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Voto de Miguel Ángel:
5

Voto de Miguel Ángel:
5
5.8
802
16 de abril de 2025
16 de abril de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
El problema que tengo con esta película es que antes he visto "La reina de corazones", que es un pedazo de película.
Así que me llevo todo el rato viendo dos películas a la vez y comparando lo que fue con lo que es y con lo que pudo haber sido. Y esta no resiste la comparación, ¡lo que son los prejuicios!
Nos encontramos con una realización correcta, un tanto elegante, pero tampoco original.
La directora no destaca por el ritmo, de hecho se pierde en unas pocas de secuencias, pelmazas y aburridas, que no aportan nada, y que podía haber aligerado sin problema alguno.
Como muchos directores que no saben qué hacer para contar la secuencia, abusa de la copa de vino en la mano y del cigarrito encendido. Supongo que en vez de vino sería agua porque nuestra protagonista se lleva casi toda la película con una copa de vino, normalmente blanco, en la mano.
Quiere dirigir a los dos protagonistas, todo a base de primeros planos, en un duelo interpretativo entre los dos, pero no lo logra con la crudeza y acidez necesaria. Sobre todo en lo que respecta a ella, una mujer muy preparada, inteligente, fría, calculadora y luchadora hasta el extremo. No consiguió ni el suspense ni la intriga que se merece la trama.
La historia, que no voy a contar aquí, se resuelve de una manera muy distinta, y algo estúpida, en la que ella queda como una yegua con furor uterino. Un auténtico chasco, un tanto incongruente.
Con respecto a los protagonistas, es ella la que soporta toda la película porque el muchacho se limita a poner la cara de efebo guapera, afeminado, para que la directora lo filme una y otra vez a base de largos y silenciosos primeros planos.
Así que me llevo todo el rato viendo dos películas a la vez y comparando lo que fue con lo que es y con lo que pudo haber sido. Y esta no resiste la comparación, ¡lo que son los prejuicios!
Nos encontramos con una realización correcta, un tanto elegante, pero tampoco original.
La directora no destaca por el ritmo, de hecho se pierde en unas pocas de secuencias, pelmazas y aburridas, que no aportan nada, y que podía haber aligerado sin problema alguno.
Como muchos directores que no saben qué hacer para contar la secuencia, abusa de la copa de vino en la mano y del cigarrito encendido. Supongo que en vez de vino sería agua porque nuestra protagonista se lleva casi toda la película con una copa de vino, normalmente blanco, en la mano.
Quiere dirigir a los dos protagonistas, todo a base de primeros planos, en un duelo interpretativo entre los dos, pero no lo logra con la crudeza y acidez necesaria. Sobre todo en lo que respecta a ella, una mujer muy preparada, inteligente, fría, calculadora y luchadora hasta el extremo. No consiguió ni el suspense ni la intriga que se merece la trama.
La historia, que no voy a contar aquí, se resuelve de una manera muy distinta, y algo estúpida, en la que ella queda como una yegua con furor uterino. Un auténtico chasco, un tanto incongruente.
Con respecto a los protagonistas, es ella la que soporta toda la película porque el muchacho se limita a poner la cara de efebo guapera, afeminado, para que la directora lo filme una y otra vez a base de largos y silenciosos primeros planos.