Sofisticado e inteligente film del maestro Soderbergh, que gracias a un esforzado y bien medido guion de David Koepp, otro grande, logra mantener en vilo al espectador.

Eso sí, este tiene que saber o intuir que verá una peli de Steven, es decir, por lo general, con no demasiada acción (en este caso casi inexistente) y con la palabra como motor de la historia.

Estimables diálogos, llenos de finura y profundidad, que en un primer instante pueden parecer muy "literarios" o alambicados, pero que poco a poco nos llevan a la resolución de la cinta, una cinta que siempre interesa y entretiene, si se entra en el juego que proponen sus creadores. Un juego del gato y del ratón, lleno de trampas, que hacen que los personajes desconfíen mutuamente entre ellos y siempre van por delante del espectador.

Técnicamente es muy competente, con fotografía de interiores ocre excepto en el trabajo), con poca luz pero siempre poniendo en primer término lo importante, el fondo de la historia, que resulta cada vez más sugestiva.

Para mi gusto, excelente, aunque tal y como está rodada no me extraña que haya respetable que no le acabe de convencer.

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