Esta miniserie es la definición perfecta del nivel promedio de la plataforma.

Sumas muchas estrellas. Tocas varios géneros al mismo tiempo. Cuentas una historia vista mil veces. Presentas un guion genérico, totalmente reemplazable por ChatGPT. Lo metes todo en una coctelera y...

INSUFICIENTE.

Es una verdadera lástima. Y el problema real es que estos proyectos carecen de alma, de esa esencia que aporta un autor, un director o un showrunner con la capacidad y la voluntad de tirar del carro y construir su proyecto desde cero.

Estoy seguro de que, si diesen estos recursos a gente con talento, sin influencias políticas ni límites artificiales, Netflix podría dejar de ser lo que es y mejorar. Pero como el modelo les funciona, dudo que eso ocurra pronto, o al menos en un lustro.