Lecciones de buen amor fue dirigida por Rafael Gil justamente antes de dos de sus mejores películas, El clavo, y El fantasma y doña Juanita, sin embargo, no es una de sus cintas más inspiradas. Probablemente, la causa principal sea que el argumento de Jacinto Benavente resulta especialmente inadecuado en la España de 1944. Básicamente, se trata de un intento de adaptar la screwball comedy en nuestro país, con poca fortuna, ya que quiere mezclar disparate y desenfado con los recatados cánones morales de la época y con cierto sentimentalismo de baratillo, combinación obviamente imposible. Los actores tampoco están muy inspirados, ni el reparto elegido con demasiado tino (sobre todo las actrices). Exceptuemos a Juan Calvo, que borda su breve papel. Encima de todo, el niño de la historia resulta bastante odioso.
Sin embargo, hay un aspecto que resulta de gran interés, y es la visión que nos ofrece de la sociedad española de entonces. Como documento de época casi no tiene precio. La escena de la sala de fiestas, en este sentido, es de las más interesantes. Añadamos que la única copia disponible del film, la de la Filmoteca Española, está en un estado mediano, con muchos cortes. Según la ficha de la película, tiene una duración de 91 minutos. La copia de la Filmoteca solo cuenta 64.
Un dato a favor de la película. Resulta entretenidilla, a lo que tal vez contribuya su escaso minutaje.