: Que sea un anime tan corto.
Lo peor: Que sea un anime tan corto.

5,8
53.988
7
18 de julio de 2013
18 de julio de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes que nada recalco lo anteriormente dicho "nos encontramos en la era dorada de los superhéroes". Este tipo de blockbusters son la moda. Revisando por ahí leí que alguien comentaba "esta película está mejor que los putos Vengadores" de una forma sarcástica pero que a su juicio tenia algo de verdad, por mi parte puedo decir que le concedo ese calificativo pero en términos de experiencia, lo que deja el film después de salir de la sala del cine (DC Comics = realism with popcorn and Marvel = just popcorn). Man of Steel no es un enamoramiento de dos días, tampoco es un sacrilegio de un personaje creado hace ya más ochenta años ¿Acaso es intocable? Soy de la opinión de que los remakes son innecesarios cuando no aportan nada con respecto a las versiones anteriores. No obstante, lo que más me molesta es que la crítica le da de zancadillas a este film como si fuera un engendro dirigido por M. Night Shyamalan, ni siquiera con las modernizaciones que vimos en The Amazing Spider-Man la critica fue así de severa a tantos detalles, incluso ni la simplona 300 también de Zack Snyder recibió tantos bombardeos —que bien le hubieran servido— como lo fue ésta. A Man of Steel se le critican cosas que rayan de lo absurdo. No es más honesto decir: “no me gustó" y ya, sin estar dando argumentos sin sentido y estúpidos. Acepto que no es la gran película, —aún para ser de marca "Nolan"—, que es discutible si es o no una de las mejores películas de su rango, que tiene sus deficiencias y que realmente no es lo que se esperaba después de ver tanto tráiler y publicidad viral; pero de eso a que es una mie***, no solo es exagerado, es inaceptable y ridículo.
El impacto negativo del film proviene meramente de la gran modernización de los personajes y de la historia, siendo Superman un personaje tan icónico, la concepción del mismo en las mentes de grupo geek sobre como debe ser el personaje es inalterable, algo que de antemano supo Bryan Singer antes de realizar su versión del Hombre de Acero en 2006, Singer siendo tan creativo como para generar una versión personal del mismo, simplemente no quiso arriesgar ni insultar a los fieles; el resultado: ustedes ya juzgaron; por eso yo si aplaudo a David S. Goyer, quien si se arriesgó y apostó por una visión diferente, su propia versión —junto con Snyder— para una nueva generación, una que merece ser juzgada por lo que aporta y no por lo que le falta.
El Hombre de Acero de Zack Snyder es una versión moderna, alternativa y acertada en términos objetivos, y superior para una servidora; pues para empezar se deshace de todo aquello que no me gustaba del viejo Superman dejando únicamente lo importante, la esencia de lo que el personaje debería ser para estos tiempos post 9/11. Aquí ya no hay roca verde, calzoncillos rojos, las ñoñerías de Smallville, la engreída reportera, intrépida y lista pero que no podía reconocer al hombre de su vida por unos pinches anteojos, ya no más esa Lois Lane irreal que nunca me agradó por ser demasiado irreverente, con aires de "chica moderna-feminista" ¡NO! este film es mucho más, es un enfoque contemporáneo y realista con profundidad de uno de los más importantes, clásicos y emblemáticos superhéroes de la DC Comics.
Hans Zimmer es un punto fuerte a tratar, su mejor BSO hasta el momento sigue siendo para mí la creada para Inception. No obstante, esta BSO se coloca como mi favorita personal porque si ha llegado a tocar esas teclas sensibles. Si bien puedo definir que la primera es más colosal y estruendosa, la BSO de Man of Steel me resulta intimista ya que la mayoría de los tracks parten de la base de "An Ideal of Hope" Lo que muchos critican como "repetitiva" sin embargo, es eso lo que le da ese estatus de icono, como la de John Williams en Star Wars o la de Alan Silvestri en Back to the Future (entradas imposibles de olvidar).
El impacto negativo del film proviene meramente de la gran modernización de los personajes y de la historia, siendo Superman un personaje tan icónico, la concepción del mismo en las mentes de grupo geek sobre como debe ser el personaje es inalterable, algo que de antemano supo Bryan Singer antes de realizar su versión del Hombre de Acero en 2006, Singer siendo tan creativo como para generar una versión personal del mismo, simplemente no quiso arriesgar ni insultar a los fieles; el resultado: ustedes ya juzgaron; por eso yo si aplaudo a David S. Goyer, quien si se arriesgó y apostó por una visión diferente, su propia versión —junto con Snyder— para una nueva generación, una que merece ser juzgada por lo que aporta y no por lo que le falta.
El Hombre de Acero de Zack Snyder es una versión moderna, alternativa y acertada en términos objetivos, y superior para una servidora; pues para empezar se deshace de todo aquello que no me gustaba del viejo Superman dejando únicamente lo importante, la esencia de lo que el personaje debería ser para estos tiempos post 9/11. Aquí ya no hay roca verde, calzoncillos rojos, las ñoñerías de Smallville, la engreída reportera, intrépida y lista pero que no podía reconocer al hombre de su vida por unos pinches anteojos, ya no más esa Lois Lane irreal que nunca me agradó por ser demasiado irreverente, con aires de "chica moderna-feminista" ¡NO! este film es mucho más, es un enfoque contemporáneo y realista con profundidad de uno de los más importantes, clásicos y emblemáticos superhéroes de la DC Comics.
Hans Zimmer es un punto fuerte a tratar, su mejor BSO hasta el momento sigue siendo para mí la creada para Inception. No obstante, esta BSO se coloca como mi favorita personal porque si ha llegado a tocar esas teclas sensibles. Si bien puedo definir que la primera es más colosal y estruendosa, la BSO de Man of Steel me resulta intimista ya que la mayoría de los tracks parten de la base de "An Ideal of Hope" Lo que muchos critican como "repetitiva" sin embargo, es eso lo que le da ese estatus de icono, como la de John Williams en Star Wars o la de Alan Silvestri en Back to the Future (entradas imposibles de olvidar).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Zimmer con propósito ha creado una BSO de repetición por así decirlo, el piano es mi parte sensible e intima de la partitura, la que refuerza esos momentos de calidez del film y la orquesta es el icono del personaje, lo que representa, el simbolismo. "An Ideal of Hope" es solo una probadida de "What Are You Going To Do When You Are Not Saving The World" partiendo de allí se desglosan 23 adictivos tracks divididos en dos discos. En la edición Deluxe "Earth" y "Arcade" son dos opuestos, en el primero llego a punto alto nostálgico y en el otro crece la expectación. De los track del primer disco destaco estos: "If You Love These People", "Oil Rig", "Goodbye My Son", "Flight" e incluso "Tornado" que parece más pariente de The Dark Knight que de Man of Steel; pero el track que robó horas de sueño con mis audífonos fueron los 28 minutos del Sketchbook original de Hans ya que quedé maravillada con la entrada de los primeros 4 minutos, es el track que más veces de di play, el que reúne todos los sonidos de la BSO de la película. Hans Zimmer quizás no haya superado su mejor BSO, pero si ha compuesto el soundtrack de mi vida.
Realmente es notable el aporte musical de Zimmer en pantalla, siendo una pena que haya quienes que ni lo noten, diciendo cosas como: "nada especial" o "no convence"; al igual que el menosprecio a la dirección de Snyder sólo porque el hombre se excede en unas cuantas escenas, esa fue su gran debilidad, pero aquí lo crucifican como el peor cineasta, olvidando la capacidad del director para navegar entre géneros, su estilo visual, o la forma de sus narraciones, consiguiendo emocionarme y conmoverme en los puntos clave, a pesar que el ritmo de la película no es tan bien conseguido. El apodado "Superman Begins" de Snyder tiene sello Nolan y por eso las comparaciones no las evado pero tampoco las comparto del todo. Para definir personajes de este tipo es necesario ir —casi por obligación— a los orígenes; el aporte de Christopher Nolan a los orígenes del personaje, crea una conciencia psicológica sobre las motivaciones ideológicas y morales que el personaje debe enfrentar conforme va conociéndose así mismo, mientras descubre de donde realmente proviene y con que propósito fue enviado, al mismo tiempo eso hace reflexión en el espectador mismo; ya nos percatamos que el personaje es despojado de cualquier tipo de sentido heroico o que las palabras de Jor-El hacia su hijo no solo es una mera conversación esperanzadora, sino instrucción y aprendizaje, que choca de gran manera con la heredada de su padre adoptivo. Esta es una versión realista y madura del personaje de los comics, una visión donde los ideales son puestos a prueba, no simplemente aborda la filosofía: "eres poseedor de una gran fuerza para hacer el bien e usarlo con responsabilidad", que importa que le modifiquen elementos al personaje original, cuando se quiere profundizar en su psique, sin quitarle la esencia raíz que lo caracteriza. El Superman perfecto de Richard Donner sin dolencias, dudas, conflictos internos, ese Superman de fantasía, quedó atrás gracias este reboot creado por el equipo Nolan, Goyer y Snyder, la nostalgia hacia al viejo Superman de 1978 radica en que Christopher Reeve ya no está, elevando su interpretación como algo que debe copiarse y honrarse; reinterpretarlo de manera diferente es desacreditar y deshonrar. Lo siento pero no estoy de acuerdo. El Superman de Reeve es diferente al interpretado por Cavill, por lo que hacer cualquier tipo de comparación en este aspecto es poco inteligente y equivocado; o esas otras comparaciones de índole religioso, estamos ante un blockbuster únicamente, no hay que tildarlo con adjetivos fuera de contexto; aunque no niego que plantea algunas interrogantes existencialistas, pero es mero roce, no las profundiza como para pensar que hay una doble lectura en ella, la percepción adquirida del trasfondo del film debe ser individual y sin tomárselo tan en serio.
Realmente es notable el aporte musical de Zimmer en pantalla, siendo una pena que haya quienes que ni lo noten, diciendo cosas como: "nada especial" o "no convence"; al igual que el menosprecio a la dirección de Snyder sólo porque el hombre se excede en unas cuantas escenas, esa fue su gran debilidad, pero aquí lo crucifican como el peor cineasta, olvidando la capacidad del director para navegar entre géneros, su estilo visual, o la forma de sus narraciones, consiguiendo emocionarme y conmoverme en los puntos clave, a pesar que el ritmo de la película no es tan bien conseguido. El apodado "Superman Begins" de Snyder tiene sello Nolan y por eso las comparaciones no las evado pero tampoco las comparto del todo. Para definir personajes de este tipo es necesario ir —casi por obligación— a los orígenes; el aporte de Christopher Nolan a los orígenes del personaje, crea una conciencia psicológica sobre las motivaciones ideológicas y morales que el personaje debe enfrentar conforme va conociéndose así mismo, mientras descubre de donde realmente proviene y con que propósito fue enviado, al mismo tiempo eso hace reflexión en el espectador mismo; ya nos percatamos que el personaje es despojado de cualquier tipo de sentido heroico o que las palabras de Jor-El hacia su hijo no solo es una mera conversación esperanzadora, sino instrucción y aprendizaje, que choca de gran manera con la heredada de su padre adoptivo. Esta es una versión realista y madura del personaje de los comics, una visión donde los ideales son puestos a prueba, no simplemente aborda la filosofía: "eres poseedor de una gran fuerza para hacer el bien e usarlo con responsabilidad", que importa que le modifiquen elementos al personaje original, cuando se quiere profundizar en su psique, sin quitarle la esencia raíz que lo caracteriza. El Superman perfecto de Richard Donner sin dolencias, dudas, conflictos internos, ese Superman de fantasía, quedó atrás gracias este reboot creado por el equipo Nolan, Goyer y Snyder, la nostalgia hacia al viejo Superman de 1978 radica en que Christopher Reeve ya no está, elevando su interpretación como algo que debe copiarse y honrarse; reinterpretarlo de manera diferente es desacreditar y deshonrar. Lo siento pero no estoy de acuerdo. El Superman de Reeve es diferente al interpretado por Cavill, por lo que hacer cualquier tipo de comparación en este aspecto es poco inteligente y equivocado; o esas otras comparaciones de índole religioso, estamos ante un blockbuster únicamente, no hay que tildarlo con adjetivos fuera de contexto; aunque no niego que plantea algunas interrogantes existencialistas, pero es mero roce, no las profundiza como para pensar que hay una doble lectura en ella, la percepción adquirida del trasfondo del film debe ser individual y sin tomárselo tan en serio.
6
3 de julio de 2014
3 de julio de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acertada la definición de Diarios de Vampiros, "ni tan blanca y cursi como Crepúsculo, ni tan oscura y cruda como True Blood." Sin embargo hablar de Diarios de Vampiros es realmente hablar de Ian Somerhalder y de su personaje: Damon Salvatore. Un actor y un personaje que causa estragos desde el momento en que se presenta en casa de su hermano. Un maldito chupa sangre desalmado, egocéntrico, impulsivo, egoísta y resentido que únicamente ve por sí mismo, sin importar a quien lastime; y al mismo tiempo, atrevido, divertido, carismático, magnético, irresistible, seductor y jodidamente sexy. Lo amas como lo odias. Mucho de lo bueno de la serie, mucho de su fuerza es gracias a él, se lleva el crédito por los mejores diálogos y de muchas de las mejores escenas de la serie. Sin él la serie prácticamente seria aburrida.
Comencé a ver Diarios de Vampiros accidentalmente en una noche de aburrimiento, sin tener contexto de ella, y admito que sin entusiasmo, por lo que los primeros capítulos me parecieron irrelevantes, era ver a Bella y Edward en Crepúsculo pero con otros actores; el mismo inicio de una típica historia romántica para jóvenes chicas de diecisiete años, pero con "vampiros." No obstante, esa línea no cambió, de eso se trata Diarios de Vampiros, amor vampiro. Sin embargo, lo que la diferencia de las otras dos (Crepúsculo y True Blood) —además del tono—, es la dosis; la forma en la que introducen al espectador al mundo sobrenatural. Es gradual e inyectada de forma inesperada ya que nunca adivinas hacia donde va. Al principio la simplicidad de su trama es puro engaño ¿intencional? Tal vez si; porque conforme la historia toma forma y profundidad, los giros deliberados no se hacen esperar, los personajes principales se vuelven interesantes y la historia comienza a gustarte —cosa que se ve a partir de que Katherine Pierce entra en escena y cuando nos presentan a los originales—. Un ejemplo de ello, es el modo en que los personajes aparentan ser lo que no son, y como los detalles de sus orígenes tienen mucho que ver con los sucesos del presente. Pero verdaderamente lo que más gusta de la historia es su carta principal: el triangulo amoroso entre Stefan, Elena y Damon. Esa parte de la serie es la crea cierta adicción. ¿Eres del equipo Stefan o del equipo Damon? (sin titubear yo me uno al segundo).
En cuanto a la serie, Diarios de Vampiros no es redonda, le hace falta, es más, hubiera deseado que se deshiciera de cosas que considero relleno. 1: La parte de la escuela. Razón: Si lo van incluir, háganlo bien, no a medias. 2: El típico entorno adolescente. Estoy consciente que Elena Gilbert es una adolescente, y que por ende debe ser y actuar como una, sin embargo, dado que desciende de un linaje místico, su novio es vampiro, su mejor amiga es bruja y que vive en un pueblo lleno de cosas sobrenaturales; a los escritores no les debería importar que ella esté preocupada por lo que llevará a una fiesta o estar pensando en hacer pijamadas con sus amigas. Son ñoñerías. El personaje de Elena es madura pero a la vez no. Es confuso. 3: Una incredulidad importante, es la rapidez en que los personajes asimilan todo lo relacionado con el mundo sobrenatural, no hay un lapso de tiempo en el que procesen la información. ¿Es que nadie de los personajes sufre nunca un estado de negación? 4: El estereotipo de que solo hay gente linda en la serie. No obstante, aún con todo eso Diarios de Vampiros es sin duda superior a la saga Crepúsculo, incluso desde el punto de vista interpretativo. Nina Dobrev lo hace mejor que Kristen Stewart, su Elena no es la típica damisela en peligro, ni la estudiante ingenua; es decidida, independiente y fuerte; desempeña bien su doble papel, sabiendo diferenciar a Elena de Katherine, pero Dobrev carece del carisma que debería tener su personaje, por ser la protagonista de la historia y también la manzana de discordia entre los hermanos Salvatore; cuando intenta ser espontanea, su interpretación se ve forzada, cuando tiene que mostrar distintas emociones (como alegría o tristeza), a veces no hay una pisca de credibilidad en ella. Por otro lado Paul Wesley interpreta correcto su rol de "vampiro-bueno-serio-depresivo-reformado" pero mis reproches hacia él se enfocan en como está escrito su personaje; y los secundarios no están nada mal. Alaric y Caroline, son los personajes que personalmente más me han gustado, por la evolución que tienen sus personajes durante las temporadas; y también la introducción de los personajes de Elijah y Klaus, como empuje hacia una trama más oscura y compleja; y pienso que también crea una competencia de interpretaciones. No obstante, aquí quien lleva la batuta es Somerhalder y el efecto hipnótico que provoca su personaje, desde esa mirada penetrante con esos increíbles ojos, gestos que revelan tan bien sus volátiles estados de animo, una personalidad provista tanto de soledad y desapego como de un anhelo inconsciente de querer sentir de nuevo su humanidad, hasta acciones llenas de matices cuestionables, muchas de ellas, en el nombre de un amor no correspondido (al principio). El Damon de Ian es mucho mejor que el Eric Northman de Alexander Skarsgård en True Blood —y eso es decir mucho— ya que a veces no sé diferenciar si es su interpretación, su atractivo, su picardía o el estatus de chico malo, lo que hace que se destaque. Y tampoco se ver la línea que separa al personaje del actor. Ian y Damon, ambos son tan similares que no sé quien es quien… y eso me encanta.
Comencé a ver Diarios de Vampiros accidentalmente en una noche de aburrimiento, sin tener contexto de ella, y admito que sin entusiasmo, por lo que los primeros capítulos me parecieron irrelevantes, era ver a Bella y Edward en Crepúsculo pero con otros actores; el mismo inicio de una típica historia romántica para jóvenes chicas de diecisiete años, pero con "vampiros." No obstante, esa línea no cambió, de eso se trata Diarios de Vampiros, amor vampiro. Sin embargo, lo que la diferencia de las otras dos (Crepúsculo y True Blood) —además del tono—, es la dosis; la forma en la que introducen al espectador al mundo sobrenatural. Es gradual e inyectada de forma inesperada ya que nunca adivinas hacia donde va. Al principio la simplicidad de su trama es puro engaño ¿intencional? Tal vez si; porque conforme la historia toma forma y profundidad, los giros deliberados no se hacen esperar, los personajes principales se vuelven interesantes y la historia comienza a gustarte —cosa que se ve a partir de que Katherine Pierce entra en escena y cuando nos presentan a los originales—. Un ejemplo de ello, es el modo en que los personajes aparentan ser lo que no son, y como los detalles de sus orígenes tienen mucho que ver con los sucesos del presente. Pero verdaderamente lo que más gusta de la historia es su carta principal: el triangulo amoroso entre Stefan, Elena y Damon. Esa parte de la serie es la crea cierta adicción. ¿Eres del equipo Stefan o del equipo Damon? (sin titubear yo me uno al segundo).
En cuanto a la serie, Diarios de Vampiros no es redonda, le hace falta, es más, hubiera deseado que se deshiciera de cosas que considero relleno. 1: La parte de la escuela. Razón: Si lo van incluir, háganlo bien, no a medias. 2: El típico entorno adolescente. Estoy consciente que Elena Gilbert es una adolescente, y que por ende debe ser y actuar como una, sin embargo, dado que desciende de un linaje místico, su novio es vampiro, su mejor amiga es bruja y que vive en un pueblo lleno de cosas sobrenaturales; a los escritores no les debería importar que ella esté preocupada por lo que llevará a una fiesta o estar pensando en hacer pijamadas con sus amigas. Son ñoñerías. El personaje de Elena es madura pero a la vez no. Es confuso. 3: Una incredulidad importante, es la rapidez en que los personajes asimilan todo lo relacionado con el mundo sobrenatural, no hay un lapso de tiempo en el que procesen la información. ¿Es que nadie de los personajes sufre nunca un estado de negación? 4: El estereotipo de que solo hay gente linda en la serie. No obstante, aún con todo eso Diarios de Vampiros es sin duda superior a la saga Crepúsculo, incluso desde el punto de vista interpretativo. Nina Dobrev lo hace mejor que Kristen Stewart, su Elena no es la típica damisela en peligro, ni la estudiante ingenua; es decidida, independiente y fuerte; desempeña bien su doble papel, sabiendo diferenciar a Elena de Katherine, pero Dobrev carece del carisma que debería tener su personaje, por ser la protagonista de la historia y también la manzana de discordia entre los hermanos Salvatore; cuando intenta ser espontanea, su interpretación se ve forzada, cuando tiene que mostrar distintas emociones (como alegría o tristeza), a veces no hay una pisca de credibilidad en ella. Por otro lado Paul Wesley interpreta correcto su rol de "vampiro-bueno-serio-depresivo-reformado" pero mis reproches hacia él se enfocan en como está escrito su personaje; y los secundarios no están nada mal. Alaric y Caroline, son los personajes que personalmente más me han gustado, por la evolución que tienen sus personajes durante las temporadas; y también la introducción de los personajes de Elijah y Klaus, como empuje hacia una trama más oscura y compleja; y pienso que también crea una competencia de interpretaciones. No obstante, aquí quien lleva la batuta es Somerhalder y el efecto hipnótico que provoca su personaje, desde esa mirada penetrante con esos increíbles ojos, gestos que revelan tan bien sus volátiles estados de animo, una personalidad provista tanto de soledad y desapego como de un anhelo inconsciente de querer sentir de nuevo su humanidad, hasta acciones llenas de matices cuestionables, muchas de ellas, en el nombre de un amor no correspondido (al principio). El Damon de Ian es mucho mejor que el Eric Northman de Alexander Skarsgård en True Blood —y eso es decir mucho— ya que a veces no sé diferenciar si es su interpretación, su atractivo, su picardía o el estatus de chico malo, lo que hace que se destaque. Y tampoco se ver la línea que separa al personaje del actor. Ian y Damon, ambos son tan similares que no sé quien es quien… y eso me encanta.
Serie

6,0
260
5
9 de agosto de 2013
9 de agosto de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amor Real —remake de una casi olvidada Bodas de Odio— fue una novela exitosa en 2003, fue la primera de una trilogía que la productora Carla Estrada lanzó con el objetivo de revivir el género de época en las telenovelas mexicanas para el nuevo siglo; novelas como Alondra y la magnifica Corazón Salvaje fueron las últimas de su género allá por los noventa. A diferencia de las antecesoras, Amor Real contaba con un gran presupuesto, diseño de producción, magnifico vestuario y diversas locaciones que sirvieron de gran manera para darle realismo a la historia y también a la parte política y social de un México pos-independiente. No obstante, aquí lo que importaba era la historia de amor entre el trío Matilde, Manuel y Adolfo, la cual se desarrolló muy bien al principio, emocionante, elaborada y hasta impredecible; la escena en que Manuel se entera de la verdad en la recepción de la boda fue de las mejores en ese tramo de la novela; pero llegado el desenlace la historia fue perdiendo un poco de brillo, muy predecible, forzada y simplista.
Sin embargo debo reconocer que lo mejor de la novela son los protagonistas, Fernando Colunga hace una de sus mejores interpretaciones —solo superada por la que realizó posteriormente en Alborada—, varonil, apasionado, impulsivo. Pero fue Adela Noriera quien me sorprendió, ya que un principio era como siempre, dulce, tímida, apacible (incluso desatinada, como que todavía no entendía a su personaje); pero luego cambia totalmente su personalidad y no tanto como Matilde sino como Adela, a la mitad de la novela le imprime mucha seguridad y carácter a su personaje con una credibilidad que yo nunca vi en sus trabajos anteriores, ni siquiera en El Manantial donde su personaje si debía ser fuerte y con mucho carácter pude ver a esa Adela recia y experimentada que si vi en Amor Real. Mauricio Islas en mi opinión hace una interpretación correcta pese que al final su personaje fue considerablemente estropeado. Los secundarios también tuvieron lo suyo, Ernesto Laguardia y Helena Rojo son quienes destaco.
Mucho del éxito de la novela se debe a la química entre Colunga y Noriega, algo que va dándose poco a poco, a fuego lento. Las escenas entre ellos irradian mucha pasión (quizás por eso es de las pocas novelas que he visto de forma completa, de lo contrario no estuviera publicando esta reseña). Pero Amor Real es una novela rosa, no es como Corazón Salvaje, tampoco se salva de la cursilería, de la resoluciones apresuradas, de los personajes de relleno y ni de las partes poco creíbles. Ah… y casi se me olvidaba también de esos bailes bobos con todo el elenco. Al contrario de Corazón Salvaje, Amor Real no aporta algo que la haga memorable, carece de fuerza y se queda en un tono convencional; algo que Estrada si modificó en Alborada (la segunda de la trilogía, novela que se destaca por otras cosas). En Amor Real Carla Estrada hace un trabajo destacado en términos de producción, creatividad y ejecución, superior a otras telenovelas de su línea, Salvador Mejía es quizás el productor que más se le acerca, pero no niego el esfuerzo de esta mujer para acaparar masas con sus producciones, desde Quinceañera de 1987 hasta la última que recuerdo Sortilegio de 2009, sigue siendo maestra en el negocio de las telenovelas.
La nota es más que justa para una telenovela de Televisa, se deja ver porque los capítulos no sólo se tratan sobre Maltide, Manuel y Adolfo, hay detalles como los prejuicios, el matrimonio, la educación y la política de la época, pero no se confundan sólo se abordan de forma superficial. Ah… y también el nunca faltante de las novelas mexicanas: el machismo; razón por la cual no soy muy partidaria de las novelas, sobretodo las mexicanas. No obstante, quienes son amantes de las novelas y del género verla no será un desperdicio.
Sin embargo debo reconocer que lo mejor de la novela son los protagonistas, Fernando Colunga hace una de sus mejores interpretaciones —solo superada por la que realizó posteriormente en Alborada—, varonil, apasionado, impulsivo. Pero fue Adela Noriera quien me sorprendió, ya que un principio era como siempre, dulce, tímida, apacible (incluso desatinada, como que todavía no entendía a su personaje); pero luego cambia totalmente su personalidad y no tanto como Matilde sino como Adela, a la mitad de la novela le imprime mucha seguridad y carácter a su personaje con una credibilidad que yo nunca vi en sus trabajos anteriores, ni siquiera en El Manantial donde su personaje si debía ser fuerte y con mucho carácter pude ver a esa Adela recia y experimentada que si vi en Amor Real. Mauricio Islas en mi opinión hace una interpretación correcta pese que al final su personaje fue considerablemente estropeado. Los secundarios también tuvieron lo suyo, Ernesto Laguardia y Helena Rojo son quienes destaco.
Mucho del éxito de la novela se debe a la química entre Colunga y Noriega, algo que va dándose poco a poco, a fuego lento. Las escenas entre ellos irradian mucha pasión (quizás por eso es de las pocas novelas que he visto de forma completa, de lo contrario no estuviera publicando esta reseña). Pero Amor Real es una novela rosa, no es como Corazón Salvaje, tampoco se salva de la cursilería, de la resoluciones apresuradas, de los personajes de relleno y ni de las partes poco creíbles. Ah… y casi se me olvidaba también de esos bailes bobos con todo el elenco. Al contrario de Corazón Salvaje, Amor Real no aporta algo que la haga memorable, carece de fuerza y se queda en un tono convencional; algo que Estrada si modificó en Alborada (la segunda de la trilogía, novela que se destaca por otras cosas). En Amor Real Carla Estrada hace un trabajo destacado en términos de producción, creatividad y ejecución, superior a otras telenovelas de su línea, Salvador Mejía es quizás el productor que más se le acerca, pero no niego el esfuerzo de esta mujer para acaparar masas con sus producciones, desde Quinceañera de 1987 hasta la última que recuerdo Sortilegio de 2009, sigue siendo maestra en el negocio de las telenovelas.
La nota es más que justa para una telenovela de Televisa, se deja ver porque los capítulos no sólo se tratan sobre Maltide, Manuel y Adolfo, hay detalles como los prejuicios, el matrimonio, la educación y la política de la época, pero no se confundan sólo se abordan de forma superficial. Ah… y también el nunca faltante de las novelas mexicanas: el machismo; razón por la cual no soy muy partidaria de las novelas, sobretodo las mexicanas. No obstante, quienes son amantes de las novelas y del género verla no será un desperdicio.
6
10 de noviembre de 2018
10 de noviembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No. 6 es de esos animes que no te deja indiferente. Al menos a mí me dejó con ganas de una segunda temporada o al menos alguna OVA. También me hubiese encantado más este anime como película y no como serie, dado sus escasos 11 episodios. Plantea una trama bastante interesante, pero dicha trama es un tanto floja en su construcción. El mundo apocalíptico que nos presenta es moderadamente creíble en sus pinceladas principales pero en su fondo tiene algunas grietas. Sin embargo, aquí lo que importa son sus dos protagonistas, considerando el pelígro al ser captutados, gente muriendo y lo de las abejas asesinas, todo eso queda relegado a segundo plano solo por ellos. Conforme vas viendo los episodios, el contexto pierde importancia y lo único que nos mantine con interés es como va desarrollándose poco a poco la relación entre Nezumi y Shion. Estos dos personajes se roban la pantalla desde el primer episodio, desde que se conocen en esas diferenciadas circunstancias, y aun así, nace entre ellos una conexión maravillosa que los llevará a reencontrarse cuatro años después pero con los papeles invertidos. Lo que hace sobresaliente este anime son los sueños y las motivaciones personales de sus dos personajes con respecto a la realidad que viven, en un mundo caótico y gobernado por un regimen totalitario, donde la gente no es libre ni siquiera de pensar. Las posiciones contradictorias en las que se encuentran Nezumi y Shion son tan diferenciadas como el día y la noche, que chocan con ellos mientras miras los episodios y aun así les impide convertirse en enemigos como lo dictaría el sentido común. Lo de ellos dos, es una relación tan bonita, limpia y natural que no sabes en qué momento es solo amistad y en qué momento es amor. Lo único que sabes desde el primer momento es sobre su conexión y ese es motivo por el cual quieres seguir esta historia, quieres ver más de ellos dos juntos. Ese pensamiento te seguirá hasta el final del anime, e incluso más allá, pues su final es interpretativo y el sentimiento del principio se quedará con el espectador hasta el final del anime.
Un final con aceleración, con momentos impactantes y con un cierre que al menos hizo derramar una lágrima a más de alguno por su emotividad y significado.
Un final con aceleración, con momentos impactantes y con un cierre que al menos hizo derramar una lágrima a más de alguno por su emotividad y significado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor: Nezumi y Shion.
Lo peor: El desarrollo de la ciencia ficción del anime.
Lo peor: El desarrollo de la ciencia ficción del anime.
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