King Kong
5.4
6,796
Fantástico
La "Petrox Company" envía una expedición, dirigida por Fred Wilson, a la Micronesia con la intención de encontrar petróleo. Con ellos va Jack Prescott, cuyo objetivo es encontrar un monstruo prehistórico. Durante la travesía, se encuentran un bote con una mujer que se ha salvado del naufragio del barco en que viajaba con un productor de cine. Cuando desembarcan, descubren una gran empalizada, y dentro observan que unos nativos colocan a ... [+]
25 de diciembre de 2005
25 de diciembre de 2005
60 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Remake innecesario, olvidable y con un metraje excesivo para lo que cuenta. Se hace bastante larga y aburre en muchos tramos.
Esta vez la acción se sitúa en la época moderna y utiliza a una empresa petrolífera que busca nuevos recursos en sitios todavía no explorados. Este cambio en el arranque sobre la cinta original provoca que la aparición del personaje interpretado por Jessica Lange sea un poco cogido con pinzas y resulte poco creíble.
La utilización de un personaje real disfrazado conllevó el ahorro de tiempo en la producción, evitando el stop-motion. El disfraz cumple su objetivo pero aparecen los defectos: una pésima interpretación de simio del actor que encarna a King Kong y sobre todo la desaparición de los dinosaurios de la Isla Calavera, sustituidos por una cutre culebra gigante que provoca la más histérica risa.
Lo que destaca y salva al remake de ser un filme mediocre por sus momentos ridículos es su claro mensaje ecologista y el erotismo que desprende Jessica Lange no superado por ninguna novia de Kong. Esos toqueteos del simio y sobre todo esa secuencia erótica con el secado a base de soplidos, con la clara excitación de la Lange y la posterior cara de salido de King Kong tras el apasionado y ventoso coito, debe quedar incluida entre las mejores secuencias de zoofilia del séptimo arte.
Esta vez la acción se sitúa en la época moderna y utiliza a una empresa petrolífera que busca nuevos recursos en sitios todavía no explorados. Este cambio en el arranque sobre la cinta original provoca que la aparición del personaje interpretado por Jessica Lange sea un poco cogido con pinzas y resulte poco creíble.
La utilización de un personaje real disfrazado conllevó el ahorro de tiempo en la producción, evitando el stop-motion. El disfraz cumple su objetivo pero aparecen los defectos: una pésima interpretación de simio del actor que encarna a King Kong y sobre todo la desaparición de los dinosaurios de la Isla Calavera, sustituidos por una cutre culebra gigante que provoca la más histérica risa.
Lo que destaca y salva al remake de ser un filme mediocre por sus momentos ridículos es su claro mensaje ecologista y el erotismo que desprende Jessica Lange no superado por ninguna novia de Kong. Esos toqueteos del simio y sobre todo esa secuencia erótica con el secado a base de soplidos, con la clara excitación de la Lange y la posterior cara de salido de King Kong tras el apasionado y ventoso coito, debe quedar incluida entre las mejores secuencias de zoofilia del séptimo arte.
2 de febrero de 2011
2 de febrero de 2011
39 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo creo que esta revisión del clásico "King Kong" es realmente espectacular. ¿A qué se debe tanta mala crítica y tantos ataques? Ya hubiese querido Peter Jackson con ese ridículo mono generado por ordenador en su versión de 2005, conseguir el gran realismo del gigantesco simio de esta película. Los actores además están muy bien, a mí me encanta Jessica Lange consiguiendo estar a la altura (en distintos registros, y en distintas épocas) de la fantástica Fay Wray del clásico original. Los efectos son cojonudos, no en vano fueron premiados con un Oscar. Muchos dirán que están anticuados, sinceramente los prefiero a la chapuza plagada de píxeles digitales que contaminan el remake de Peter Jackson, sobre todo en la creación del propio King Kong. Aparte la película es muy entretenida y enormemente emotiva. Se explota más la relación "amorosa" entre la bella y la bestia que en el clásico original, humanizando al mono y haciendo que le cojas un gran cariño. La ambientación es espléndida, en cuanto al argumento me gustó que eliminasen los dinosaurios de la isla así le dan más protagonismo al propio King Kong (ver lo dado de lado que está en la versión de 2005 con tanto dinosaurio digitalizado corriendo de aquí para allá). Otro puntazo es ver cómo trasladan a Kong en barco, cosa que en ninguna de sus versiones se ha visto y además me pareció un detalle original suplantar el Empire State por las desgraciadamente luego famosas torres gemelas. El final es muy triste, creo que a más de a uno como a mí nos ha hecho llorar y en todo momento todas las situaciones son creíbles, vamos yo desde luego prefiero esta magnífica versión a la patatera y curcia disfrazada de magistral superproducción dirigida por Peter Jackson en 2005. Pero aquí se ven cuatro efectitos digitales hechos por ordenador y ya es magnífica, me parece un insulto al cine de antes que solventaba sus efectos mediante métodos convencionales, que tenía mucho más mérito y eran más interesantes. ME ENCANTA.
4 de febrero de 2007
4 de febrero de 2007
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bien podría recitar el desdichado Kong las famosas décimas de Segismundo, al verse en lo alto de las torres gemelas de Nueva York privado de su libertad para siempre, en el abismo de la muerte, presa de las garras del mercantilismo. La segunda versión de King Kong, pese a que comparada con la versión original queda a la altura del betún, tiene un sabor kitsch de los setenta, por su mensaje ecológico y por su actitud aperturista, que le otorga una candidez infantil y cierto aire de simpatía.
Igual que en la versión de los años 30, e igual que en cualquier clásico de aventuras, el héroe debe salvar a la chica de los peligros que se ciernen sobre ella. La mayor originalidad de este filme consiste, en este aspecto, en que el héroe, de entrada, salva a la chica antes de llegar al meollo de la aventura; antes de llegar a la isla de Kong ya ha sido librada de morir ahogada o de sed y ella ya le ha bautizado como su salvador. Pero, a este respecto, la película nos depara otra sorpresa en el final. La chica aceptó un trabajo...
Igual que en la versión de los años 30, e igual que en cualquier clásico de aventuras, el héroe debe salvar a la chica de los peligros que se ciernen sobre ella. La mayor originalidad de este filme consiste, en este aspecto, en que el héroe, de entrada, salva a la chica antes de llegar al meollo de la aventura; antes de llegar a la isla de Kong ya ha sido librada de morir ahogada o de sed y ella ya le ha bautizado como su salvador. Pero, a este respecto, la película nos depara otra sorpresa en el final. La chica aceptó un trabajo...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... de modelo para promocionar la empresa Petrox, que también quiso explotar la imagen de Kong en su beneficio. Tras la muerte del simio, la chica es asfixiada por una caterva de fotógrafos con flashes intimidatorios y suplica a su héroe que la salve de la maraña a la que se ha atado. Pero él, sorprendentemente, da media vuelta y se larga.
Lo siento, éste es el king kong de mi infancia, no pienso volverla a ver y la tengo en mis favoritas
30 de mayo de 2009
30 de mayo de 2009
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El por qué la puntuación está escrito en el título. Creo que las pelis de King Kong son para niños, al igual que a mis hijos les encantó la última versión (única que han visto) a mí me encantó la que para mí es la original, mi primer visionado, el único, el real, con la rubia hermosísima, un King que para mí estaba bastante creíble (a mis 8 añitos, con máximo 5 pelis en mi cabecita), hicimos la doña cola como de 200 personas para entrar a un cine atestado, sentarnos primero en las escaleras, ver primero el final y luego el principio (era de aquellos en que para sacar más pasta la pasaban en continuo) en fin, hace parte de mi historia cinéfila. Viva éste King Kong, "mi" original.
15 de diciembre de 2005
15 de diciembre de 2005
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Floja versión de la obra maestra de 1933. Hay que reconocer que es un film entretenido, que se deja ver, pero hay elementos que chirrían enormemente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Primero el simio: el disfraz y las máscaras son excelentes, pero no así la interpretación, camina de una forma totalmente humana en detrimento de su credibilidad. Pese a que las maquetas de la ciudad son excelentes (las de las isla no tanto), los movimientos del gigantesco protagonista provocan un inevitable efecto Godzilla y parece que en cualquier momento van a aparecer los Power Rangers...
Segundo, la triste isla: ni dinosaurios, ni bichos ni nada. Solamente una serpiente gigante, y poco creíble, con un aspecto que tampoco ayuda a repartir las escalas. Eso sí, los escenarios naturales son tremendos.
Tercero: el toque erótico-setentero a veces roza el ridículo. Es mucho más lógico el lirismo de algunas escenas del Kong de Jackson y más adecuado a la historia. Eso sí, Jessica Lange gana por goleada en belleza y sensualidad a las otras dos "novias" que hemos conocido al simio.
Aun así hay un par de puntos positivos. Cuando se acerca al film clásico, en la escena del sacrificio, o la del tronco-puente, la película alcanza momentos de gran efectividad. Las escenas finales (en el World Trade Center y con un plano profético), con la protagonista desesperada por salvar a Kong, anuncian la versión de Jackson, aunque se diga que no tuvo este film en cuenta.
Y, aunque parezca forzado, lo mejor es la crítica social. Cuando, una vez en Nueva York, se presenta al simio a los medios, en un acto publicitario en el que surge de un gigantesco surtidor de gasolina, los autores trazan un interesante paralelismo entre las sociedades primitivas que adoran a falsos ídolos en situaciones de trance desquiciado y la sociedad capitalista, adoradora del éxito y el dinero, de todo lo que vende la publicidad televisiva.
Entretenida sin más. Las imprescindibles son las otras dos versiones.
Segundo, la triste isla: ni dinosaurios, ni bichos ni nada. Solamente una serpiente gigante, y poco creíble, con un aspecto que tampoco ayuda a repartir las escalas. Eso sí, los escenarios naturales son tremendos.
Tercero: el toque erótico-setentero a veces roza el ridículo. Es mucho más lógico el lirismo de algunas escenas del Kong de Jackson y más adecuado a la historia. Eso sí, Jessica Lange gana por goleada en belleza y sensualidad a las otras dos "novias" que hemos conocido al simio.
Aun así hay un par de puntos positivos. Cuando se acerca al film clásico, en la escena del sacrificio, o la del tronco-puente, la película alcanza momentos de gran efectividad. Las escenas finales (en el World Trade Center y con un plano profético), con la protagonista desesperada por salvar a Kong, anuncian la versión de Jackson, aunque se diga que no tuvo este film en cuenta.
Y, aunque parezca forzado, lo mejor es la crítica social. Cuando, una vez en Nueva York, se presenta al simio a los medios, en un acto publicitario en el que surge de un gigantesco surtidor de gasolina, los autores trazan un interesante paralelismo entre las sociedades primitivas que adoran a falsos ídolos en situaciones de trance desquiciado y la sociedad capitalista, adoradora del éxito y el dinero, de todo lo que vende la publicidad televisiva.
Entretenida sin más. Las imprescindibles son las otras dos versiones.
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