Si te animas a ver ‘Novocaine’, no te vas a sentir decepcionado porque da exactamente lo que promete: un espectáculo que combina perfectamente la acción y el humor para disfrute del espectador.

El carismático Jack Quaid al que, además, este tipo de papeles le viene como anillo al dedo, interpreta a Nate, un chico que vive hiper-protegido: sufre una extraña enfermedad que le impide sentir cualquier tipo de dolor. Así que cuando unos matones deciden robar el banco en el que trabaja y llevarse de rehén a la chica que le gusta, no dudará en mandar sus principios a freír espárragos y embarcarse en una importante aventura que cambiará para siempre su vida.

Se antojaba crucial que los primeros minutos de ‘Novocaine’ funcionaran bien y fuesen capaces de vender correctamente la historia de amor para que, así, una vez comience la locura, todo vaya sobre ruedas. Pues lo consigue, y, a partir de ahí, da paso el sofrito de peleas, golpes y persecuciones de las coreografiadas secuencias de acción, que parecen heredadas de ‘Nadie’.

‘Novocaine’ se convierte así en un respiro para el maltrecho género de la acción y un entretenimiento garantizado para el espectador habido de risas y adrenalina. Justo lo que mi cuerpo necesitaba.

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