... y es que hay que ser muy poco exigente, casi hasta el budismo, para que esta película no se antoje de una cicatería insoportable; no tiene momentos de drama, al romanticismo no se le espera, adolece de momentos de comedia y la tensión está en un atasco. Como comprenderán, si no está presente ningún elemento básico del arte narrativo, el resultado final es la nada más abosulta, sólidamente apuntalada en un guión memo hasta el sonrojo, diálogos chanantes y un repartazo insuficiente incluso para una TV movie. Unax Ugalde es ya el Mark Wahlberg español y es tan (tan) incapaz de transmitir la más mínima emoción creíble que en ningún momento llena la pantalla; por suerte, sus acompañantes son tan grises que en el conjunto nada rompe la mediocridad imperante. En definitiva, si lo que quieren es ver una *+/&%$ (no se me ocurre otra etiqueta) pretendidamente "de sentimientos", lánguidamente dirigida, interpretada como una de Kaurismaki pero con menos nervio aún y muy, muy aburrida, esta es su película. Y pensar que probablemente hemos financiado esto con nuestros impuestos...