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Voto de Cinema Paradiso:
9
Drama Un día en la vida de Monsieur Oscar: un hombre que se traslada, en una lujosa limusina blanca conducida por Céline, de trabajo en trabajo. Para cada uno de ellos adopta una nueva personalidad: mendigo, monstruo, asesino, padre de familia... (FILMAFFINITY)
23 de febrero de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Holy Motors (2012) es un gran ejercicio metanarrativo, para despiertos cinéfilos que suplantan la identidad de unos adormecidos espectadores, en un pequeño y viejo cine de etérea ubicación. Léos Carax propone un discurso clásico, basado en tres actos, difuminados a lo largo de un metraje que propone inciertas preguntas al veedor.

Holy Motors son muchas películas y ninguna. El ser y el no ser. Es un canto al cine, a la pasión de hacer películas y es un llanto por los cambios producidos y venideros. Es la búsqueda de la belleza, de la belleza de actuar, pero también es la búsqueda de la fealdad (el cine es reflejo de la vida y del momento) y es la huida del ser, el escape de la miseria de ser uno mismo.

Holy Motors es una mezcolanza de géneros, convencionalismos, vanguardias, teorías del arte y literatura. El drama, la ciencia ficción, el cine negro y el musical, convergen y se complementan a lo largo de la cinta, junto a seres literarios como le flâneur, el doppelgänger o en la esencia del mito de Frankenstein (a través de la creación, la soledad y el amor trágico).

Holy Motors es una de las más vanguardistas y trasgresoras películas de los últimos tiempos. Hasta el momento ha logrado crear controversia y dividir a la crítica: los que idolatran la cinta y los que creen que es una tomadura de pelo de niño burgués (C. Boyero). Cierto es, que en el pasado Festival de Cine de Sigtes 2012, fue la gran ganadora. Ha sido nominada a seis premios César de Francia y ha recibido el premio a mejor película en "lengua extranjera" de los Premios de la Asociación de Críticos de los Ángeles, premio que rechazó previo videocomunicado de lo más inteligente y sarcástico. Lo transcribo a continuación:


"Hola, soy Léos Carax, director de películas en lengua extranjera. He estado haciendo películas en lengua extranjera toda mi vida. Las películas en lengua extranjera se hacen en todo el mundo, excepto en Estados Unidos, por supuesto. Sólo en Estados Unidos se hacen películas en lengua no extranjera. Las películas en lengua extranjera son muy difíciles de hacer, obviamente, porque hay que inventar un idioma extranjero en lugar de utilizar el lenguaje usual. Pero la verdad es que el cine es un lenguaje extranjero, un lenguaje creado para aquellos que necesitan viajar al otro lado de la vida. Buenas noches". (Léos Carax)

A ver si Carax se atreve y le manda una de estas ingeniosas cartas al siempre "lúcido" ministro Wert, que pretende, con la nueva ley del cine, penalizar las películas españolas rodadas en otros idiomas (no oficiales en el Reino). Aunque la verdad, no creo que Wert se sorprenda con ninguna carta surrealista, porque ¿hay algo más surrealista que un ministro de educación y cultura tenga tanto desapego por los idiomas?.

Juan Torres (www.cinemaparadiso.com.es)


P.D: Quien quiera ver algo más sobre Carax, recomiendo Les amants du Pont-Neuf (1991).
P.D 2: Como curiosidad, el personaje bizarro "comeflores" de Holy Motors, aparece en Tokyo! (2008), en uno de los cuatro segmentos (cortometrajes) que componen el film.
Cinema Paradiso
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