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2,2
18.544
2
6 de abril de 2009
6 de abril de 2009
838 de 896 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo 23 años y no me he metido nunca una raya
Tengo 23 años y no me he tomado nunca una pastilla
Tengo 23 años y solo salgo de fiesta los fines de semana
Tengo 23 años y me lo paso como nadie sin necesidad de drogas
Tengo 23 años y nunca he traficado con drogas
Tengo 23 años y nunca he follado con mis amigos mirando
Tengo 23 años y ocupo mi tiempo sacando una carrera y trabajando como una mula
Tengo 23 años y leo libros!! Y a veces hasta estudio
Tengo 23 años y no tengo una tableta de chocolate por abdomen
Tengo 23 años y ninguno de mis amigos tiene esa tableta de chocolate
Tengo 23 años y mis amigas no tienen todas las tetas operadas ni acento de calentorras
Tengo 23 años y no pongo los cuernos a mi novia
Tengo 23 años y disfruto disfrutando de las cosas que hago
Tengo 23 años y mis problemas son diferentes a si la Jenny se ha lido con la Vane porque iban colocadas
Tengo 23 años y creo que ya es una edad consecuente para comprender que esta película es una mierda.
Si no eres como yo puede que encuentres sentido a este despropósito repleto de culos y tetas que se pasean por nuestra pequeña pantalla. Lo único sorprendente es que la hija de Aida hace una interpretación creíble, el resto mejor ni pensarlo. Y si le doy un 2 es porque acabo de ver Dragon Ball y me parece un insulto demasiado grande comparar cualquier película con esa, aunque se trate de Mentiras y gordas
Tengo 23 años y no me he tomado nunca una pastilla
Tengo 23 años y solo salgo de fiesta los fines de semana
Tengo 23 años y me lo paso como nadie sin necesidad de drogas
Tengo 23 años y nunca he traficado con drogas
Tengo 23 años y nunca he follado con mis amigos mirando
Tengo 23 años y ocupo mi tiempo sacando una carrera y trabajando como una mula
Tengo 23 años y leo libros!! Y a veces hasta estudio
Tengo 23 años y no tengo una tableta de chocolate por abdomen
Tengo 23 años y ninguno de mis amigos tiene esa tableta de chocolate
Tengo 23 años y mis amigas no tienen todas las tetas operadas ni acento de calentorras
Tengo 23 años y no pongo los cuernos a mi novia
Tengo 23 años y disfruto disfrutando de las cosas que hago
Tengo 23 años y mis problemas son diferentes a si la Jenny se ha lido con la Vane porque iban colocadas
Tengo 23 años y creo que ya es una edad consecuente para comprender que esta película es una mierda.
Si no eres como yo puede que encuentres sentido a este despropósito repleto de culos y tetas que se pasean por nuestra pequeña pantalla. Lo único sorprendente es que la hija de Aida hace una interpretación creíble, el resto mejor ni pensarlo. Y si le doy un 2 es porque acabo de ver Dragon Ball y me parece un insulto demasiado grande comparar cualquier película con esa, aunque se trate de Mentiras y gordas

6,4
48.885
6
28 de enero de 2015
28 de enero de 2015
413 de 541 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunas películas trascienden la pantalla porque llegan en el momento justo en el que la sociedad está pidiendo algo concreto y se convierten en un emblema del reflejo de la sociedad hoy en día.
American Sniper ha logrado el mejor estreno en Enero de la historia, segundo mejor mantenimiento de la historia en un film no franquicia do (únicamente por detrás de Avatar), mejor estreno de Clint Eastwood en toda su carrera en Estados Unidos, Reino Unido, Taiwan, Nueva Zelanda, Italia y Perú, seis nominaciones a los Oscar… Y todo esto cuando el consenso general era que las películas ambientadas en la guerra de Irak eran veneno puro para la taquilla. Recuerden que “En tierra hostil” (The Hurt Locker), la oscarizada cinta de Kathryn Bigelow recaudó 17 millones de dólares en USA (la menor recaudación de la historia de las ganadoras al premio de la Academia a mejor película). American Sniper está en su segunda semana rozando los 200 millones de dólares en taquilla.
¿Es realmente tan buena?
La respuesta es no. American Sniper es un film muy correcto y muy conseguido en muchos aspectos (el tratamiento del peso de la guerra en el hombre, la soberbia actuación de Bradley Cooper…), pero su mayor factor es la celebración de un hombre cuyo talento es disparar a matar a gente cuando no están mirando y que además disfruta de su trabajo.
No hay arco moral en la cinta, no hay remordimientos sobre si matar es necesario o hay alguna culpa en el acto de hacerlo. La cinta prácticamente abre con uno de esos discursos en la mesa de un padre a sus hijos que tanto le gusta a Clint Eastwood “en la vida hay corderos, lobos y los que defienden a los corderos de los lobos: los perros pastores”. La historia que trata Eastwood de vender es la de un hombre que se convierte en ese perro pastor defendiendo a su país de los que tratan de invadirlo. El prisma real es otro, los Iraquíes están tratando de defender su suelo mientras los americanos arrasan con él.
El verdadero Chris Kyle, el protagonista de la cinta, escribía en sus memorias que a él no le importaban “una mierda los Iraquíes” y no deja de referirse a ellos como “salvajes”. “Tras la primera muerte, las demás vienen fácilmente (…) no tengo que prepararme mentalmente para ello. Miro por el telescopio, pongo a mi objetivo en la cruceta y mato a mi enemigo antes de que mate a uno de los míos.” Él resumía el sentido de la guerra en esa frase, con lo cual cualquier sentimiento de raciocinio impuesto por la cinta queda empañado por el patriótico.
Y aquí es donde la película entra en terreno peligroso fuera de los Estados Unidos, donde somos mucho más abiertos a ofrecernos a una lectura del tablero mundial. Durante una década los EEUU han condenado la vulneración de los derechos humanos en Cuba mientras mantenían abierta una sede en Guantánamo que los violaba abiertamente. Los americanos gustan y disfrutan de mirar únicamente donde les interesa y donde ellos son los heroes, y por eso American Sniper está convirtiéndose en un fenómeno ya que provee un héroe de celuloide que está encargado no de satirizar y preguntarse acerca del Islam sino de matar musulmanes. “Mata cada hombre que veas. Ese no era el lenguaje oficial, pero sí la idea” escribía Chris Kyle en su libro biográfico.
Escribía George Orwell en su obra Notes on Nacionalism que “Los nacionalistas no solo no desaprueban las atrocidades cometidas por su bando sino que tienen una capacidad remarcable para ni siquiera escucharlas. Si esos hechos eran reprobables o si tan siquiera ocurrieron fueron siempre decididos por predilecciones políticas.”
La controversia que más me interesa llega al descubrir que desde el estreno de la cinta las amenazas a Árabes y musulmanes en América se han triplicado. Radicalizando nuestras opiniones acerca de una comunidad (que mayoritariamente condena por activa y por pasiva cada ataque terrorista) no hace más que radicalizar las opiniones de dicha comunidad, arrastrando a los indefensos a buscar consuelo donde lo encuentran, y si occidente liderado por una doctrina de odio hacia su pueblo no les escucha se moverán en busca de otro refuerzo de opiniones y convicciones.
El arte últimamente se está utilizando como instrumento de poder social y más recientemente como un poder de ofensa política en lugar de convivencia y normalización. Los ejemplos los tenemos recientes: The interview ha desatado iras entre naciones enfrentadas, Charlie Hebdo ha hecho correr ríos de sangre… Tanto de un bando como de otro, se está utilizando el poder de la creación para ejercer una provocación incendiaria que no conlleva a nada bueno salvo a la falta de expiación y autoculpa.
Eastwood despliega sus armas cinematográficas para conseguir este efecto: los Iraquíes nunca son tratados como personajes en la cinta sino como fondo amenazante, ninguno tiene personalidad, tan solo son objetivos. Todos ellos mueren al primer disparo. Los americanos agonizan en escena con borbotones de sangre para que veamos la crueldad y el desgarro. Y en el único momento que un Iraquí sufre es a manos de la crueldad de su propio pueblo.
Kyle, el verdadero Kyle, era un trabajador de clase media que perdió la dirección de su vida cuando vio gente con la que se identificaba siendo asesinada en otras partes del mundo (según la película en los atentados de Kenya y Tanzania contra la embajada americana) y decidió alistarse para asesinarles de vuelta.
¿Les suena familiar?
American Sniper ha logrado el mejor estreno en Enero de la historia, segundo mejor mantenimiento de la historia en un film no franquicia do (únicamente por detrás de Avatar), mejor estreno de Clint Eastwood en toda su carrera en Estados Unidos, Reino Unido, Taiwan, Nueva Zelanda, Italia y Perú, seis nominaciones a los Oscar… Y todo esto cuando el consenso general era que las películas ambientadas en la guerra de Irak eran veneno puro para la taquilla. Recuerden que “En tierra hostil” (The Hurt Locker), la oscarizada cinta de Kathryn Bigelow recaudó 17 millones de dólares en USA (la menor recaudación de la historia de las ganadoras al premio de la Academia a mejor película). American Sniper está en su segunda semana rozando los 200 millones de dólares en taquilla.
¿Es realmente tan buena?
La respuesta es no. American Sniper es un film muy correcto y muy conseguido en muchos aspectos (el tratamiento del peso de la guerra en el hombre, la soberbia actuación de Bradley Cooper…), pero su mayor factor es la celebración de un hombre cuyo talento es disparar a matar a gente cuando no están mirando y que además disfruta de su trabajo.
No hay arco moral en la cinta, no hay remordimientos sobre si matar es necesario o hay alguna culpa en el acto de hacerlo. La cinta prácticamente abre con uno de esos discursos en la mesa de un padre a sus hijos que tanto le gusta a Clint Eastwood “en la vida hay corderos, lobos y los que defienden a los corderos de los lobos: los perros pastores”. La historia que trata Eastwood de vender es la de un hombre que se convierte en ese perro pastor defendiendo a su país de los que tratan de invadirlo. El prisma real es otro, los Iraquíes están tratando de defender su suelo mientras los americanos arrasan con él.
El verdadero Chris Kyle, el protagonista de la cinta, escribía en sus memorias que a él no le importaban “una mierda los Iraquíes” y no deja de referirse a ellos como “salvajes”. “Tras la primera muerte, las demás vienen fácilmente (…) no tengo que prepararme mentalmente para ello. Miro por el telescopio, pongo a mi objetivo en la cruceta y mato a mi enemigo antes de que mate a uno de los míos.” Él resumía el sentido de la guerra en esa frase, con lo cual cualquier sentimiento de raciocinio impuesto por la cinta queda empañado por el patriótico.
Y aquí es donde la película entra en terreno peligroso fuera de los Estados Unidos, donde somos mucho más abiertos a ofrecernos a una lectura del tablero mundial. Durante una década los EEUU han condenado la vulneración de los derechos humanos en Cuba mientras mantenían abierta una sede en Guantánamo que los violaba abiertamente. Los americanos gustan y disfrutan de mirar únicamente donde les interesa y donde ellos son los heroes, y por eso American Sniper está convirtiéndose en un fenómeno ya que provee un héroe de celuloide que está encargado no de satirizar y preguntarse acerca del Islam sino de matar musulmanes. “Mata cada hombre que veas. Ese no era el lenguaje oficial, pero sí la idea” escribía Chris Kyle en su libro biográfico.
Escribía George Orwell en su obra Notes on Nacionalism que “Los nacionalistas no solo no desaprueban las atrocidades cometidas por su bando sino que tienen una capacidad remarcable para ni siquiera escucharlas. Si esos hechos eran reprobables o si tan siquiera ocurrieron fueron siempre decididos por predilecciones políticas.”
La controversia que más me interesa llega al descubrir que desde el estreno de la cinta las amenazas a Árabes y musulmanes en América se han triplicado. Radicalizando nuestras opiniones acerca de una comunidad (que mayoritariamente condena por activa y por pasiva cada ataque terrorista) no hace más que radicalizar las opiniones de dicha comunidad, arrastrando a los indefensos a buscar consuelo donde lo encuentran, y si occidente liderado por una doctrina de odio hacia su pueblo no les escucha se moverán en busca de otro refuerzo de opiniones y convicciones.
El arte últimamente se está utilizando como instrumento de poder social y más recientemente como un poder de ofensa política en lugar de convivencia y normalización. Los ejemplos los tenemos recientes: The interview ha desatado iras entre naciones enfrentadas, Charlie Hebdo ha hecho correr ríos de sangre… Tanto de un bando como de otro, se está utilizando el poder de la creación para ejercer una provocación incendiaria que no conlleva a nada bueno salvo a la falta de expiación y autoculpa.
Eastwood despliega sus armas cinematográficas para conseguir este efecto: los Iraquíes nunca son tratados como personajes en la cinta sino como fondo amenazante, ninguno tiene personalidad, tan solo son objetivos. Todos ellos mueren al primer disparo. Los americanos agonizan en escena con borbotones de sangre para que veamos la crueldad y el desgarro. Y en el único momento que un Iraquí sufre es a manos de la crueldad de su propio pueblo.
Kyle, el verdadero Kyle, era un trabajador de clase media que perdió la dirección de su vida cuando vio gente con la que se identificaba siendo asesinada en otras partes del mundo (según la película en los atentados de Kenya y Tanzania contra la embajada americana) y decidió alistarse para asesinarles de vuelta.
¿Les suena familiar?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
“Yo no veo el gris. Si tengo que ordenar mis prioridades serían Dios, mi país y mi familia” escribía Kyle. De todas las luces, Kyle era tan Jihadi en uniforme como su enemigo Mustafa lo es en ropa árabe. La cinta provoca el aplauso cuando uno vence al otro. Desde mi pantalla, ambos resultamos igual de perdedores. Y viendo la cinta parece que no hemos progresado de aquellas cintas propagandísticas de la Rusia de Lenin. ¿Es eso a lo que nos encaminamos?

2,4
2.911
1
28 de junio de 2020
28 de junio de 2020
198 de 206 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la historia de chiquilla y mafiosillo. Chiquilla es una choni polaca y mafiosillo es un secuestrador que siempre tiene calor y se pasa todo el tiempo sin camiseta. Entonces le secuestra, le da 365 días para que se enamore y se ponen a hacer sexo sin parar porque no hay nada más erótico que eso y entre violación y violación ella se enamora porque le compra ropa de diseño.
Pero vayamos a explicarlo bien,
Todo arranca con chiquilla polaca en Italia jugando tranquilamente con los brazos al aire junto al mar como una auténtica retrasada sin saber que un fulano mafioso le estaba mirando con prismáticos y se iba a enamorar de semejante guisa.
Volviendo a la chiquilla, la pobre tiene un novio calvo, polaco y feo que viste como un polaco en Benidorm y una amiga pesada que tiene los bolsillos colgando por debajo de los shorts aunque nadie le dice que va haciendo el ridículo y es de esas que no deja de hacer directos en Instagram y a la que quieres estrangular.
Entonces se va a dar un paseo y ver el anochecer mientras la cámara le saca planos bonitos de su maquillaje y se le echa la noche encima. Y claro, se mete en la calle peor iluminada de toda Italia y el mafiosillo le secuestra porque francamente lo iba pidiendo a gritos.
La chiquilla se levanta la día siguiente medio drogada aún en un castillo de la bella y la bestia y sale a pasear y ve que el mafiosillo tiene cuadros pintados de ella. En plan habitación de asesino en serie pero rollo artístico. Y el mafioso italiano se pone detrás de ella y le susurra
“¿Te has perdido pequeña?”
La chiquilla todavía con su maquillaje on point, le dice que lleva 5 años obsesionado con ella y que le va a secuestrar 365 días para que se enamore de él (un año, a menos que sea bisiesto).
Entonces le agarra, le tira contra el sofá con violencia y le pone la mano en la teta mientras le dice que no le va a obligar a hacer nada que no quiera. Excepto, claro está el ser secuestrada, manoseada y zarandeada, y que alguien te diga que no te va a hacer nada mientras tiene la mano en tu teta pues no te inspira demasiada confianza. Para qué engañarnos
Entonces la chiquilla se va a dar una ducha, pero como es polaca no está acostumbrada a las duchas de agua sino a las de gas y se sienta en el suelo de la ducha en lugar de meterse debajo de ella. Ahí con tó el potorro en el suelo de la ducha, que encima de secuestrada se va a coger una infección del carajo. Al salir de la ducha ve cómo el mafiosillo malo mata a alguien. Entonces ya le queda claro que es un criminal muy malo y peligroso.
La chica se levanta de nuevo drogada (es que no paran de drogarla) y el mafiosillo está sin camiseta mirando cómo duerme, porque es un mafioso que pasa mucho calor y por eso no lleva camiseta. Le dice que no se preocupe que la criada le ha cambiado de ropa, como si que alguien te cambie de ropa es peor que qué te secuestren, droguen dos veces, tengan cuadros tuyos por la casa, maten a alguien delante tuya y te miren desnudo mientras duermes. Qué te pongan el pijama es un crimen sin parangón. Y él le dice que es el “boss” y le da la orden de irse a dar un paseo y la chiquilla le dice literalmente
“No soy un saco de patatas al que puedas manejar sin mi permiso”
Y se la lleva de compras a boutiques de lujo y diseñadores, que oye, es un pueblecito chico pero muy apañado. Entonces mientras se prueba ropa interior, que en Italia parece ser que dejan hacer lo en le mismo camerino. Y mira ya si la chiquilla no se cogió una infección de orina en la ducha, la ha cogido de la que se haya probado las braguillas de guarra antes.
La chiquilla sale corriendo y dice que le han secuestrado pero la policía también está comprada y él le dice
“¿Te has perdido pequeña?”
Entonces cenan juntos y el chef se queda esperando y ella le hace ascos a una comida de lujo como si comiera caviar cada día y ella dice que tiene derecho a saber de qué negocios se ocupa él. Como si eso cambiara todo. En plan me has secuestrado pero si tienes un buen trabajo a lo mejor a mi madre no le importa.
Entonces la chiquilla se despierta con él en la cama y se va a duchar para enseñarle la merienda y él se pone desnudo y le enseña su cosilla y le dice
“¿Por qué lo miras? ¿Quieres tocarlo?”
Como si eso fuese un caramelillo de menta que llevarse a la boca, la chiquilla le toquetea un poco poniendo cara de guarrilla y cuando se va a ir él le agarra del pescuezo como un pollo en el matadero y la empuja hacia su boca, porque eso es super sesi. Vamos no hay nada más sesi que alguien te agarre por detrás y te empuje y le llama pequeña mientras le dice “no me provoques” y ella responde “¿o qué?
Pues mira chiquilla es un mafioso que te ha perseguido por años, secuestrado, zarandeado con violencia y matado a alguien frente a tus ojos. Creo que no va de farol.
se va a la habitación de él, que también sigue acalorado porque va sin camiseta y ella va a su habitación del hotel que tiene un retrato de él con un león. Un puto León, y discuten sobre qué periodo es el cuadro si de Michelangelo o Caravaggio. Esto es real.
Entonces ella se espatarra enseñándole donde coge sus infecciones y él le enseña el caramelillo y le dice “Cógelo” y como la chiquilla no lo coge le agarra y le ata a la cama de pies y manos para obligarla a ver como otra chavalilla le chupa el caramelillo de menta y le dice que le va a enseñar lo que se pierde. Como si su caramelillo fuese irresistible.
Entonces se van a una discoteca y la chiquilla se viste de choni absoluta y aunque le dicen que sea discreta que no es una broma ella sigue sin creérselo, porque claro solo le han secuestrado, atado, zarandeado, obligado a ver sexo sin que quiera, matado a alguien delante de sus ojos y tocado los pezoncillos. Y eso en Polonia es el pan nuestro de cada día, entonces sigue jugando y le dice en medio de la discoteca que su “vestido es tan corto que puede metérsela sin quitárselo”
Pero vayamos a explicarlo bien,
Todo arranca con chiquilla polaca en Italia jugando tranquilamente con los brazos al aire junto al mar como una auténtica retrasada sin saber que un fulano mafioso le estaba mirando con prismáticos y se iba a enamorar de semejante guisa.
Volviendo a la chiquilla, la pobre tiene un novio calvo, polaco y feo que viste como un polaco en Benidorm y una amiga pesada que tiene los bolsillos colgando por debajo de los shorts aunque nadie le dice que va haciendo el ridículo y es de esas que no deja de hacer directos en Instagram y a la que quieres estrangular.
Entonces se va a dar un paseo y ver el anochecer mientras la cámara le saca planos bonitos de su maquillaje y se le echa la noche encima. Y claro, se mete en la calle peor iluminada de toda Italia y el mafiosillo le secuestra porque francamente lo iba pidiendo a gritos.
La chiquilla se levanta la día siguiente medio drogada aún en un castillo de la bella y la bestia y sale a pasear y ve que el mafiosillo tiene cuadros pintados de ella. En plan habitación de asesino en serie pero rollo artístico. Y el mafioso italiano se pone detrás de ella y le susurra
“¿Te has perdido pequeña?”
La chiquilla todavía con su maquillaje on point, le dice que lleva 5 años obsesionado con ella y que le va a secuestrar 365 días para que se enamore de él (un año, a menos que sea bisiesto).
Entonces le agarra, le tira contra el sofá con violencia y le pone la mano en la teta mientras le dice que no le va a obligar a hacer nada que no quiera. Excepto, claro está el ser secuestrada, manoseada y zarandeada, y que alguien te diga que no te va a hacer nada mientras tiene la mano en tu teta pues no te inspira demasiada confianza. Para qué engañarnos
Entonces la chiquilla se va a dar una ducha, pero como es polaca no está acostumbrada a las duchas de agua sino a las de gas y se sienta en el suelo de la ducha en lugar de meterse debajo de ella. Ahí con tó el potorro en el suelo de la ducha, que encima de secuestrada se va a coger una infección del carajo. Al salir de la ducha ve cómo el mafiosillo malo mata a alguien. Entonces ya le queda claro que es un criminal muy malo y peligroso.
La chica se levanta de nuevo drogada (es que no paran de drogarla) y el mafiosillo está sin camiseta mirando cómo duerme, porque es un mafioso que pasa mucho calor y por eso no lleva camiseta. Le dice que no se preocupe que la criada le ha cambiado de ropa, como si que alguien te cambie de ropa es peor que qué te secuestren, droguen dos veces, tengan cuadros tuyos por la casa, maten a alguien delante tuya y te miren desnudo mientras duermes. Qué te pongan el pijama es un crimen sin parangón. Y él le dice que es el “boss” y le da la orden de irse a dar un paseo y la chiquilla le dice literalmente
“No soy un saco de patatas al que puedas manejar sin mi permiso”
Y se la lleva de compras a boutiques de lujo y diseñadores, que oye, es un pueblecito chico pero muy apañado. Entonces mientras se prueba ropa interior, que en Italia parece ser que dejan hacer lo en le mismo camerino. Y mira ya si la chiquilla no se cogió una infección de orina en la ducha, la ha cogido de la que se haya probado las braguillas de guarra antes.
La chiquilla sale corriendo y dice que le han secuestrado pero la policía también está comprada y él le dice
“¿Te has perdido pequeña?”
Entonces cenan juntos y el chef se queda esperando y ella le hace ascos a una comida de lujo como si comiera caviar cada día y ella dice que tiene derecho a saber de qué negocios se ocupa él. Como si eso cambiara todo. En plan me has secuestrado pero si tienes un buen trabajo a lo mejor a mi madre no le importa.
Entonces la chiquilla se despierta con él en la cama y se va a duchar para enseñarle la merienda y él se pone desnudo y le enseña su cosilla y le dice
“¿Por qué lo miras? ¿Quieres tocarlo?”
Como si eso fuese un caramelillo de menta que llevarse a la boca, la chiquilla le toquetea un poco poniendo cara de guarrilla y cuando se va a ir él le agarra del pescuezo como un pollo en el matadero y la empuja hacia su boca, porque eso es super sesi. Vamos no hay nada más sesi que alguien te agarre por detrás y te empuje y le llama pequeña mientras le dice “no me provoques” y ella responde “¿o qué?
Pues mira chiquilla es un mafioso que te ha perseguido por años, secuestrado, zarandeado con violencia y matado a alguien frente a tus ojos. Creo que no va de farol.
se va a la habitación de él, que también sigue acalorado porque va sin camiseta y ella va a su habitación del hotel que tiene un retrato de él con un león. Un puto León, y discuten sobre qué periodo es el cuadro si de Michelangelo o Caravaggio. Esto es real.
Entonces ella se espatarra enseñándole donde coge sus infecciones y él le enseña el caramelillo y le dice “Cógelo” y como la chiquilla no lo coge le agarra y le ata a la cama de pies y manos para obligarla a ver como otra chavalilla le chupa el caramelillo de menta y le dice que le va a enseñar lo que se pierde. Como si su caramelillo fuese irresistible.
Entonces se van a una discoteca y la chiquilla se viste de choni absoluta y aunque le dicen que sea discreta que no es una broma ella sigue sin creérselo, porque claro solo le han secuestrado, atado, zarandeado, obligado a ver sexo sin que quiera, matado a alguien delante de sus ojos y tocado los pezoncillos. Y eso en Polonia es el pan nuestro de cada día, entonces sigue jugando y le dice en medio de la discoteca que su “vestido es tan corto que puede metérsela sin quitárselo”
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Imaginamos que no lleva braguillas, así que esa merienda tiene que un batiburrillo de infecciones tremendas.
La chica va buscando guerra y un mafioso medio agresivamente le intuye que quiere marcha y por ahí no pasa. Una cosa es que te secuestre uno que está bueno y otra cosa que uno más feo te toque el culo. Eso sí que no.
El caso es que la chiquilla la lía tremenda y se la llevan a un barco él y su socio para cantarle las 40. Discuten y él le tira por la borda. Literal. Aunque salta a por ella y cuando se despierta ella está agradecida porque él la ha salvado (de una accidente qué ha provocado, pero qué más da) y el muchacho tiene calor de nuevo y sigue sin camiseta.
Entonces ella, le agarra del brazo y se ponen a fornicar. Por todo el barco. En la proa, la popa, encima del barco. Por todos lados tienen sexo. Da igual que esté su socio por ahí, ellos siguen dándole al manubrio. Y si la chiquilla no tenía infección en el potorro, ahora fijo que tiene 3 ó 4 STD porque él ha metido el caramelillo en todo agujero caliente que ha visto.
Y ya se van a una fiesta de máscaras y bailan un tango como si supieran, ella se enfada por celos y se arreglan las paces en el baño con un pumba pumba. Que vamos, él tiene mucho dinero, pero la cama sin estrenar todo lo hacen en los sitios más raros como encima del lavabo.
Entonces él le manda a Polonia y ella se enfada porque si alguien ha estado en Polonia sabe que es mejor estar secuestrado en Italia que libre en Polonia.
La chiquilla vuelve a ver a su amiga y le dice que el mafiosillo tiene un cuerpo moldeado por Dios, la amiga le pregunta que si Dios también le ha moldeado la polla y ella le dice que no, que el Diablo.
Lo más casual, oye.
—¿Tía Laura donde has estado?
—Secuestrada
—¿Y cómo tiene la polla?
Entonces la chiquilla ve un poco la luz pero está apañada y dice: “Estoy fatal me secuestra un mafioso y me enamora. Y lo peor es que no me cuentan nada”
No, chiquilla, lo peor es que te han secuestrado. Eso es lo peor.
Ella piensa que hay que cambiar algo y la amiga le dice literalmente que “se cambie de bragas”
¡Por fin, alguien tenía que decirlo, y se dijo!
Entonces se la lleva a un spa y le compra una peluca rubia que ríete tú de las de Lydia Bosch y se van a bailar y se encuentra con su ex calvo. El Ex le sigue hasta el hotel y sentado en la oscuridad está el mafiosillo italiano.
Qué direis, “¿por qué está sentado en la oscuridad en lugar de esperar viendo la tele o leyendo algo?”
Pues no tengo respuesta para ello
Ella está enfadada con él pero rápidamente le le empuja y a ella le vienen los buenos recuerdos y se ponen en el rascacielos a hacer el sexo contra la ventana, y yo con un vértigo tremendo, porque esas ventanas se pueden caer de un empujón.
Ella ya se ha enamorado. Se la lleva de compras y él se hace el machito en las tiendas leyendo revistas que
Las revistas de los probadores de una boutique femenina no creo que sean lo más machito posible
Las revistas están en polaco y él no sabe polaco. Así que no engaña a nadie.
La chica encuentra el vestido más hortera plateado y le lleva a una boda, que tiene miga ir a una boda con esas pintas.
Entonces ven a los padres de ella, que no parecen ni haberse inmutado por el hecho de que su hija HA ESTADO SECUESTRADA. Vamos, muy cercanos no parecen.
Luego hay mucho rato en el que hablan, pero se prometen y organizan la boda y la chiquilla consigue encontrar el vestido de boda más feo que he visto en mi vida.
Entonces antes de que se casen, montan un drama absurdo en el que dicen que van a matar a la chiquilla y todo se corta en un túnel para que veamos la secuela, aunque es obvio que va a morir la amiga.
Y a esperar a ver cómo sigue todo esto, si la chica consigue zumo de arándanos para sus bajos, si se quita la peluca inmensa o el mafiosillo muere de un constipado por ir todo el rato sin camiseta.
La chica va buscando guerra y un mafioso medio agresivamente le intuye que quiere marcha y por ahí no pasa. Una cosa es que te secuestre uno que está bueno y otra cosa que uno más feo te toque el culo. Eso sí que no.
El caso es que la chiquilla la lía tremenda y se la llevan a un barco él y su socio para cantarle las 40. Discuten y él le tira por la borda. Literal. Aunque salta a por ella y cuando se despierta ella está agradecida porque él la ha salvado (de una accidente qué ha provocado, pero qué más da) y el muchacho tiene calor de nuevo y sigue sin camiseta.
Entonces ella, le agarra del brazo y se ponen a fornicar. Por todo el barco. En la proa, la popa, encima del barco. Por todos lados tienen sexo. Da igual que esté su socio por ahí, ellos siguen dándole al manubrio. Y si la chiquilla no tenía infección en el potorro, ahora fijo que tiene 3 ó 4 STD porque él ha metido el caramelillo en todo agujero caliente que ha visto.
Y ya se van a una fiesta de máscaras y bailan un tango como si supieran, ella se enfada por celos y se arreglan las paces en el baño con un pumba pumba. Que vamos, él tiene mucho dinero, pero la cama sin estrenar todo lo hacen en los sitios más raros como encima del lavabo.
Entonces él le manda a Polonia y ella se enfada porque si alguien ha estado en Polonia sabe que es mejor estar secuestrado en Italia que libre en Polonia.
La chiquilla vuelve a ver a su amiga y le dice que el mafiosillo tiene un cuerpo moldeado por Dios, la amiga le pregunta que si Dios también le ha moldeado la polla y ella le dice que no, que el Diablo.
Lo más casual, oye.
—¿Tía Laura donde has estado?
—Secuestrada
—¿Y cómo tiene la polla?
Entonces la chiquilla ve un poco la luz pero está apañada y dice: “Estoy fatal me secuestra un mafioso y me enamora. Y lo peor es que no me cuentan nada”
No, chiquilla, lo peor es que te han secuestrado. Eso es lo peor.
Ella piensa que hay que cambiar algo y la amiga le dice literalmente que “se cambie de bragas”
¡Por fin, alguien tenía que decirlo, y se dijo!
Entonces se la lleva a un spa y le compra una peluca rubia que ríete tú de las de Lydia Bosch y se van a bailar y se encuentra con su ex calvo. El Ex le sigue hasta el hotel y sentado en la oscuridad está el mafiosillo italiano.
Qué direis, “¿por qué está sentado en la oscuridad en lugar de esperar viendo la tele o leyendo algo?”
Pues no tengo respuesta para ello
Ella está enfadada con él pero rápidamente le le empuja y a ella le vienen los buenos recuerdos y se ponen en el rascacielos a hacer el sexo contra la ventana, y yo con un vértigo tremendo, porque esas ventanas se pueden caer de un empujón.
Ella ya se ha enamorado. Se la lleva de compras y él se hace el machito en las tiendas leyendo revistas que
Las revistas de los probadores de una boutique femenina no creo que sean lo más machito posible
Las revistas están en polaco y él no sabe polaco. Así que no engaña a nadie.
La chica encuentra el vestido más hortera plateado y le lleva a una boda, que tiene miga ir a una boda con esas pintas.
Entonces ven a los padres de ella, que no parecen ni haberse inmutado por el hecho de que su hija HA ESTADO SECUESTRADA. Vamos, muy cercanos no parecen.
Luego hay mucho rato en el que hablan, pero se prometen y organizan la boda y la chiquilla consigue encontrar el vestido de boda más feo que he visto en mi vida.
Entonces antes de que se casen, montan un drama absurdo en el que dicen que van a matar a la chiquilla y todo se corta en un túnel para que veamos la secuela, aunque es obvio que va a morir la amiga.
Y a esperar a ver cómo sigue todo esto, si la chica consigue zumo de arándanos para sus bajos, si se quita la peluca inmensa o el mafiosillo muere de un constipado por ir todo el rato sin camiseta.
Miniserie

7,6
8.351
10
13 de mayo de 2020
13 de mayo de 2020
174 de 196 usuarios han encontrado esta crítica útil
Normal People es una historia de amor con los ingredientes tan precisos y en las dosis tan justas, con los elementos tan delicados y retratado todo con tanta sinceridad y poesía que cuesta hasta creer que exista. Es una joya atemporal de la que se hablará y escribirá mucho.
En esencia, es únicamente una historia de amor entre una chica y un chico.
Pero pese a que es lo mismo de siempre, todo es diferente y está tratado y desarrollado de manera delicada, honesta y frágil para presentarlo como algo totalmente novedoso, fresco, imaginativo y disfrutable.
La evolución de los personajes y la forma de retratar y ser testigos sobre dos personas descubriendo lo que verdaderamente es estar enamorado y cómo la serie nos deja ser testigos de ello con tanta belleza, sinceridad y elegancia es algo mágico e inexplicable.
Hay varios puntos e ingredientes de esta receta que quiero desgranar para que entendáis la grandeza de esta serie:
Los personajes. Siempre entre lo irritable, exasperante y molesto pero sin cruzar la línea. Mantienen el equilibrio exacto que consigue que te encariñes con ellos.
Son el centro de todo Marianne “A psycho to everybody”, la chica inadaptada más inteligente que el resto y que les mira por encima del hombro. La mujer más segura que puedes imaginar pero que esa fachada de seguridad se va demostrando que es su peor enemiga.
Connell “You try to act like your friends but you know you are not that kind of person” Connell es callado, taciturno, guapo y delicado. Gusta de leer y cultivarse pero tiene una gran incapacidad para expresar sus opiniones y SENTIMIENTOS. Incluso hay un momento en que dice que no sabe lo que opinar o sentir sobre determinadas cosas. Pero vamos viendo su crecimiento paso a paso.
“Me paso el día tratando 1000 versiones de mi mismo para ver cual funciona en el mundo”
Son dos personajes que podrían ser irritantes pero el trabajo de los actores es para quitarse el sombrero. Daisy Edgar-Jones alumna del National Youth Theatre y que tiene cierta fama debido a Cold Feet aquí sabe dar la ironía, el carisma y las medias miradas pero el que se come al personaje es Paul Mescal en su primer papel fuera del teatro. Este actor irlandés va a ser la revolución, la forma en la que ves que quiere llegar a las emociones pero no sabe explicarse, es verdaderamente impresionante.
La dirección, el montaje, la fotografía.
La dirección en increíblemente naturalista, se siente cercana, se palpa real y cotidiana y nunca gira la cámara hacia los sentimientos y la realidad cruda del entorno. Los desenfoques hacen que cada encuadre brille y le dotan de una magia especial. A mayores tenemos Irlanda retratada perfectamente, no imaginas la serie en ningún otro lugar. La fotografía es preciosa y cada vez que están juntos brilla a través de las lentes, capturan la luz con la cámara de una manera delicada y preciosa. bonita y elegante
El guión.
sí, es una historia de amor, pero a diferencia de otros en la que o están super enamorados y positiva o abusiva, aquí está más retratada como una historia de la falta de comunicación:
El uno con el otro
Con el mundo exterior
Con uno mismo
Temas como el crecer y encontrarse a uno mismo entre el ruido alrededor. Cada uno en su esfera, Marianne en la familia que casi se averguenza de que sea diferente y él entre sus amigos.
(“No deberías enseñarme fotos de tu novia desnuda mientras está ahí — Ultimamente estás muy gay con estas cosas”)
La banda sonora es una autentica gozada. Es un estado de ánimo. No tiene banda sonora original pero tiene una selección musical increíble y super atmosférica.
En resumen, Normal people es una obra maestra de la pequeña pantalla. Un retrato certero, crudo pero increíblemente bello sobre lo duro y bonito de esas edad tan especial. Un privilegio.
En esencia, es únicamente una historia de amor entre una chica y un chico.
Pero pese a que es lo mismo de siempre, todo es diferente y está tratado y desarrollado de manera delicada, honesta y frágil para presentarlo como algo totalmente novedoso, fresco, imaginativo y disfrutable.
La evolución de los personajes y la forma de retratar y ser testigos sobre dos personas descubriendo lo que verdaderamente es estar enamorado y cómo la serie nos deja ser testigos de ello con tanta belleza, sinceridad y elegancia es algo mágico e inexplicable.
Hay varios puntos e ingredientes de esta receta que quiero desgranar para que entendáis la grandeza de esta serie:
Los personajes. Siempre entre lo irritable, exasperante y molesto pero sin cruzar la línea. Mantienen el equilibrio exacto que consigue que te encariñes con ellos.
Son el centro de todo Marianne “A psycho to everybody”, la chica inadaptada más inteligente que el resto y que les mira por encima del hombro. La mujer más segura que puedes imaginar pero que esa fachada de seguridad se va demostrando que es su peor enemiga.
Connell “You try to act like your friends but you know you are not that kind of person” Connell es callado, taciturno, guapo y delicado. Gusta de leer y cultivarse pero tiene una gran incapacidad para expresar sus opiniones y SENTIMIENTOS. Incluso hay un momento en que dice que no sabe lo que opinar o sentir sobre determinadas cosas. Pero vamos viendo su crecimiento paso a paso.
“Me paso el día tratando 1000 versiones de mi mismo para ver cual funciona en el mundo”
Son dos personajes que podrían ser irritantes pero el trabajo de los actores es para quitarse el sombrero. Daisy Edgar-Jones alumna del National Youth Theatre y que tiene cierta fama debido a Cold Feet aquí sabe dar la ironía, el carisma y las medias miradas pero el que se come al personaje es Paul Mescal en su primer papel fuera del teatro. Este actor irlandés va a ser la revolución, la forma en la que ves que quiere llegar a las emociones pero no sabe explicarse, es verdaderamente impresionante.
La dirección, el montaje, la fotografía.
La dirección en increíblemente naturalista, se siente cercana, se palpa real y cotidiana y nunca gira la cámara hacia los sentimientos y la realidad cruda del entorno. Los desenfoques hacen que cada encuadre brille y le dotan de una magia especial. A mayores tenemos Irlanda retratada perfectamente, no imaginas la serie en ningún otro lugar. La fotografía es preciosa y cada vez que están juntos brilla a través de las lentes, capturan la luz con la cámara de una manera delicada y preciosa. bonita y elegante
El guión.
sí, es una historia de amor, pero a diferencia de otros en la que o están super enamorados y positiva o abusiva, aquí está más retratada como una historia de la falta de comunicación:
El uno con el otro
Con el mundo exterior
Con uno mismo
Temas como el crecer y encontrarse a uno mismo entre el ruido alrededor. Cada uno en su esfera, Marianne en la familia que casi se averguenza de que sea diferente y él entre sus amigos.
(“No deberías enseñarme fotos de tu novia desnuda mientras está ahí — Ultimamente estás muy gay con estas cosas”)
La banda sonora es una autentica gozada. Es un estado de ánimo. No tiene banda sonora original pero tiene una selección musical increíble y super atmosférica.
En resumen, Normal people es una obra maestra de la pequeña pantalla. Un retrato certero, crudo pero increíblemente bello sobre lo duro y bonito de esas edad tan especial. Un privilegio.
3
8 de mayo de 2020
8 de mayo de 2020
125 de 135 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocer que sentía mucha curiosidad por Valeria, la nueva serie de Netflix que adapta las novelas de Elisabet Benavent. Es el tipo “Chick-lit” que me gusta leer (y escribir) y aunque he leído otros libros de la autora no he leído éste en concreto.
Aún así tengo un problema con los libros de Elisabet Benavent y es que siempre encuentro que los personajes son extremadamente irritantes, como parodias y Wannabes de Sexo en Nueva York. Me pasó con “Fuimos canciones” y en “Mi Isla” fui incapaz de terminar el libro porque quería asesinar a la protagonista, y eso que no me quedaba demasiado para terminarlo.
Creo que el principal problema es que no es para mí. Y eso que me adapto a cualquier escenario y “zapatos” pero en los de Valeria me sienta imposible sentirme cómodo. Es que pienso en “Fleabag”, “Normal People”, “Please Like me” o “Feel Good” y esta “Valeria” sigue anclada en Sexo en Nueva York aunque ya han pasado 20 años de aquella. ¡20 años! y sigue jugando con los mismos estereotipos y personajes:
Tenemos a la liberada sexual, que es como que hace lo que quiere todo el tiempo y se acuesta con quién quiere aunque está enamorada y no lo sabe.
Tenemos a la tímida que le da cosa todo y quiere el romance perfecto. Tanto que acaba alquilando un piso por intentar liarse con el casero (real)
Y luego el personaje intermedio que aquí es una lesbiana que vive en casa de sus padres y es la voz de la razón.
La protagonista es una aspirante a escritora (check) que escribe una novela erótica (check). Vamos que no escribe una columna de sexo en un periódico porque el canteo sería demasiado.
El problema no son los estereotipos, que también, sino que todas actúan como si tuvieran 15 años. Ahí es donde me superan sus libros y no dejo de poner los ojos en blanco porque se supone que quieren tratar asuntos de gente en la treintena pero todas las decisiones son en plan “tía, que fuerte, que he visto a ____ y no me ha contestado al mensaje” por no hablar de lo egoístas y caprichosas que son estas chicas.
Y ahí es donde digo que no es para mí, porque a lo mejor si tuviese menos de 20 años la serie me habría encantado, sería como idealizaría yo el crecer. Pero con 34 años ver a estas mujeres tener esas conversaciones me hacen alegrarme de ser gay y no tener que lidiar con gente así. Aunque no creo que sea cierto. No creo que las mujeres digan frases como “Te quedaste dormido con la película pero no te perdiste nada, Leonardo Di Caprio gordo es deprimente”
Es surrealista que la protagonista tenga esa edad y esté rechazando trabajos y viviendo en ese apartamento en pleno centro de Madrid. Quiero darle de leches,
Los temas también son los mismos que en Sexo en Nueva York, que si correrse es importante, que si sexo en público, que si relaciones abiertas, que si citas, que si el mundo no está hecho para solteras… No tengo problema con ello, es sólo que ya lo he visto antes y mejor.
Luego hay situaciones que simplemente no tiene ni idea de cómo somos los hombres. Ningún hombre se escandaliza porque su mujer use porno o le da tantas vueltas a determinadas cosas. Me siento muy ofendido con ciertos retratos masculinos. Ningún hombre manda esa cantidad de mensajes a una mujer casada con la que ha hablado 10 minutos en la discoteca. Sería acoso y no es romántico. Por no hablar del retrato del hombre en la conversación del #metoo del tercer capítulo. Manda huevos.
El tema principal de la serie es de la amistad de las protagonistas que tienen un grupo de WhatsApp llamado “Amigas 4ever” o algo así. Y aunque es bonita la exaltación de la amistad me parece demasiado teenager. No digo que no existan ese grupo de amigas tan forzado, pero yo no creo que haya alguien que solo se relacione con tres amigas que todas se llevan super bien y nadie tenga amigos fuera del círculo exclusivo. Eso sucede con 15 años, con 20… pero ¿con treinta? La gente tiene amigos del trabajo, de la carrera, de fiesta, de otros círculos.
Lo que más me ha gustado es el retrato de Madrid en la serie. Es una ciudad muy colorida, bohemia, bonita. Hay mucha escena en el Frida (mi restaurante favorito), mucho vestuario pintoresco, los cines Luchana… han hecho un retrato de Madrid muy cuqui, muy Amelie meets Almodovar. Muy de Instagram.
La banda sonora tiene mucha canción muy cuqui, muy Serebro, Kingdom… realmente me gusta el ambiente de la serie, aunque ¿No hemos superado ya el “Con las Ganas” de Zahara?
Los actores cumplen y están muy correctos, a veces recitan frases imposibles y las hacen creíbles. Todo cumple, mejor ellas que ellos pero nadie desentona .
En resumen, Valeria es una serie bonita. Una serie entretenida pero que va dirigida a un Target muy específico y no juega a nada nuevo, de hecho hay una gran falta de originalidad y no es tan romántica como quieren vender, no es tan divertida como estas cuatro petardas quieren creese, no es tan profunda como sus frases en el té de Mr. Wonderful proclaman y la única creatividad está en la dirección artística que pedía una historia mejor. Aún así, si estás en el Target (Mujer entre los 14 y los 22 años —reales o emocionales—) y te va este tipo de historias es muy probable que te guste
Aún así tengo un problema con los libros de Elisabet Benavent y es que siempre encuentro que los personajes son extremadamente irritantes, como parodias y Wannabes de Sexo en Nueva York. Me pasó con “Fuimos canciones” y en “Mi Isla” fui incapaz de terminar el libro porque quería asesinar a la protagonista, y eso que no me quedaba demasiado para terminarlo.
Creo que el principal problema es que no es para mí. Y eso que me adapto a cualquier escenario y “zapatos” pero en los de Valeria me sienta imposible sentirme cómodo. Es que pienso en “Fleabag”, “Normal People”, “Please Like me” o “Feel Good” y esta “Valeria” sigue anclada en Sexo en Nueva York aunque ya han pasado 20 años de aquella. ¡20 años! y sigue jugando con los mismos estereotipos y personajes:
Tenemos a la liberada sexual, que es como que hace lo que quiere todo el tiempo y se acuesta con quién quiere aunque está enamorada y no lo sabe.
Tenemos a la tímida que le da cosa todo y quiere el romance perfecto. Tanto que acaba alquilando un piso por intentar liarse con el casero (real)
Y luego el personaje intermedio que aquí es una lesbiana que vive en casa de sus padres y es la voz de la razón.
La protagonista es una aspirante a escritora (check) que escribe una novela erótica (check). Vamos que no escribe una columna de sexo en un periódico porque el canteo sería demasiado.
El problema no son los estereotipos, que también, sino que todas actúan como si tuvieran 15 años. Ahí es donde me superan sus libros y no dejo de poner los ojos en blanco porque se supone que quieren tratar asuntos de gente en la treintena pero todas las decisiones son en plan “tía, que fuerte, que he visto a ____ y no me ha contestado al mensaje” por no hablar de lo egoístas y caprichosas que son estas chicas.
Y ahí es donde digo que no es para mí, porque a lo mejor si tuviese menos de 20 años la serie me habría encantado, sería como idealizaría yo el crecer. Pero con 34 años ver a estas mujeres tener esas conversaciones me hacen alegrarme de ser gay y no tener que lidiar con gente así. Aunque no creo que sea cierto. No creo que las mujeres digan frases como “Te quedaste dormido con la película pero no te perdiste nada, Leonardo Di Caprio gordo es deprimente”
Es surrealista que la protagonista tenga esa edad y esté rechazando trabajos y viviendo en ese apartamento en pleno centro de Madrid. Quiero darle de leches,
Los temas también son los mismos que en Sexo en Nueva York, que si correrse es importante, que si sexo en público, que si relaciones abiertas, que si citas, que si el mundo no está hecho para solteras… No tengo problema con ello, es sólo que ya lo he visto antes y mejor.
Luego hay situaciones que simplemente no tiene ni idea de cómo somos los hombres. Ningún hombre se escandaliza porque su mujer use porno o le da tantas vueltas a determinadas cosas. Me siento muy ofendido con ciertos retratos masculinos. Ningún hombre manda esa cantidad de mensajes a una mujer casada con la que ha hablado 10 minutos en la discoteca. Sería acoso y no es romántico. Por no hablar del retrato del hombre en la conversación del #metoo del tercer capítulo. Manda huevos.
El tema principal de la serie es de la amistad de las protagonistas que tienen un grupo de WhatsApp llamado “Amigas 4ever” o algo así. Y aunque es bonita la exaltación de la amistad me parece demasiado teenager. No digo que no existan ese grupo de amigas tan forzado, pero yo no creo que haya alguien que solo se relacione con tres amigas que todas se llevan super bien y nadie tenga amigos fuera del círculo exclusivo. Eso sucede con 15 años, con 20… pero ¿con treinta? La gente tiene amigos del trabajo, de la carrera, de fiesta, de otros círculos.
Lo que más me ha gustado es el retrato de Madrid en la serie. Es una ciudad muy colorida, bohemia, bonita. Hay mucha escena en el Frida (mi restaurante favorito), mucho vestuario pintoresco, los cines Luchana… han hecho un retrato de Madrid muy cuqui, muy Amelie meets Almodovar. Muy de Instagram.
La banda sonora tiene mucha canción muy cuqui, muy Serebro, Kingdom… realmente me gusta el ambiente de la serie, aunque ¿No hemos superado ya el “Con las Ganas” de Zahara?
Los actores cumplen y están muy correctos, a veces recitan frases imposibles y las hacen creíbles. Todo cumple, mejor ellas que ellos pero nadie desentona .
En resumen, Valeria es una serie bonita. Una serie entretenida pero que va dirigida a un Target muy específico y no juega a nada nuevo, de hecho hay una gran falta de originalidad y no es tan romántica como quieren vender, no es tan divertida como estas cuatro petardas quieren creese, no es tan profunda como sus frases en el té de Mr. Wonderful proclaman y la única creatividad está en la dirección artística que pedía una historia mejor. Aún así, si estás en el Target (Mujer entre los 14 y los 22 años —reales o emocionales—) y te va este tipo de historias es muy probable que te guste
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