Ejercicio de estilo con brillantes trazos de serie negra, que se envuelven en tu mente de forma prodigiosa. Esa intriga permanente así como la ansiada identificación con el sufrimiento y transtorno de la protagonista, la espléndia B. Stanwyck, hacen las delicias de los cinéfilos.
A medidados de los 50 en EEUU se habían ido superando muchas secuelas derivadas de su participación en la terrible 2ª Guerra Mundial, pero aquí nos advierten que ¡Cuidado! quizás "este cuento no se ha acabado".
Destaco a George Sanders en el magnífico villano de la función, con esos andares patosos de persona alta y gansa y su mirada penetrante que atemoriza al más pintado.
Recomendable de todas todas.

Reconociendo que no merece ni una línea de crítica el truñete que nos ocupa, solo escribiré unas pocas palabrillas para rogar encarecidamente a la fábrica de bodrietes televisivos canadienses que tengan un poquito de piedad con los espectadores, un muchito de trabajo en los guiones y en las interpretaciones y otro poquito de orgullo profesional.
Los escenarios de Ontario dan para historias de mucha imaginación y también para regalarnos las dosis de intriga, suspense, tensión y hasta sorpresa que merecen los que se aventuran a verlas.
No desdeñen a sus potenciales fans de las tramas con l@s psicópatas de turno.
Currénselo porfi.
Merci.

Una sensación de cierto desasosiego y asco te queda cuando ves esta peli, así como curiosidad malsana al saber que se basa en hechos reales.
La sinopsis que aporta filmaffinity es bastante inexacta aunque no desvirtúa los hechos que se desarrollarán posteriormente. El film se basa en ir añadiendo dosis de intriga perfectamente adivinables si se está puesto en este tipo de pelis. Los escasos intérpretes cumplen con su cometido, en especial la hija de la protagonista, "una verdadera joya". El escaso presupuesto se deja notar en todos y cada uno de los apartados de este film de terror psicológico italiano filmado íntegramente en Nueva Orleans. De todos modos para los cinéfilos tiene su punto de interés.

Hice un esfuerzo considerable por visionar los 97 minutos de la deplorable película que nos ocupa. Con un montaje que puede volver "loco" a cualquiera, sin un ápice de coherencia en la historia, el director hace lo que se le ocurre en ese momento y se queda tan ancho. Le da igual si nada tiene ni pies ni cabeza, si los espectadores puedan huir en masa de la sala o que no se ofrezca una mínima pizca de interés por saber manejar una cámara de cine. Un horror en el peor de los sentidos.
Mención a parte el protagonista David Rocha cuyo afán exhibicionista está totalmente injustificado y nos relega a una interpretación nefasta y de pésimo amateur. Respecto al resto del reparto, nuestra añorada Inma de Santis se metió en un jardín de mucho cuidado y la atractiva madura Helga Liné está fuera de lugar en todo momento. Los crímenes están torpemente filmados y narrados con muy poco oficio. Una música que no para prácticamente un segundo y unos zooms mareantes que invitan a calificar este film como MUY MALO.

Película española a lo "Hitchcok" en plan cutrillo, de trama harta enrevesada, y hasta a veces rídícula y desconcertante que sin embargo logra mantenerte en vilo.
Destacar la omnipresencia del gran Alberto Closas, que lleva todo el peso del film, apoyado por el inspector de policía y su cuñada a los que les mete en el entuerto, sin ningún tipo de sospecha ni objeción sobre la posible implicación del protagonista.
El ritmo es brioso y adecuado pero adolece de ribetes fantasiosos que lacran el desarrollo real de la historia ya que hay que estar atentos con los giros y apaños a que nos someten los guionistas, Camus y Saura.
Sin mayores pretensiones de pasar hora y media recordando un poquito también, el ambiente de las España de los 60 que influye decisivamente en la factura de la peli.