Puede parecer una tontería pero creo que no lo es. ¿Qué preferimos la mayoría de los cinéfilos: ver 'Los monstruos del terror' o la última de 'Los 4 fantásticos', por ejemplo? ¿Con qué película vas a disfrutar más? (Y no olvidemos que el cine SIEMPRE es emoción, y qué mejor emoción que unas risas). Pues viva, viva y siempre viva (o reviva en este caso) este inmenso bodrio dirigido a una, dos o cuatro manos y rodado en un decorado de un castillo, una discoteca (¡Ahí!) y una tasca de pueblo. Donde estén el Drácula de Manuel de Blas, con la boca abultada llena de dientes de plástico, ese monstruo de Frankenstein con ojos de sueño, esa momia que parece una portera de casa de pueblo y ese Paul Naschy rebotando por las paredes mientras le ponen pelo en todos los sitios menos en el bigote, repito, donde esté esta cosa que se quite lo último de Marvel de 800 millones de dólares. Porque mola más una máquina de tortura con bengalas y luces de colores que mil villanos, porque mola más una momia encerrada en una rueda de plástico, o una rubia de pelo imposible intentando llorar que mil mundos a punto de explotar por despiste de superhéroes. En definitiva, porque ver a un Drácula ligando en una discoteca yeyé con un vaso de tubo con coñac es, y siempre lo será, caballo o monstruo ganador.