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Voto de Nadja:
7

Voto de Nadja:
7
6.8
2,508
27 de abril de 2025
27 de abril de 2025
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Tenía muchísimas ganas de ver y reseñar esta película. Andrea Arnold se convirtió en una de mis directoras favoritas cuando la descubrí gracias a la fabulosa ‘’Fish Tank’’ en 2009. Aunque han pasado muchos años, la cinta aún sigue siendo una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Siempre la recuerdo con un gran cariño ya que coincidió con mi adolescencia, cuando estaba pasando por momentos difíciles y su visionado me marco profundamente.
Dicho esto, me resulta difícil ser objetiva con algo que lleve la firma de la directora británica. Me encanta su manera de dirigir, su escritura, su gran talento para elegir siempre al casting perfecto para sus películas (nunca pero nunca se equivoca en sus elecciones) y su mirada hacia los sectores más desfavorecidos y olvidados recordándonos su lucha diaria por sobrevivir, aunque el mundo a veces no repare en su existencia. Hasta ‘’American Honey’’ que no es de sus mejores películas me cautivo por completo.
Con ‘’Bird’’ vuelve a traernos otra historia bastante similar a ‘’Fish Tank’’. Nuevamente encontramos como protagonista a una joven de una familia desestructurada que a sus 12 años está viviendo un complejo momento al llegar a la adolescencia. Para Bayley tratar de sonreír cada mañana y encontrar belleza en lo que la rodea supone un esfuerzo titánico. Su padre es un adicto despreocupado que no le presta demasiada atención y cuya única obsesión en los últimos meses consiste en extraer un líquido alucinógeno de las babas de un sapo para poder costear su boda con una joven a la que conoció recientemente y que se va a mudar junto a su hija pequeña a la casa ocupada donde viven Bailey y su hermanastro Hunter. A su hermanastro Hunter tampoco parece sonreírle la vida. Ante la pasividad e indiferencia de los cuerpos de seguridad, se ha convertido en una especie de justiciero del barrio y pertenece a una banda que trata de defender los derechos de los niños y jóvenes vulnerables dando palizas a sus agresores. Esto y el embarazo adolescente de su novia de 14 años lo ponen en una situación muy difícil que lo acerca demasiado al pasado de su padre. El también los tuvo cuando era un adolescente. La madre de Bailey no tiene una mejor situación económica o familiar. Sus hermanastros y ella viven en otra casa ocupada junto a su nuevo novio, un tipo extremadamente violento y agresivo que los tiene atemorizados. Pese a que la vida se empeña en golpearla por diferentes motivos, Bailey se esfuerza en refugiarse en sus aficiones (la naturaleza y la filmación de animales). Un día por pura casualidad conoce a un tipo bastante extraño (tan extraño que en un principio llegas a temer por ella) que se hace llamar Bird y que está buscando a sus padres biológicos a los que nunca conoció. Atraída por su magnetismo y su aura irreal casi mágica, Bailey decidirá ayudarle a dar con su familia y entre ellos se establecerá una conexión muy especial. Llegados a este punto, nos costara distinguir que es real y que no. ¿Bird existe o tan solo es el alter ego que con su imaginación ha creado Bailey para tratar de sobrevivir en un entorno hostil y amenazador?.
Durante sus 119 minutos de duración trataremos de dar respuesta a esta pregunta. Sin embargo, pronto descubriremos que lo importante no es encontrar una respuesta adecuada para esta pregunta. Lo verdaderamente importante es la huella que deja Bird en la vida de Bailey. Esta figura que a veces parece una especie de padre protector y otras se torna en un niño tan perdido como ella, le insuflará la fuerza y la esperanza que Bailey necesita para salir adelante. Él le recordará que vale la pena seguir sonriendo cada mañana y buscando la belleza en lo que nos rodea. Porque el mundo está lleno de belleza, aunque a veces no podamos percibirla. Solo debemos aprender a apreciarla. Del mismo modo, la hará ser consciente de que es posible encontrar el amor en su interior y también en otras figuras como las de su padre y su hermanastro. Descubrirá que, a pesar de su irresponsabilidad y locura, su padre también la quiere a su manera. Y nuestra protagonista crecerá y madurará. Alzara el vuelo sin tener en cuenta los obstáculos que la rodean. Reinventara el mundo y llenara de color cada espacio gris que le produjo pesar. De cada rincón muerto y devastado, brotara vida y esperanza.
Y justo eso, es lo que hace mágica a esta cinta. Andrea Arnold conjuga el realismo social con realismo mágico creando una obra de gran belleza y emotividad que todo el que tenga un mínimo de sensibilidad sabrá valorar. He de admitir que al principio me costó un poco conectar con la trama y con algunos personajes como el de Bird. Sin embargo, poco a poco la propuesta social y fantasiosa de Arnold supo cautivarme y sumergirme en la historia de crecimiento personal y superación de Bailey.
En cuanto al elenco, esta es otra de esas cintas donde encontramos un casting perfecto. Nykiya Adams esta soberbia como Bailey. Esta es su primera incursión en el mundo de la actuación y ha demostrado que puede llegar a ser una gran actriz en el futuro. Su mirada expresiva y su increíble capacidad para transmitir las emociones y sentimientos de Bailey son una muestra de ello. Jason Buda es otra gran elección como hermanastro de la protagonista. El y Nikiya nos regalan algunos de los momentos más conmovedores de la cinta. Me ha sorprendido ver a Barry Keoghan interpretar (creo que por primera vez) a un padre. Este increíble y polifacético actor irlandés al que muchos conocimos en ‘’El sacrificio de un ciervo sagrado’’ allá por 2017 poco a poco está demostrando que ha llegado para quedarse y que nos puede dar muchísimas alegrías a lo largo de su trayectoria. En tan solo unos años ya ha interpretado infinidad de papeles. Sigo en spoilers por falta de espacio.
Dicho esto, me resulta difícil ser objetiva con algo que lleve la firma de la directora británica. Me encanta su manera de dirigir, su escritura, su gran talento para elegir siempre al casting perfecto para sus películas (nunca pero nunca se equivoca en sus elecciones) y su mirada hacia los sectores más desfavorecidos y olvidados recordándonos su lucha diaria por sobrevivir, aunque el mundo a veces no repare en su existencia. Hasta ‘’American Honey’’ que no es de sus mejores películas me cautivo por completo.
Con ‘’Bird’’ vuelve a traernos otra historia bastante similar a ‘’Fish Tank’’. Nuevamente encontramos como protagonista a una joven de una familia desestructurada que a sus 12 años está viviendo un complejo momento al llegar a la adolescencia. Para Bayley tratar de sonreír cada mañana y encontrar belleza en lo que la rodea supone un esfuerzo titánico. Su padre es un adicto despreocupado que no le presta demasiada atención y cuya única obsesión en los últimos meses consiste en extraer un líquido alucinógeno de las babas de un sapo para poder costear su boda con una joven a la que conoció recientemente y que se va a mudar junto a su hija pequeña a la casa ocupada donde viven Bailey y su hermanastro Hunter. A su hermanastro Hunter tampoco parece sonreírle la vida. Ante la pasividad e indiferencia de los cuerpos de seguridad, se ha convertido en una especie de justiciero del barrio y pertenece a una banda que trata de defender los derechos de los niños y jóvenes vulnerables dando palizas a sus agresores. Esto y el embarazo adolescente de su novia de 14 años lo ponen en una situación muy difícil que lo acerca demasiado al pasado de su padre. El también los tuvo cuando era un adolescente. La madre de Bailey no tiene una mejor situación económica o familiar. Sus hermanastros y ella viven en otra casa ocupada junto a su nuevo novio, un tipo extremadamente violento y agresivo que los tiene atemorizados. Pese a que la vida se empeña en golpearla por diferentes motivos, Bailey se esfuerza en refugiarse en sus aficiones (la naturaleza y la filmación de animales). Un día por pura casualidad conoce a un tipo bastante extraño (tan extraño que en un principio llegas a temer por ella) que se hace llamar Bird y que está buscando a sus padres biológicos a los que nunca conoció. Atraída por su magnetismo y su aura irreal casi mágica, Bailey decidirá ayudarle a dar con su familia y entre ellos se establecerá una conexión muy especial. Llegados a este punto, nos costara distinguir que es real y que no. ¿Bird existe o tan solo es el alter ego que con su imaginación ha creado Bailey para tratar de sobrevivir en un entorno hostil y amenazador?.
Durante sus 119 minutos de duración trataremos de dar respuesta a esta pregunta. Sin embargo, pronto descubriremos que lo importante no es encontrar una respuesta adecuada para esta pregunta. Lo verdaderamente importante es la huella que deja Bird en la vida de Bailey. Esta figura que a veces parece una especie de padre protector y otras se torna en un niño tan perdido como ella, le insuflará la fuerza y la esperanza que Bailey necesita para salir adelante. Él le recordará que vale la pena seguir sonriendo cada mañana y buscando la belleza en lo que nos rodea. Porque el mundo está lleno de belleza, aunque a veces no podamos percibirla. Solo debemos aprender a apreciarla. Del mismo modo, la hará ser consciente de que es posible encontrar el amor en su interior y también en otras figuras como las de su padre y su hermanastro. Descubrirá que, a pesar de su irresponsabilidad y locura, su padre también la quiere a su manera. Y nuestra protagonista crecerá y madurará. Alzara el vuelo sin tener en cuenta los obstáculos que la rodean. Reinventara el mundo y llenara de color cada espacio gris que le produjo pesar. De cada rincón muerto y devastado, brotara vida y esperanza.
Y justo eso, es lo que hace mágica a esta cinta. Andrea Arnold conjuga el realismo social con realismo mágico creando una obra de gran belleza y emotividad que todo el que tenga un mínimo de sensibilidad sabrá valorar. He de admitir que al principio me costó un poco conectar con la trama y con algunos personajes como el de Bird. Sin embargo, poco a poco la propuesta social y fantasiosa de Arnold supo cautivarme y sumergirme en la historia de crecimiento personal y superación de Bailey.
En cuanto al elenco, esta es otra de esas cintas donde encontramos un casting perfecto. Nykiya Adams esta soberbia como Bailey. Esta es su primera incursión en el mundo de la actuación y ha demostrado que puede llegar a ser una gran actriz en el futuro. Su mirada expresiva y su increíble capacidad para transmitir las emociones y sentimientos de Bailey son una muestra de ello. Jason Buda es otra gran elección como hermanastro de la protagonista. El y Nikiya nos regalan algunos de los momentos más conmovedores de la cinta. Me ha sorprendido ver a Barry Keoghan interpretar (creo que por primera vez) a un padre. Este increíble y polifacético actor irlandés al que muchos conocimos en ‘’El sacrificio de un ciervo sagrado’’ allá por 2017 poco a poco está demostrando que ha llegado para quedarse y que nos puede dar muchísimas alegrías a lo largo de su trayectoria. En tan solo unos años ya ha interpretado infinidad de papeles. Sigo en spoilers por falta de espacio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y por último y no menos importante, el actor alemán Franz Rogowski (‘’Ondina’’, ‘’Passages’’, ‘’Victoria’’) afronta el que posiblemente sea el papel más complejo de su carrera. Todo un reto del que sale muy bien parado regalándonos a uno de los personajes más especiales de la filmografía de Arnold.
Y no quiero acabar mi critica sin hacer una mención especial al apartado musical. He disfrutado muchísimo de todas las canciones que acompañan las escenas. Arnold consigue insertarlas justo en el momento adecuado, logrando que se conviertan en una extensión del estado anímico de sus personajes y dejándonos momentos muy hermosos y emotivos con ellas. Seguirás tarareando durante días las letras de ‘’The Universal’’ de Blur y ‘’Bug’’ de Fontaines D.C.
Supongo que después de leer esto, comprenderéis porque resulta del todo imposible no amar el cine de Andrea Arnold. Cada pequeño aspecto de sus cintas está cuidado de forma minuciosa y exhaustiva como si fuera un trabajo artesanal concebido con mimo y detalle. La elección de actores, los planos, el guion, los diálogos, las relaciones entre los personajes, la música y un largo etcétera. Todo consigue brillar y deslumbrarnos gracias a la pasión, el cariño y el cuidado con el que la directora británica esboza sus historias. Puede que esta propuesta deje algo fríos a los que la han conocido en su faceta más social y reivindicativa. Tal vez la sientan algo alejada de sus primeras películas. A pesar de ello, ‘’Bird’’ es solo la evolución natural de una directora que todavía tiene el poder y la capacidad de seguir sorprendiendo y cautivando a su público y que lo va a seguir haciendo en el futuro.
Y no quiero acabar mi critica sin hacer una mención especial al apartado musical. He disfrutado muchísimo de todas las canciones que acompañan las escenas. Arnold consigue insertarlas justo en el momento adecuado, logrando que se conviertan en una extensión del estado anímico de sus personajes y dejándonos momentos muy hermosos y emotivos con ellas. Seguirás tarareando durante días las letras de ‘’The Universal’’ de Blur y ‘’Bug’’ de Fontaines D.C.
Supongo que después de leer esto, comprenderéis porque resulta del todo imposible no amar el cine de Andrea Arnold. Cada pequeño aspecto de sus cintas está cuidado de forma minuciosa y exhaustiva como si fuera un trabajo artesanal concebido con mimo y detalle. La elección de actores, los planos, el guion, los diálogos, las relaciones entre los personajes, la música y un largo etcétera. Todo consigue brillar y deslumbrarnos gracias a la pasión, el cariño y el cuidado con el que la directora británica esboza sus historias. Puede que esta propuesta deje algo fríos a los que la han conocido en su faceta más social y reivindicativa. Tal vez la sientan algo alejada de sus primeras películas. A pesar de ello, ‘’Bird’’ es solo la evolución natural de una directora que todavía tiene el poder y la capacidad de seguir sorprendiendo y cautivando a su público y que lo va a seguir haciendo en el futuro.
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