...inquietante, lleno de ritmo, de esos que prometen hora y media, sino más, por lo menos entretenida, que los tiempos que corren… lástima que se desinfle tan pronto y termine siendo una película vulgar... y lo que es peor, aburrida… suerte que es cortita…
Y ese tufillo ecopolíticamente correcto… ¿se le ocurrió el argumento a Shyamalan después de ver Una verdad incómoda o se lo sugirió Leonardo diCaprio?

Si le doy un cinco, es por ese principio y la música de James Newton-Howard…

No me ha gustado VCBCN. Tenía tantas ganas de que me gustara que quizá ése haya sido uno de los inconvenientes a los que se ha enfrentado el visionado de esta película. Pero aún así hay algo que me impide hablar mal de ella, algo que, a la hora de escribir esta crítica hace que me sienta culpable de hacerlo. No sé si será mi simpatía hacia el director, hacia sus intérpretes o Aguirresarobe (responsable, entre otras, de la dirección de fotografía de Los otros), o las expectativas puestas en VCBCN lo que me hace sentir así, pero…
Lo mejor que se puede decir de esta película, o quizá debería decir spot publicitario, ambientado en Barcelona es que es entretenida, a ratos. El mayor problema, creo, reside en un guión demasiado enfocado a destacar Barcelona, olvidándose de las otras dos protagonistas que le dan título, quedando todos, o casi todos, los personajes como meras caricaturas, estereotipos de distintas formas de ver la vida o el amor (¿no son la misma cosa?), sin poder llegar el espectador a identificarse con ninguno de ellos.
La primera parte, sobre todo, es una sucesión de imágenes de la Barcelona más turística y superficial, unas postales ni siquiera bellas, mostrándonos una ciudad plana, sin esa luz que es una de las características que más aprecio de mi ciudad, en un tono como de comedia romántica. Peor, sin luz, gris. Primer intento fallido. Barcelona sale fea. La parte positiva es que, todos los que, después de verla, quieran visitarla, se llevarán una agradable sorpresa. Barcelona es guapa, y mucho.
Cuando ya empezaba a darles la razón a todos los que me habían dicho que, la película, mejoraba con la aparición del personaje de Pe, porque empezaba a aburrirme, segunda decepción. Y no es que Pe no lo haga bien, que lo hace, sino que volvemos al primer punto. En lugar de explotar la comicidad de dicho personaje, hace lo que con el resto, desaprovecharla. Pe, o su personaje, tampoco consiguen salvar la mediocridad en la que la película ha caído (algo por otra parte harto complicado en los apenas cinco minutos que aparece en pantalla) hasta desembocar en un final abrupto, brusco, no diré que sin sentido. No sabemos qué será de ellos, pero tampoco importa demasiado.
Al lado de todo esto, poco importa que el protagonista se llame Juan Antonio o que el personaje de Pe se llame María Elena, como si en lugar de Barcelona estuviéramos en Caracas, que Woody no tiene porqué saberlo, pero había, creo recordar, un productor español que, al menos, podía haberle indicado un cambio de nombre de los protagonistas. Pero, en esta película, lo de menos son los nombres. Empezando por el no-título, como lo llamó Almodóvar. Pero claro, esa Barcelona tenía que estar en el cartel al mismo tamaño que las, mucho más importantes, Vicky y Cristina. Y no sé si me dejo algo…, pero no se preocupe, sr. Allen, seguiremos yendo a ver sus películas. Aunque no estén rodadas en Barcelona. O precisamente por ello.