Black Mirror: Una pareja cualquieraEpisodio
2025 

7.2
4,217
Ciencia ficción. Drama
Cuando una emergencia médica deja a una profesora en estado de coma, luchando por su vida, su desesperado marido la inscribe en Rivermind, un sistema de alta tecnología que la mantendrá con vida. Pero todo tiene un coste...
10 de abril de 2025
10 de abril de 2025
69 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viendo la deriva de las últimas temporadas de "Black Mirror" desde su llegada a Netflix y a pesar de algunos episodios muy interesantes, uno podría pensarse que Charlie Brooker se había quedado sin ideas a lo largo de estos casi tres lustros desde el arranque de la ficción británica. A fin de cuentas, lo que parecía una distopía sobre nuestro futuro ha ido convirtiéndose casi en un documental sobre la estupidez humana y nuestra dependencia de la tecnología. Quizá por esto, "Gente corriente" ni siquiera intenta plantear un futuro sino hablarnos del ahora y es por eso que duele tanto, porque no es que sea inevitable: es que es el presente.
En "Gente corriente" Chris O'Dowd y Rashida Jones son una pareja feliz que aspira a tener hijos en algún momento, pero un día cualquiera ella sufre un ataque que la deja en coma. Pero hay una solución: un servicio de suscripción de la empresa Rivermind que hará que recupere la conciencia... con consecuencias. Lo que podría ser el punto de partida de un slasher pocho esconde mucho más de lo que parece en realidad, tirando no pocos dardos a la sanidad privada y su funcionamiento en Estados Unidos y llevándolo a unos extremos cada vez más surrealistas pero que si te pones a pensarlo no nos quedan tan lejos. De fondo, una aplicación con la que ganar dinero fácil a cambio de que las personas hagan el puto ridículo... ¿os suena?
Lo más impactante de "Gente corriente", como digo, no es tanto lo que plantea del futuro como que lo use como metáfora de algo que ya existe, de cómo asistimos a la historia primero con cierta distancia, dando la impresión de que va a ser una chorradilla con consecuencias bobas para oscurecerse, retorcerse y plegarse sobre sí mismo hasta dejarnos sin aliento. Decía Alec Bojalad de Den of Geek que es "el episodio de Black Mirror más Black Mirror" y no le falta razón, porque volvemos a esa oscuridad, pesimismo y desesperanza que caracterizó a la primera etapa de la serie.
Que no os engañe su casting de actores cómicos: es una hostia a mano abierta que deja con muy mal cuerpo y el regreso al "Black Mirror" más siniestro.
En "Gente corriente" Chris O'Dowd y Rashida Jones son una pareja feliz que aspira a tener hijos en algún momento, pero un día cualquiera ella sufre un ataque que la deja en coma. Pero hay una solución: un servicio de suscripción de la empresa Rivermind que hará que recupere la conciencia... con consecuencias. Lo que podría ser el punto de partida de un slasher pocho esconde mucho más de lo que parece en realidad, tirando no pocos dardos a la sanidad privada y su funcionamiento en Estados Unidos y llevándolo a unos extremos cada vez más surrealistas pero que si te pones a pensarlo no nos quedan tan lejos. De fondo, una aplicación con la que ganar dinero fácil a cambio de que las personas hagan el puto ridículo... ¿os suena?
Lo más impactante de "Gente corriente", como digo, no es tanto lo que plantea del futuro como que lo use como metáfora de algo que ya existe, de cómo asistimos a la historia primero con cierta distancia, dando la impresión de que va a ser una chorradilla con consecuencias bobas para oscurecerse, retorcerse y plegarse sobre sí mismo hasta dejarnos sin aliento. Decía Alec Bojalad de Den of Geek que es "el episodio de Black Mirror más Black Mirror" y no le falta razón, porque volvemos a esa oscuridad, pesimismo y desesperanza que caracterizó a la primera etapa de la serie.
Que no os engañe su casting de actores cómicos: es una hostia a mano abierta que deja con muy mal cuerpo y el regreso al "Black Mirror" más siniestro.
10 de abril de 2025
10 de abril de 2025
39 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía ya pocas esperanzas con Black Mirror después de la temporada anterior y me alegro de haberle vuelto a dar una oportunidad, al menos a este primer episodio. Quizás el resto me parezcan tan malos como los de la sexta temporada, pero escribo esta crítica igualmente porque cada uno es independiente salvo pequeñas conexiones ocasionales y merece ser valorado por separado.
Common People me ha recordado a los primeros años. Es verdad que seguimos con las concesiones que hizo la serie en su día al firmar con Netflix, pero al menos en este episodio no son dañinas.
Se vuelve a los orígenes, a meter el cuchillo sin piedad en este mundo absurdo en el que vivimos, en esta ocasión apuntando hacia los modelos de suscripción, la crueldad de las empresas y a la "creación de contenidos" digitales.
Han conseguido el equilibrio perfecto entre ser implacables en lo terrible del drama y que el absurdo de las situaciones provoque momentos tragicómicos.
Muy bien elegidos la pareja de actores. Tiene un par de momentos memorables que te hundirán el pecho. Y al fondo del todo, mientras aún lo estés viendo o al acabar, esa pregunta inevitable que en sus inicios hizo memorable a Black Mirror: ¿estamos muy lejos de eso que estamos viendo o lo estamos viviendo ya?
Common People me ha recordado a los primeros años. Es verdad que seguimos con las concesiones que hizo la serie en su día al firmar con Netflix, pero al menos en este episodio no son dañinas.
Se vuelve a los orígenes, a meter el cuchillo sin piedad en este mundo absurdo en el que vivimos, en esta ocasión apuntando hacia los modelos de suscripción, la crueldad de las empresas y a la "creación de contenidos" digitales.
Han conseguido el equilibrio perfecto entre ser implacables en lo terrible del drama y que el absurdo de las situaciones provoque momentos tragicómicos.
Muy bien elegidos la pareja de actores. Tiene un par de momentos memorables que te hundirán el pecho. Y al fondo del todo, mientras aún lo estés viendo o al acabar, esa pregunta inevitable que en sus inicios hizo memorable a Black Mirror: ¿estamos muy lejos de eso que estamos viendo o lo estamos viviendo ya?
12 de abril de 2025
12 de abril de 2025
23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
El arranque de la séptima temporada de 'Black Mirror' nos cuenta la historia de un matrimonio formado por Mike (Chris O'Dowd), un trabajador de obra, y Amanda (Rashida Jones), profesora de primaria, son personas normales y corrientes que están intentando tener un hijo, sin embargo, todo cambia cuando a Amanda le da un ataque y se queda en coma. En ese momento, se presenta en sus vidas un plan llamado Rivermind, que funciona como un plan de suscripción que mantiene a la mujer con vida.
Pero las cosas no son como aparentan, si ya el precio inicial de la suscripción les hacía llegar justos a fin de mes, se encuentran con que la calidad de vida de Amanda comienza a empeorar, y que la única forma de mejorarla es ir contratando planes de suscripción a un mayor precio que le ofrecen más comodidades, a la vez que los planes más "baratos" y que estaba pagando hasta ahora, cada vez funcionan peor.
Si, esta trama nos recuerda a esos planes de suscripción que pagamos religiosamente los usuarios de plataformas en streaming y que hemos visto con el paso de los años como han ido subiendo, sin embargo, en este caso no estamos hablando de ver series de Netflix en 4K ni de poder compartir tu cuenta de Disney+ con la familia, sino de la vida.
No he visto todos los capítulos de 'Black Mirror' porque, desde hace varias temporadas, me he guiado por si me llamaba el argumento del episodio, al ver que cada vez la serie me sorprendía menos y me terminaban aburriendo sus episodios, pero creo que por fin han vuelto a acertar. Este episodio quizás es el más desagradable de ver de la historia de la serie, ya que nos cuenta un tema que podemos comparar perfectamente con el sistema sanitario, y que asusta de lo real que puede llegar a ser. De unas personas que están desesperadas por poder pagar las facturas, y que en este caso no sabes si decir que viven para trabajar o que trabajan para vivir.
'Black Mirror' ha vuelto por todo lo alto con un episodio que a más de uno le hará pensar y asustarse pensando en un futuro, que quizás es más presente de lo que imaginamos.
Pero las cosas no son como aparentan, si ya el precio inicial de la suscripción les hacía llegar justos a fin de mes, se encuentran con que la calidad de vida de Amanda comienza a empeorar, y que la única forma de mejorarla es ir contratando planes de suscripción a un mayor precio que le ofrecen más comodidades, a la vez que los planes más "baratos" y que estaba pagando hasta ahora, cada vez funcionan peor.
Si, esta trama nos recuerda a esos planes de suscripción que pagamos religiosamente los usuarios de plataformas en streaming y que hemos visto con el paso de los años como han ido subiendo, sin embargo, en este caso no estamos hablando de ver series de Netflix en 4K ni de poder compartir tu cuenta de Disney+ con la familia, sino de la vida.
No he visto todos los capítulos de 'Black Mirror' porque, desde hace varias temporadas, me he guiado por si me llamaba el argumento del episodio, al ver que cada vez la serie me sorprendía menos y me terminaban aburriendo sus episodios, pero creo que por fin han vuelto a acertar. Este episodio quizás es el más desagradable de ver de la historia de la serie, ya que nos cuenta un tema que podemos comparar perfectamente con el sistema sanitario, y que asusta de lo real que puede llegar a ser. De unas personas que están desesperadas por poder pagar las facturas, y que en este caso no sabes si decir que viven para trabajar o que trabajan para vivir.
'Black Mirror' ha vuelto por todo lo alto con un episodio que a más de uno le hará pensar y asustarse pensando en un futuro, que quizás es más presente de lo que imaginamos.
10 de abril de 2025
10 de abril de 2025
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie supo defraudar en temporadas anteriores. O perdía demasiado su esencia original, o se volvía demasiado tonta, casi que ni tomándose en serio a sí misma, auto parodiándose. Por lo pronto, Una pareja cualquiera arranca de la peor manera, en el mejor de los sentidos. Casi que arranca diciéndonos: "se acabo la joda, he vuelto".
Trama a spoilers.
Trama a spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pareja se ve envuelta en un conflicto límite: ella cae en coma y se le detecta un tumor cerebral. Parece no haber vuelta atrás, pero una doctora sugiere a una empresa que "podría" solucionar la situación.
No se contextualiza mucho a Rivermind. Apenas vemos a una vendedora que entre sarcasmos e ironías presenta las posibilidades y condicionamientos de la recuperación. Ella se despierta con una suerte de implante cerebral que la mantiene con vida. Todo tiene un precio dicen por ahí y, al mejor estilo de Black Mirror, este precio se pasa de rosca. Ella se transforma en un producto más de la empresa: un producto consciente, esclavizado a una estafa piramidal. O duerme demasiado y debe pagar por un pack que la tenga más despierta, o hace propagandas de todo tipo sin saberlo y debe pagar otro pack para que se eliminen las publicidades.
Si bien los giros de guion se antojan risueños y pueden sacarte una sonrisa, el tono del episodio nunca llega a la parodia. Es más, se va volviendo más y más oscuro. Él no puede pagar los packs para su pareja disfuncional y decide transformarse en otro producto de una página de internet, al estilo Jackass. Para ganar más, más debe humillarse. Más pronto que tarde, todo se va al demonio.
El final es como darse de cara a toda velocidad contra una pared de hormigón. Black Mirror borra de un plumazo cualquier atisbo de comicidad en el episodio y se hunde en la tragedia, en el abismo de la desesperanza.
Un inicio contundente que logra plasmar con efectividad como todo ya es un "medio" para otra cosa. Si hubieran contextualizado un poco más a Rivermind en este futuro distópico, estaríamos frente a un episodio extraordinario.
No se contextualiza mucho a Rivermind. Apenas vemos a una vendedora que entre sarcasmos e ironías presenta las posibilidades y condicionamientos de la recuperación. Ella se despierta con una suerte de implante cerebral que la mantiene con vida. Todo tiene un precio dicen por ahí y, al mejor estilo de Black Mirror, este precio se pasa de rosca. Ella se transforma en un producto más de la empresa: un producto consciente, esclavizado a una estafa piramidal. O duerme demasiado y debe pagar por un pack que la tenga más despierta, o hace propagandas de todo tipo sin saberlo y debe pagar otro pack para que se eliminen las publicidades.
Si bien los giros de guion se antojan risueños y pueden sacarte una sonrisa, el tono del episodio nunca llega a la parodia. Es más, se va volviendo más y más oscuro. Él no puede pagar los packs para su pareja disfuncional y decide transformarse en otro producto de una página de internet, al estilo Jackass. Para ganar más, más debe humillarse. Más pronto que tarde, todo se va al demonio.
El final es como darse de cara a toda velocidad contra una pared de hormigón. Black Mirror borra de un plumazo cualquier atisbo de comicidad en el episodio y se hunde en la tragedia, en el abismo de la desesperanza.
Un inicio contundente que logra plasmar con efectividad como todo ya es un "medio" para otra cosa. Si hubieran contextualizado un poco más a Rivermind en este futuro distópico, estaríamos frente a un episodio extraordinario.
11 de abril de 2025
11 de abril de 2025
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde la cuarta temporada de Black Mirror no habido un episodio que me haya llegado a gustar tanto como Common People, lo cual me motivo a criticar un episodio, algo que no suelo hacer y quizás no lo realice con el resto de episodios.
Common People esta ligada a la serie inglesa original, es decir las dos primeras temporadas, algo que Netflix lo siguió fielmente en su tercera y cuarta temporada, la quita y sexta son olvidables. El episodio es conmovedor, simple y eficaz, con un guión solvente y realista qué juega con la tecnología actual, además de buenas actuaciones y con mucha emotividad, se lo puede definir como una ciencia ficción contemporánea, dejando las máquinas de lado y centrandose más en los sentimientos, sin alejarse de la idea original, eso le hace muy entretenido.
Parece que Netflix está sentando cabeza por fin, en este 2025 ya van algunos buenos proyectos, espero que el resto de episodios, me sorprendan como este.
Common People esta ligada a la serie inglesa original, es decir las dos primeras temporadas, algo que Netflix lo siguió fielmente en su tercera y cuarta temporada, la quita y sexta son olvidables. El episodio es conmovedor, simple y eficaz, con un guión solvente y realista qué juega con la tecnología actual, además de buenas actuaciones y con mucha emotividad, se lo puede definir como una ciencia ficción contemporánea, dejando las máquinas de lado y centrandose más en los sentimientos, sin alejarse de la idea original, eso le hace muy entretenido.
Parece que Netflix está sentando cabeza por fin, en este 2025 ya van algunos buenos proyectos, espero que el resto de episodios, me sorprendan como este.
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