Del actual panorama de cómicos americanos surgidos recientemente creo que Will Forte y Amy Schumer son dos de los que más me atraen por su forma de hacer humor. Aunque distintos, la combinación de ambos en formato película sonaba a plato fuerte, pero viendo el resultado ahora entiendo la tibia recepción que había tenido ‘Algo embrazada’.

Con un argumento disparatado poco pueden hacer los dos si el guión que sustenta todo cae en lo cotidiano una y otra vez. Es una comedia romántica, lo sé. Sé que la he visto un millar de veces y sé perfectamente cómo va a terminar, pero, por favor, que todo lo que ocurre alrededor sea mínimamente gracioso o entretenido, que rompa un poquito los esquemas, como ‘Cualquiera menos tú’.

Pues ‘Algo embarazada’ es justamente el polo opuesto: una película que se desinfla en los primeros minutos, cuando uno ve que esta producción de Netflix está más cerca de una producción televisiva que de una cinematográfica. Los golpes de humor son demasiado infantiles, poco o nada originales y, por supuesto, sin gracia. Solo el carisma de sus dos protagonistas intenta salvar una función que es insalvable.

Muy sosa y floja. ¿Para una tarde tonta de domingo? A lo mejor, pero daba para más.

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