Cincuenta sombras de Grey

Aviso: en esta película hay violencia de género. El género drama es tan maltratado y sufre tanto que se torna comedia, versión tragicómica, para asombro de cualquier espectador que busque morbo (o, ya puestos, algún diálogo de interés). Lo raro no es que miles de mujeres salieran ruborizadas de los cines, sino que los colores de sus mejillas no fueran por el bochorno de ver semejante telefilm de lujo apto para proyectarse próximamente en las mejores guarderías. Es cierto que hay quien la disfrutó, pues en el cine (como en el sexo) hay gustos para todos, pero "50 sombras de Grey" resulta menos estimulante y erótica que los títulos de crédito finales de una peli X. A su lado la sensual "9 semanas y media" (con la que comparte tema de "chica inocente se pone a mil con macizo rico de gustos perversos") parece "El Padrino". Del fotogénico Jamie Dornan poco que decir, porque la verdad es que el pobre tiene suficiente con su parálisis facial. Puede que cause placer verle, pero es doloroso como intérprete. Dakota, por su parte, consigue salir medianamente airosa de su sucesión de planos de 50 formas de morderse el labio. Para colmo, la humillación no acaba aquí: faltan por adaptar dos libros... pero a mí me sobran 2 entradas. Ya he sido torturado bastante.