Jamás entenderé cómo puedes gastarte millones de Euros para que parezca creíble que se hunde el mundo entero y no puedes dedicar 20 minutos a que un sólo personaje parezca una persona real y una situación no parezca sacada del circo.

Eso es esta porquería.

Consejo: Bájense en HD las escenas de la destrucción y olviden lo demás. Como en "El día después de mañana" y compañía.

Película sobre las paradojas espacio-temporales que da una sensación de obra maestra bien hilvanada, hasta que uno se para a pensar y se da cuenta de que es un gigante con los pies de barro. Lamentablemente, no puedo argumentar nada de mi opinión sin destripar la película, por lo que esta crítica sólo puede tener sentido para quien haya visto la película.

Es lo que tienen las paradojas. No puedo criticar bien antes de que la vean... :D

- Mulán es comanche.
- Los malos son los blancos (mucho más que el predator, claro) pero franceses. Evidentemente, los que arrasaron a los comanches, y al pueblo indio en general, fueron los franceses, quién no lo sabe?
- Pocahontas (la histórica de verdad) pasó a la posteridad por negarse a actuar como una mujer india de su tiempo y dedicarse a hacer el Daredevil con un hacha por la selva.
- Un predator levanta a un oso, aguanta un tiro a bocajarro, pero con un buen hachazo proveniente de la potencia de 1,50 y 50Kg. De ser humano, puedes cortarle hasta un brazo.
- Si Mulán se llega a presentar a Mr. Olimpia, destroza al Chuache.

Por lo demás, incoherencias aparte, pasas el rato y tal.

- Si hay un hombre blanco heterosexual más o menos joven, es chungo. Ladrón, maltratador, psicópata, asesino en serie, pederasta, matagatos, secuestrador o todo a la vez... Un chungo, pero chungo que lo flipas.
- Si hay una persona de color, mayoritariamente mujer, es buena. Como poco es reflexiva, inteligente y muy por encima a nivel mental de cualquiera.
- Si hay una relación de pareja, no va a ser entre personas de sexo contrario. Por eso descuida. Si hacemos el esfuerzo de colar alguna, la relación será interracial.

Y todo esto, que podría parecer que conforma una crítica terrible, propia de machismo, misoginia, racismo, bla, ble, bli, yatúsabeh, lo único que intenta reflejar es un profundo lamento porque hayamos convertido la obra maestra del señor Gaiman en un producto más al servicio de no sé qué m... Que gobierna todo lo que se hace en la industria de entretenimiento en general y del cine y series en particular.

Por favor, abramos los ojos (como el Corintio, je). Somos muchos, muchísimos los que estamos a favor de la igualdad de derechos y oportunidades para todo el mundo, pero que queremos disfrutar de historias en las que no sepas de antemano quién va a ser bueno o malo dependiendo de su color, sexo o condición. Que hoy por hoy un beso entre dos personas no tiene por qué ser comiéndose el bigote mutuamente o que no hace falta convertir a Constantine en un helicóptero.

Todas estas mamarrachadas te sacan de la historia. Te sacan porque al final estás pensando en que un producto hecho para que reflexiones, disfrutes y aprendas, es un puñetero bombón relleno de adoctrinamiento. Y adoctrinar, aunque sea en un pretendido sentido de igualdad, es muy, muy peligroso.

Y más cuando para igualar, "desigualas" burdamente por el otro lado.

Dicho esto. Sí, la serie. Bien, pues si no existiese el comic, sería una buena serie. Un poco forzada porque quiere llevar a un nivel tan superior la historia que no tiene tiempo, ni recursos ni ganas. Dicho esto, y dado que existe la obra de Gaiman. Puedo intentar condensarlo todo en la siguiente frase:

- Morfeo está tardando en hacer una audición para "The cure".

Háganse con el cómic.

Una robot-tía buena, intenta huir de un malo malote, que es Bruce Willis en un Domingo por la tarde (solo le falta el pijama), perseguida por guardias armados hasta los dientes con automáticas, equipamiento, linternas y toda la pesca, cuyo entrenamiento para llegar a ser lo que son, se desarrolló tal que:

- Buenos días. ¿Le acertaría a una vaca en un pasillo?
+ No.
- Contratado.

Lo que es hiriente, eso es verdad, es todos y cada uno de los diálogos de la película. Un personaje principal entre Kurt Russell y Cobra, un mejunje de clichés imposibles y un bostezo tan grande, que me he asomado a la ventana para hacerlo a gusto y hay tres UVI móvil atendiendo ancianos en la calle.

Advertidos están. Ahora, si la ven, es a su propio riesgo.