Si esta es la deriva final del cine de acción, que Dios nos pille confesados. Hacía tiempo que un arranque de película no me echaba tan para atrás y me hacía querer quitarla cada dos o tres minutos. ‘Estragos’ o ‘Havoc’, como queráis llamarla, me ha parecido un auténtico despropósito sin sentido alguno.

Gareth Evans dirige esta cinta repleta de acción con Tom Hardy como protagonista en la que interpreta a un detective émulo de los de Bruce Willis de los 90 pero más serio y asqueado que debe resolver una importante investigación. No la llegué a terminar de ver, pero es que os puedo decir perfectamente cómo termina porque se ve venir de lejos.

Me mataron completamente las secuencias de acción, con persecuciones que parecían sacadas más de un videojuego que de la pantalla de cine, con comportamientos que te hacían salir de la película (¿Un policía con ametralladora disparando a los villanos? ¿Dos personas levantando como si nada una lavadora repleta de dinero? ¡Porqué no!). Todo es demencial, alocado y muy rápido porque tiene que durar aproximadamente una hora y media.

A pesar de contar con un buen reparto, la mano de Evans y un guión rutinario matan cualquier posibilidad de que los actores se luzcan. En definitiva, un desastre.

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